martes, enero 19, 2010

Una reflexión y una propuesta. Manuel Roman

Estimados Camaradas:
Me dirijo a ustedes en un día de mucha tristeza, pero no tan solo por la derrota, porque en definitiva ha sido una digna derrota, sino más bien por los elementos que acompañan esta derrota. Tengo la plena claridad que cada uno de nosotros tenia la esperanza y la fe que la ciudadanía reconocería un Chile asumido con niveles miserables que dejaba la dictadura y después de 20 años estamos en un Chile absolutamente distinto. En este contexto vale hacer un recorrido histórico, simple y sencillo, nuevamente la carga y el trabajo recayó en cada hombre y mujer que creemos en la propuesta DC, también la carga de la derrota la tienen que asumir las bases políticas y sociales, en los espacios donde cada uno de nosotros tenemos que estar el día a día. Como hoy escuche tantas veces, las victorias tiene muchos padres y la derrota esta huérfana.
Son muchos los momentos de lucha en donde estábamos todos, codo a codo, pero cuando se alcanzaba la victoria eran unos pocos los que se regocijaban y se abrazaban, mientras las bases políticas y sociales que tenían la experiencia en terreno, que habían hecho la pega y contaban con la experiencia, no tenían espacio. Esto forma parte de nuestra derrota, porque ante cada victoria, el alejamiento de la base social y política fue cada vez más distante, no se construyo el necesario tejido social y la alianza con la red política, cada vez más se potenciaba una oligarquía política que se obnubilaban como enviados de los dioses. Se potencio el clientelismo político, se agasajo a quienes asumían el sentido de la obediencia sin titubeos y quienes osaban plantear su parecer o hacer alguna crítica eran marginados.
Podría escribir mucho más, pero no tiene sentido porque cada uno de ustedes sabe perfectamente a lo que me refiero, porque de una u otra manera han pasado por la experiencia. Tampoco represento a un auto flagelante, ni nada que se le parezca, porque desde hace mucho tiempo como tantos otros camaradas, hemos planteado nuestras críticas y propuestas en reiteradas oportunidades. En particular mi mirada siempre ha sido la recuperación de nuestras raíces, como Gonzalo nos plantea la vanguardia social comunitaria, que también converge en un solo sentimiento, recuperar ese respaldo social que nos dejaron quienes le dieron vida a nuestro PDC y que por la ceguera política, pero más aún, por asumir lo que nos dejaba la dictadura como la constitución, el sistema neoliberal, masas temerosas no deliberantes, formaba parte de lo que teníamos que seguir, la lógica de los acuerdos permitió marchar al ritmo de los ideólogos de la dictadura que hoy se hacen llamar la centro derecha que a parte de tener el control económico se alzan hoy con el poder político, pero no gracias a ellos mismos, sino a los errores y perdida de conciencia social y política de la concertación, asumiendo lo que nos corresponde. Mientras toda Latinoamérica busca otros caminos, por los errores de quienes se hacen llamar “progresistas” progresistas de último minuto, han entregado los destinos de Chile a quienes han negado todo lo que signifique mayor poder de la sociedad civil.
Nuestro PDC tiene que entrar en un estado de reflexión, pero reflexión de la base política y social, no más que reflexionen aquellos que se han autocalificados como los entendidos, que dejaron en un cajón los desafíos del último congreso ideológico. Nuestro partido esta construido y tiene sustento en la base política militante. Por esto les pido que hagamos todos los esfuerzos por refundar nuestro PDC como una base sólida integrada a la sociedad y creando redes sociales para llevar adelante nuestras propuestas, con nueva gente, con nuevas generaciones, con todos aquellos que creen en los valores y principios DC, con todos aquellos que tienen la experiencia de terreno, con todos aquellos que no forman parte de la base de clientelismo político, con todos aquellos que se la jugaron para reconstruir el PDC después de la derrota de Radomiro Tomic, con todos aquellos que nos jugamos en hacer partido y reconstruir a la DC en plena dictadura. Esto lo lograremos estando al lado de los trabajadores y trabajadoras, al lado de los estudiantes, al lado de los que sufren, al lado de una clase media, motor de Chile, y que en definitiva ha sido la más desprotegida en los últimos tiempos.
Camaradas, no hemos llegado al final del camino, estamos enfrentados a la reflexión profunda para retomar el camino, recuperar nuestras raíces, convertirnos en una vanguardia social comunitaria y retomar los desafíos de una nueva y permanente revolución en libertad.
Fraternalmente
Manuel Román Jiménez
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