Todos contra Halpern.La pugna que desangra al comando de Frei
Desde el minuto uno de su desembarco en el comando oficialista el jefe de comunicaciones despertó anti cuerpos. Se lo acusa de “intrigante”, de “descriteriado político” y de instalar el diseño confrontacional que perjudica a Frei, reviviendo fantasmas que vienen desde su anterior gobierno. Lo cierto es que la pugna del asesor comunicacional con los Océanos Azules y otros dirigentes, tiene enrarecido el clima interno y aunque el candidato ha intentado hacer convivir “las dos almas”, el asunto, dicen, “ya se le fue de las manos”.
Por Miguel Paz (E.Mostrador)
"Si Frei le hace caso a Pablo Halpern en su estrategia comunicacional, va a perder la elección”. La frase es de uno de los hombres de Océanos Azules, el comité programático de la campaña de Eduardo Frei, y no permite dobles lecturas sobre el nivel de descomposición en que están las relaciones entre el grupo y el jefe de comunicaciones del candidato oficialista.
Desde la llegada de Halpern al comando, el 2 de marzo pasado, su recelo por las cúpulas de la Concertación y los partidos junto a un estilo, calificado de confrontacional y apegado a los dictámenes de las encuestas, fue tema de velada preocupación en Océanos Azules. El grupo que nació en noviembre de 2008 inspirado en los postulados del libro de marketing de Chan Kim y Renée Mauborgne, fijó su estrategia en captar nuevos adherentes para Frei a través de propuestas centradas en las cualidades del candidato y no en las encuestas o el ataque de los adversarios.
Choque de trenes
Por eso, el viernes 15 de mayo pasado, cuando Halpern salió a cuestionar la validez de la encuesta de la Universidad del Desarrollo (UDD) que concluyó que Marco Enríquez-Ominami tendría más votación que Frei en una eventual segunda vuelta contra Piñera, y atacó el estudio diciendo que fue hecho por miembros del comando de Sebastián Piñera, en Océanos Azules llegaron a la convicción de que “no es conciliable la visión de Halpern con la nuestra”. En especial cuando vieron que Frei –a quien habían convencido de no hacer campaña en base a encuestas- se plegaba a las críticas al sondeo de la UDD. El mismo que en diciembre pasado ratificó al senador DC como la mejor carta presidencial de la Concertación y lo llevó a decir que el trabajo de la casa de estudios, donde Halpern fue Decano de Comunicaciones por cinco años, era uno de “los más serios”.
“Nosotros hubiésemos hecho las cosas de otra manera”, confesó el viernes 22 el vocero de Océanos Azules, Juan Pablo Hermosilla. En la entrevista concedida a Qué Pasa, el penalista ratificó sus dichos previos a la prensa y puso en tela de juicio la estrategia de Halpern. “La política entendida como una guerrilla de conflictos produce un daño a todos los candidatos y genera el desapego de la gente”, dijo y luego advirtió: “esta elección no se ganará si la campaña se transforma en una rencilla elitista de quienes están en el poder. Si se pierde lo que ha sido el lineamiento inicial y de fondo de esta campaña lo que pasará es que el proyecto de Frei sonará a otro gobierno más de la Concertación”.
Las declaraciones de Hermosilla irritaron al candidato pero consiguieron su atención. “El mensaje es claro”, asegura un analista DC, “Frei ha tratado de administrar y empatar ambas almas del comando pero ya se le fue de las manos. El problema político es remediable. Pero el mal clima instalado en la campaña requiere una solución final. Es inviable el monstruo de dos cabezas”.
El impasse sinceró las agudas diferencias de visión estratégica que tienen Océanos Azules y Halpern. Además, puso en evidencia, reconocen en el comando, “el choque de trenes que veíamos venir”. Pese a ello, en el equipo programático de Frei separan aguas entre el jefe comunicacional y Eugenio Tironi, quien llegó a instancia de Halpern a hacerse cargo del área de contenidos. “Tironi es un ser muy racional, dispuesto a la crítica, es alguien con que se puede debatir”, resumen.
