martes, junio 09, 2009

Andres Palma nos envia estas dos reflexiones sobre educacion. El primero es una reflexion de èl y el segundo una respuesta de su amigo.cespinoza

No basta con unas reformas: Revolucionemos la educación.
Muchas veces nos preguntamos por qué pese a todos los esfuerzos que se hacen en educación no se ve una mejora en el resultado de esos esfuerzos.
Lo que propongo es que nos hagamos otra pregunta, y es si le estamos pidiendo a las
formalidades del sistema educativo lo que debemos esperar del mismo sistema educativo.
Las encuestas de percepciones de la ciudadanía nos muestran que los principales problemas se relacionan con la inseguridad y el empleo, y cabe preguntarse si algo tieneque ver el sistema educacional con los temas de seguridad y empleo. A mí me parece que si es así, porque el sistema educacional tiene dos objetivos: Socializar e instruir. Lasevaluaciones que se hacen hoy del sistema olvidan lo primero, y por ello fallan.La revolución que debemos hacer en la educación es volver a poner como centro del sistema la socialización. Ello además traerá resultados positivos en la instrucción.Si desde la infancia se busca que los niños entiendan la importancia del trabajo en equipo, del desarrollo de la creatividad, del auto cuidado de la salud, y se les enseña a aprender entonces tendrán mayores habilidades laborales en el futuro. Si se integra diferentes culturas y se desarrollan actividades curriculares que valoren la diversidad y reconozcan el valor de los sexos, entonces la convivencia social mejorará.
La revolución que se necesita, entonces, demanda que los programas de educación incluyan como aspectos centrales los temas señalados. Esto significaría modificar de forma brutal la actividad escolar. Por ejemplo, todos los días se debe comenzar la actividad con acondicionamiento físico, en las actividades regulares se debe enseñar danza, se debe privilegiar las evaluaciones colectivas y grupales respecto de las individuales.
En la educación básica se debe facilitar aprendizajes en las dos áreas fundamentales que son lenguaje y matemáticas, pero se debe partir de la base que los niños tienen capacidad para aprender estas materias, lo que está ampliamente demostrado en diferentes estudios pedagógicos.
Pero también se debe introducir otros cambios que hagan relevante el rol del sistema educativo, y ello pasa por completar lo que ha quedado inconcluso de la JEC: Todos los niños y jóvenes deben tener desayuno y almuerzo en el establecimiento, ello tiene que ver con la integración y la no discriminación, ya que hoy día como solo los “pobres” tienen esos beneficios, el resultado es una discriminación implícita por sus compañeros.
Por último, se debe disponer de un laptop por estudiante. Lo que debe ir acompañado de la iluminación (informática con banda ancha) de todos los establecimientos educacionales, tal como a un costo perfectamente accesible lo está haciendo Uruguay. La suma de estos elementos nos puede garantizar una mejor sociedad, gracias a la
educación.Andres Palma

Estimado Andrés:
Permíteme la siguiente reflexión. Alguna vez me escribiste que no eras muy cercano a la poesía. Lo recuerdo. No sé si te lo comenté, pero supuse que te referías a la poesía escrita, no a la evidencia diaria de lo poético en la relación del ser humano consigo mismo, con los otros y con lo que le rodea. No te referías, por ejemplo, al dulce temblor que te provoca sentir la paz, la ternura o el asombro en tus hijos, descubrir en ellos un acto de bondad. Recuerdo como comentabas el poético ritual del desayuno en tu hogar, el primer abrazo con el hijo de tu hijo. La poesía, a mi juicio, es el llamado de nuestro ser a sentirnos y actuar motivados en las cualidades de la naturaleza. Lamentablemente, nuestros sentidos y actuaciones se han desplazado hacia la influencia de sistemas que se apartan de la naturaleza. Un comportamiento sustentado en la competencia, la independencia, la exclusión, haría desaparecer el sistema solar, secaría los árboles y vaporizaría los ríos. Pero, a pesar de esto, seguimos siendo esencialmente poéticos. En el ser de los niños esta esencia lucha por prevalecer. ESA ES, siento yo, LA RESPUESTA A LA IMPOSIBILIDAD DE ELEVAR EL SIMCE. El ser de los niños se defiende, nos recuerda el sentido originario del lenguaje, de las matemáticas, de la ciencia. Si no permiten expresar sentimientos, ideas o inquitudes, las palabras entonces no sirven. Si nadie observa en lo que escribe un niño lo que el niño siente, lo que sufre o sueña, las palabras entonces no sirven. Tampoco las matemáticas o la ciencia, si el niño no es invitado a decubrir lo externo con la motivación de descubrir al mismo tiempo su propia piel y bajo su piel su intimidad. El "progreso" ha ido apartando al niño de la tierra, de su familia, de las palabras, del conocimiento y la convicción del ser poético en él es tal, que aun a costa de su "propio fracaso escolar" nos invita a detenernos, a volver a escucharnos y a iniciar el camino del retorno hacia nuestras vocaciones más profundas.
Afectuosamente Vicente
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