DC y Aborto . Carta al Mercurio de Ramon Briones

Señor Director:
Mi ex camarada Eduardo Frei Ruiz-Tagle ha reabierto el debate sobre el aborto terapéutico. Con ello ha iniciado una discusión contraria a los acuerdos del congreso de su propio partido y en el que participé como miembro del comité organizador.
En dicho congreso, el grupo de coordinadores de las diversas comisiones, antes de la votación en el plenario, recibió una información acabada del senador Mariano Ruiz-Esquide, en el que éste explicó lo innecesario de aprobar normas sobre el aborto terapéutico, explicando que las pautas éticas que manejan los médicos permiten resolver prácticamente todos los casos que realmente dicen relación con situaciones de riesgo y enfermedad.
En dicho congreso se aprobaron muchos acuerdos en una línea completamente contraria a la que ahora parece haber adoptado dicho partido, y, así, puedo recordar que se comprometió la DC a "fomentar maternidad y paternidad responsables" (Nº 204) ,y en ese orden las familias con varios hijos deben recibir un apoyo especial; declaró su apoyo "a familias numerosas" e impulsar políticas de fomento a la natalidad (Nº 205); impulsar políticas para compatibilizar la vida familiar y laboral (Nº 206), y en cuanto a la salud reproductiva se acordó "apoyo a la planificación familiar (Nº 273), señalando incluso "sin ánimo de violentar la conciencia individual" buscar la disminución "progresiva del uso de métodos que pueden interferir con el desarrollo embrionario".
Resulta, en consecuencia, lamentable que un partido de origen cristiano haya perdido el norte en la forma que lo hemos venido observando y que lamentamos sinceramente, aunque nos situemos al margen del colectivo en la actualidad.
El año pasado sostuve reiteradamente que los acuerdos económicos y sociales no se estaban cumpliendo y así lo podemos ver en las políticas económicas, educacionales y otras.
Constato así que la gran masa de militantes de la Democracia Cristiana ha sido gravemente traicionada por sus líderes o representantes, quienes han privilegiado probablemente accesos a cuotas de poder, que cumplir los acuerdos vinculantes.
El senador Frei aludió al V congreso como que no era "ni chicha ni limonada". Yo creo que estaba equivocado, pero a la luz de lo que está ocurriendo es posible presumir que nunca le interesó realmente el congreso en lo más mínimo, y quizás no haya leído siquiera sus conclusiones.

Ramón Briones Espinosa
Abogado

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