El Presidente Lagos ha dicho, elegantemente, que la forma como (Marco Enríquez Ominami) hace la política no es la más adecuada.
Es necesario no moverse a engaño con este parlamentario, como lo demuestran los siguientes hechos:
1.- Enríquez Ominami no llega a ser candidato en representación de un movimiento juvenil o de sectores populares (o después de haberlo forjado) sino simplemente porque se le ocurrió ser candidato. Es todo lo contrario de lo que aparenta: un ambicioso individualista.
2.- Que su candidatura se haya constituido en un “fenómeno comunicacional”, que obviamente influye en las encuestas telefónicas de El Mercurio y La Tercera, se debe a que los medios de la prensa escrita, los únicos, es decir los de la derecha (caso único en un país de A.L, en que la coalición en el gobierno no tiene medios proclives) la han amplificado.
Yendo solo a los últimos días, el diario de los Edwards regaló la última edición de la Revista del Sábado (con portada y todo) a su madre, y este lunes, regaló al precandidato un espacio privilegiado en su página editorial. En consecuencia, es producto de los medios de derecha.
3.- Este crítico de las prácticas de la política ha basado su candidatura en los contactos y la influencia que posee en los medios televisivos, fundamentalmente TVN , (carece de influencia en el pueblo o en los jóvenes) y no ha trepidado en farandulizar la política para crecer en popularidad. Es frívolo.
4.- Enríquez Ominami acepta gustoso el apoyo de ex pinochetistas, dice que podría perfectamente trabajar en un gobierno de Piñera y en su discurso pone énfasis en las libertades individuales, al más puro estilo de un viejo militante del Partido Liberal. Carece de principios sólidos.
5.- Anuncia levantar lista paralela de candidatos a diputados, a sabiendas de que con ello ratifica la exclusión de la izquierda, que la Concertación trata de revertir, y con ello favorece a la derecha. Le da lo mismo que gane la derecha.
6.- Se hizo conocido gracias al Partido Socialista, que le regaló un cupo parlamentario, el mismo que ahora denuesta. Es un mal agradecido.
7.- Califica a su partido de estalinista, por proclamar un candidato de acuerdo a sus Estatutos, pudiendo haber participado en la lucha interna como precandidato, opción que desechó porque sabía que perdía, pues se encuentra en minoría. Y tiene la tupé de levantar una candidatura sin renunciar al PS. Dice que lo hará el último día, para seguir aprovechando las ventajas de su condición de socialista. Es antidemocrático, irrespetuoso de las normas que se compromete a respetar, y un fresco.
8.- En su artículo en el diario de los Edwards criticó a “los dirigentes políticos que han mantenido el poder en los últimos 40 años, haciendo de la política un ejercicio de unos pocos, para unos pocos”. Es decir se está refiriendo a Frei Montalva y a Allende que, a diferencia de él ,que inventó un “ejercicio” para si mismo, fueron líderes auténticos, que í forjaron movimientos juveniles e hicieron de la política un ejercicio de participación y respeto por la democracia. Se cree el cuento de que es el Mesías
9.- Es cierto que su candidatura refleja y es consecuencia de una grave crisis de la Concertación y que aprovecha el distanciamiento de los jóvenes con la política. Sólo que eso no lo exime de ser todo lo que se ha dicho.
10. Como los políticos sabe tragar mierda, igual deberá negociar con él, porque la campaña de la Derecha que lo levanta y que el acepta gustoso, está siendo efectiva.
José María Pineda
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