La troika judía
Tras bambalinas, la guerra está desatada. Prueba de ello es que este domingo 24 Halpern apareció en La Tercera bajándole el perfil a la disputa con el equipo programático. “Océanos Azules y el comando estamos en una misma causa. Dispararnos por los medios nos debilita”, afirmó. Pero a renglón seguido pasó un aviso a los Océanos, que sostienen la tesis sobre el “nuevo Frei” y la necesidad de renovar la política. “No creo que Frei tenga que reinventarse”. El resto, como dijo también, “es música”. Pero de la ruidosa.
Las altas temperaturas al interior del comando están resucitando viejas cuitas del gobierno de Frei, cuando Halpern era director de la Secretaría de Comunicación y Cultura (SECOCU) y era acusado de pasar datos bajo cuerda a los medios. “Hace muchos años que eso se cortó”, responde un cercano a Halpern.
Sin embargo, uno de sus más feroces críticos no tiene empacho en calificarlo de “intrigante”. “Desde que llegó al comando arrecian los trascendidos de prensa”, dice. A Halpern, de hecho, le atribuyen la filtración cuando se dijo que Océanos Azules se había marginado del debate y de las primarias con el radical José Antonio Gómez. Además, aseveran que “convenció a Frei que El Mercurio está en una suerte de conspiración en contra suya porque está plegado a la campaña de Piñera”.
Estas versiones son desmentidas enfáticamente por el círculo de Halpern. Pero un miembro del PDC que ha participado en reuniones del comando, donde se ha comentado el tema, afirma que “existe plena convicción de que El Mercurio está con todo apoyando la campaña de Piñera. Frei mismo lo ha dicho”.
“No es que Halpern tenga una relación fluida con los medios. Directamente negocia datos. Te doy estos datos y tu me publicas esto otro. Es algo que viene del gobierno de Frei”, insiste un ex ministro de la época. Por entonces (1996), se filtró a la prensa que tanto el entonces subsecretario de Obras Públicas, Guillemo Pickering (actual miembro del comité ejecutivo de Océanos Azules) como el ministro del Interior Edmundo Pérez Yoma se habían referido en reuniones privadas a la “troika judía” que conformaban al interior del gobierno Jorge Rosenblut, Eduardo Bitrán y Halpern.
Pérez Yoma y Pickering siempre han negado esos dichos. Sin embargo, luego del impasse Rosenblut tuvo que dejar su cargo de subsecretario de Telecomunicaciones. Años más tarde los amigos Rosenblut y Halpern volverían a encontrarse en Expansiva, el think tank creado por Andrés Velasco (amigo y ex compañero de Halpern en el Grange). También cada uno de ellos tendría roles protagónicos en la campaña de Michelle Bachelet.
Cabeza fría
A la hora de los recuentos, su estrecha relación de confianza con Frei, la cabeza fría y capacidad de evaluar costos en función de la estrategia comunicacional de campaña son los activos que más se le destacan a Halpern.
Integrar a Sebastián Bowen como coordinador ejecutivo “fue un acierto de él”, dicen en el comando. Allí recuerdan que el fichaje del ex director social de Un Techo Para Chile acercó a Frei al segmento de votantes juveniles y concentró la agenda mediática hasta la aparición de Enríquez-Ominami. También le dan créditos por el desembarco de Ricardo Lagos en la campaña luego de su encuentro con Bowen del lunes pasado en la sede del abanderado oficialista. Detrás de la cita estaría, cuentan, como objetivo posicionar con un perfil más político al ex alumno del San Ignacio.
En el actual escenario, copado por la irrupción del diputado díscolo, en el círculo de Halpern también puntualizan que descalificar el sondeo de la UDD fue la mejor opción comunicacional. “Si no se hacía, el foco iba a quedar puesto en los resultados. Era preferible pagar el precio de las críticas y centrar la discusión ahí. La pregunta clave es qué hubiese pasado si no hacen esas declaraciones: cuál es el costo alternativo si dejas pasar la encuesta”.
Entre los que no comulgan con el estilo de Halpern también hay quienes le reconocen su capacidad profesional pero subrayan que hasta ahora fue un asesor de tiempos buenos. “Es decir, un Frei como el del 93, que tenía ganada la elección antes de que se realizara, o una Bachelet que estaba muy arriba en las encuestas”, dice un experto electoral concertacionista. “Pero cuando Bachelet empezó a bajar, él comenzó a inquietarse y propuso lo de las caras nuevas. Su tesis era que la gente estaba cansada de los mismos de siempre y que Bachelet bajaba porque aparecía cerca de los políticos tradicionales”.
Quienes formaron parte del comando de Bachelet, aún recuerdan cómo irrumpió en el círculo de la mandataria. La jugada fue rápida: se integró dentro del grupo de "expansivos" que colaboraron en la campaña y se "operó" de quien dirigía el equipo en ese tiempo, el ex ministro PS Ricardo Solari, que lo había llevado al comando. Para cerrar el círculo, en la campaña de Bachelet, Halpern se encargó de "agregarle valoración" dentro del comando al entonces desconocido periodista y actual jefe de la Secretaría de Comunicaciones, Juan Carvajal Trigo, y afianzó el lazo que éste había generado con Andrés Velasco. A Carvajal lo había conocido en La Moneda cuando este último era su subalterno en la SECOCU.
Fecha tope
En La Moneda la batahola en el comando de Frei se mira desde la distancia pero genera inquietud. Hay claridad que el estilo de Halpern es un factor de las desavenencias, asegura un cercano a Bachelet: “Pablo es buenísimo en materia comunicacional y manejo de imagen. Lo demostró en la campaña de la Presidenta. Pero es un descriteriado político. Le cargan los partidos, no los entiende, y se pelea con quien no debe”.
Uno de los problemas derivados de la contienda, dice otro habitante de Palacio, es que en este ambiente es difícil hacer campaña o que se pueda traspasar al candidato la popularidad que tiene la Mandataria. “Son dos mundos que no se pueden ni hablar. No hay comité de pauta diaria para marcar la agenda, no hay suficiente trabajo territorial, y el desorden sólo afecta a Frei”.
El Mostrador contactó a Halpern para pedirle su versión pero el jefe comunicacional de Frei optó por no hacer comentarios. Sin embargo, en su entorno desestiman las críticas que se le hacen y aseguran que en la entrevista que dio el domingo pasado está clara su posición. “Pudo haberle sacado la mugre a Océanos Azules y no lo hizo. Ahí hay un punto de inflexión”, dice un profesional del comando. “Pintan a Halpern como la bestia negra pero se olvidan que lo eligió el candidato”, contextualiza, confiado en que el nivel de beligerancia irá decantando con los días.
¿Cómo se resuelve la batalla por la hegemonía entre dos diseños estratégicos tan distintos? “Una vez que salga la encuesta CEP tendrá que primar la cordura o tendrá que intervenir el candidato”, responde otro de los colaboradores de Frei. Lo único claro, agrega, es que “el conflicto tiene que estar mitigado antes de la negociación de la plantilla parlamentaria. El desorden y las disputas son a nivel nacional. No podemos llegar a la negociación de la plantilla con una batalla interna entre los Halpern y los Hermosilla”.
-¿Y si no, cuál es la solución?
-Bueno ahí habrá que reunirse en la casa de Belisario Velasco a resolver las discrepancias a puerta cerrada. Lo importante es que a diferencia de la derecha, donde Longueira quiere que pierda Piñera, acá hay disputas… pero todos están con el candidato.
Hoy a las 10:30 en la casa de campaña de Frei de calle Bilbao se juntan Bowen y la directiva de Océanos Azules para tender puentes de convergencia. El grupo programático ya ha mandado varios mensajes de cuál es su posición para dialogar. “No necesitamos la pega. Somos independientes. No estamos por un cargo en el gobierno de Frei. Por eso a ojos de Halpern somos peligrosos”, advierten
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Por Miguel Paz (E.Mostrador)
"Si Frei le hace caso a Pablo Halpern en su estrategia comunicacional, va a perder la elección”. La frase es de uno de los hombres de Océanos Azules, el comité programático de la campaña de Eduardo Frei, y no permite dobles lecturas sobre el nivel de descomposición en que están las relaciones entre el grupo y el jefe de comunicaciones del candidato oficialista.
Desde la llegada de Halpern al comando, el 2 de marzo pasado, su recelo por las cúpulas de la Concertación y los partidos junto a un estilo, calificado de confrontacional y apegado a los dictámenes de las encuestas, fue tema de velada preocupación en Océanos Azules. El grupo que nació en noviembre de 2008 inspirado en los postulados del libro de marketing de Chan Kim y Renée Mauborgne, fijó su estrategia en captar nuevos adherentes para Frei a través de propuestas centradas en las cualidades del candidato y no en las encuestas o el ataque de los adversarios.
Choque de trenes
Por eso, el viernes 15 de mayo pasado, cuando Halpern salió a cuestionar la validez de la encuesta de la Universidad del Desarrollo (UDD) que concluyó que Marco Enríquez-Ominami tendría más votación que Frei en una eventual segunda vuelta contra Piñera, y atacó el estudio diciendo que fue hecho por miembros del comando de Sebastián Piñera, en Océanos Azules llegaron a la convicción de que “no es conciliable la visión de Halpern con la nuestra”. En especial cuando vieron que Frei –a quien habían convencido de no hacer campaña en base a encuestas- se plegaba a las críticas al sondeo de la UDD. El mismo que en diciembre pasado ratificó al senador DC como la mejor carta presidencial de la Concertación y lo llevó a decir que el trabajo de la casa de estudios, donde Halpern fue Decano de Comunicaciones por cinco años, era uno de “los más serios”.
“Nosotros hubiésemos hecho las cosas de otra manera”, confesó el viernes 22 el vocero de Océanos Azules, Juan Pablo Hermosilla. En la entrevista concedida a Qué Pasa, el penalista ratificó sus dichos previos a la prensa y puso en tela de juicio la estrategia de Halpern. “La política entendida como una guerrilla de conflictos produce un daño a todos los candidatos y genera el desapego de la gente”, dijo y luego advirtió: “esta elección no se ganará si la campaña se transforma en una rencilla elitista de quienes están en el poder. Si se pierde lo que ha sido el lineamiento inicial y de fondo de esta campaña lo que pasará es que el proyecto de Frei sonará a otro gobierno más de la Concertación”.
Las declaraciones de Hermosilla irritaron al candidato pero consiguieron su atención. “El mensaje es claro”, asegura un analista DC, “Frei ha tratado de administrar y empatar ambas almas del comando pero ya se le fue de las manos. El problema político es remediable. Pero el mal clima instalado en la campaña requiere una solución final. Es inviable el monstruo de dos cabezas”.
El impasse sinceró las agudas diferencias de visión estratégica que tienen Océanos Azules y Halpern. Además, puso en evidencia, reconocen en el comando, “el choque de trenes que veíamos venir”. Pese a ello, en el equipo programático de Frei separan aguas entre el jefe comunicacional y Eugenio Tironi, quien llegó a instancia de Halpern a hacerse cargo del área de contenidos. “Tironi es un ser muy racional, dispuesto a la crítica, es alguien con que se puede debatir”, resumen.
La troika judía
Tras bambalinas, la guerra está desatada. Prueba de ello es que este domingo 24 Halpern apareció en La Tercera bajándole el perfil a la disputa con el equipo programático. “Océanos Azules y el comando estamos en una misma causa. Dispararnos por los medios nos debilita”, afirmó. Pero a renglón seguido pasó un aviso a los Océanos, que sostienen la tesis sobre el “nuevo Frei” y la necesidad de renovar la política. “No creo que Frei tenga que reinventarse”. El resto, como dijo también, “es música”. Pero de la ruidosa.
Las altas temperaturas al interior del comando están resucitando viejas cuitas del gobierno de Frei, cuando Halpern era director de la Secretaría de Comunicación y Cultura (SECOCU) y era acusado de pasar datos bajo cuerda a los medios. “Hace muchos años que eso se cortó”, responde un cercano a Halpern.
Sin embargo, uno de sus más feroces críticos no tiene empacho en calificarlo de “intrigante”. “Desde que llegó al comando arrecian los trascendidos de prensa”, dice. A Halpern, de hecho, le atribuyen la filtración cuando se dijo que Océanos Azules se había marginado del debate y de las primarias con el radical José Antonio Gómez. Además, aseveran que “convenció a Frei que El Mercurio está en una suerte de conspiración en contra suya porque está plegado a la campaña de Piñera”.
Estas versiones son desmentidas enfáticamente por el círculo de Halpern. Pero un miembro del PDC que ha participado en reuniones del comando, donde se ha comentado el tema, afirma que “existe plena convicción de que El Mercurio está con todo apoyando la campaña de Piñera. Frei mismo lo ha dicho”.
“No es que Halpern tenga una relación fluida con los medios. Directamente negocia datos. Te doy estos datos y tu me publicas esto otro. Es algo que viene del gobierno de Frei”, insiste un ex ministro de la época. Por entonces (1996), se filtró a la prensa que tanto el entonces subsecretario de Obras Públicas, Guillemo Pickering (actual miembro del comité ejecutivo de Océanos Azules) como el ministro del Interior Edmundo Pérez Yoma se habían referido en reuniones privadas a la “troika judía” que conformaban al interior del gobierno Jorge Rosenblut, Eduardo Bitrán y Halpern.
Pérez Yoma y Pickering siempre han negado esos dichos. Sin embargo, luego del impasse Rosenblut tuvo que dejar su cargo de subsecretario de Telecomunicaciones. Años más tarde los amigos Rosenblut y Halpern volverían a encontrarse en Expansiva, el think tank creado por Andrés Velasco (amigo y ex compañero de Halpern en el Grange). También cada uno de ellos tendría roles protagónicos en la campaña de Michelle Bachelet.
Cabeza fría
A la hora de los recuentos, su estrecha relación de confianza con Frei, la cabeza fría y capacidad de evaluar costos en función de la estrategia comunicacional de campaña son los activos que más se le destacan a Halpern.
Integrar a Sebastián Bowen como coordinador ejecutivo “fue un acierto de él”, dicen en el comando. Allí recuerdan que el fichaje del ex director social de Un Techo Para Chile acercó a Frei al segmento de votantes juveniles y concentró la agenda mediática hasta la aparición de Enríquez-Ominami. También le dan créditos por el desembarco de Ricardo Lagos en la campaña luego de su encuentro con Bowen del lunes pasado en la sede del abanderado oficialista. Detrás de la cita estaría, cuentan, como objetivo posicionar con un perfil más político al ex alumno del San Ignacio.
En el actual escenario, copado por la irrupción del diputado díscolo, en el círculo de Halpern también puntualizan que descalificar el sondeo de la UDD fue la mejor opción comunicacional. “Si no se hacía, el foco iba a quedar puesto en los resultados. Era preferible pagar el precio de las críticas y centrar la discusión ahí. La pregunta clave es qué hubiese pasado si no hacen esas declaraciones: cuál es el costo alternativo si dejas pasar la encuesta”.
Entre los que no comulgan con el estilo de Halpern también hay quienes le reconocen su capacidad profesional pero subrayan que hasta ahora fue un asesor de tiempos buenos. “Es decir, un Frei como el del 93, que tenía ganada la elección antes de que se realizara, o una Bachelet que estaba muy arriba en las encuestas”, dice un experto electoral concertacionista. “Pero cuando Bachelet empezó a bajar, él comenzó a inquietarse y propuso lo de las caras nuevas. Su tesis era que la gente estaba cansada de los mismos de siempre y que Bachelet bajaba porque aparecía cerca de los políticos tradicionales”.
Quienes formaron parte del comando de Bachelet, aún recuerdan cómo irrumpió en el círculo de la mandataria. La jugada fue rápida: se integró dentro del grupo de "expansivos" que colaboraron en la campaña y se "operó" de quien dirigía el equipo en ese tiempo, el ex ministro PS Ricardo Solari, que lo había llevado al comando. Para cerrar el círculo, en la campaña de Bachelet, Halpern se encargó de "agregarle valoración" dentro del comando al entonces desconocido periodista y actual jefe de la Secretaría de Comunicaciones, Juan Carvajal Trigo, y afianzó el lazo que éste había generado con Andrés Velasco. A Carvajal lo había conocido en La Moneda cuando este último era su subalterno en la SECOCU.
Fecha tope
En La Moneda la batahola en el comando de Frei se mira desde la distancia pero genera inquietud. Hay claridad que el estilo de Halpern es un factor de las desavenencias, asegura un cercano a Bachelet: “Pablo es buenísimo en materia comunicacional y manejo de imagen. Lo demostró en la campaña de la Presidenta. Pero es un descriteriado político. Le cargan los partidos, no los entiende, y se pelea con quien no debe”.
Uno de los problemas derivados de la contienda, dice otro habitante de Palacio, es que en este ambiente es difícil hacer campaña o que se pueda traspasar al candidato la popularidad que tiene la Mandataria. “Son dos mundos que no se pueden ni hablar. No hay comité de pauta diaria para marcar la agenda, no hay suficiente trabajo territorial, y el desorden sólo afecta a Frei”.
El Mostrador contactó a Halpern para pedirle su versión pero el jefe comunicacional de Frei optó por no hacer comentarios. Sin embargo, en su entorno desestiman las críticas que se le hacen y aseguran que en la entrevista que dio el domingo pasado está clara su posición. “Pudo haberle sacado la mugre a Océanos Azules y no lo hizo. Ahí hay un punto de inflexión”, dice un profesional del comando. “Pintan a Halpern como la bestia negra pero se olvidan que lo eligió el candidato”, contextualiza, confiado en que el nivel de beligerancia irá decantando con los días.
¿Cómo se resuelve la batalla por la hegemonía entre dos diseños estratégicos tan distintos? “Una vez que salga la encuesta CEP tendrá que primar la cordura o tendrá que intervenir el candidato”, responde otro de los colaboradores de Frei. Lo único claro, agrega, es que “el conflicto tiene que estar mitigado antes de la negociación de la plantilla parlamentaria. El desorden y las disputas son a nivel nacional. No podemos llegar a la negociación de la plantilla con una batalla interna entre los Halpern y los Hermosilla”.
-¿Y si no, cuál es la solución?
-Bueno ahí habrá que reunirse en la casa de Belisario Velasco a resolver las discrepancias a puerta cerrada. Lo importante es que a diferencia de la derecha, donde Longueira quiere que pierda Piñera, acá hay disputas… pero todos están con el candidato.
Hoy a las 10:30 en la casa de campaña de Frei de calle Bilbao se juntan Bowen y la directiva de Océanos Azules para tender puentes de convergencia. El grupo programático ya ha mandado varios mensajes de cuál es su posición para dialogar. “No necesitamos la pega. Somos independientes. No estamos por un cargo en el gobierno de Frei. Por eso a ojos de Halpern somos peligrosos”, advierten
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