lunes, marzo 23, 2009

Teresa Bravo....a ....Carlos Rios...sobre el aborto terapeutico.


Señor Carlos Ríos Paniagua:
Lamento que usted no haya comprendido bien lo que he querido exponer. Toda la vida me he visto enfrentada a la amenaza del aborto terapéutico. De hecho yo soy una sobreviviente de esta sentencia.
Soy la cuarta hija de un matrimonio formado por un Oficial de Carabineros y de una Profesora Universitaria. Mi madre fue sometida a numerosos abortos terapéuticos por riesgo de ruptura uterina. Cuando fuí concebida, en Shwager (Lota), nuevamente viajaron a Santiago para terminar la gestación.
Esas cosas milagrosas, que suceden y que nos hacen meditar, permitieron que un hermano de mi padre, médico que ejerce en EEUU y que justamente ese día había venido a visitar a mis abuelos, se enterase de mi irremediable destino, acudiendo prontamente al lugar donde se efectuaría la intervención. Fue tan grande su convicción, que logró convencer a mis padres y sacó a mi madre del sillón en que la estaban preparando para su Aborto terapéutico. Recomendó monitoreo estricto y reposo, con indicación de terminar el embarazo ante la más mínima señal de riesgo. Pués bien, nací de Parto normal, con 3.300 grs. y agradezco a ese maravilloso tío el haber permitido mi nacimiento. Soy la mujer más agradecida de la tierra por existir y amo la vida por sobre todas las cosas. Durante toda mi Carrera de médico me he dedicado al tema. Me ha tocado atender a pacientes con Insuficiencia Renal, con Hipertensión Arterial, Preeclampsia , Insuficiencia Cardíaca, etc, etc. y Felizmente hemos llegado a obtener madres e hijos vivos que actualmente gozan de buena salud y que en ese entonces se consideraban con indicación absoluta de aborto terapéutico para salvar a la madre.Es así como se avanza en Medicina, negándonos a lo inevitable. Es así como muchas enfermedades mortales, actualmente no lo son. Le pongo otro ejemplo: La Anemia Peniciosa, enfermedad fatal que se llevó muchas vidas y cuando muchas familias habían optado por resignarse a la muerte inminente del paciente y habían abandonado la esperanza de su mejoría, suspendiéndoles las Transfusiones, apareció la solución, la Vitamina B 12, que cambió totalmente el pronóstico de la enfrmedad. No desconozco que existen otros casos que no me ha tocado ver, pero creo que debemos seguir luchando por permitir la existencia de ambos seres.
Muchas veces me llegan mujeres que sus médicos les han prohibido embarazarse por riesgo vital y ellas están dispuestas a correr este riesgo con el único fín de experimentar la maravillosa experiencia de tener un hijo. Con ellas hacemos un plan de acción y controles estrictos y hemos tenido sólo éxitos. Si esto logra aclararle en parte mi posición. Le agradeceré no atacarme, porque seguiré en este camino sin poner en riesgo vidas inocentes. No hay que resignarse al aborto terapéutico, que antes eran muchas las indicaciones, pero que con los adelantos que en la actualidad contamos, cada vez son más escasos. No hay para qué legislar. Hay muchos temas que ameritan ser legisladas, pero este tema en especial, se defiende por sí solo. De la terrible experiencia de Carmencita, no conozco los detalles de la indicación de su aborto. Pero a, lo mejor en mi ignorancia, peco de soberbia y me expongo al oprobio de la opinión de los que indicaron su aborto terapéutico. Estimo que la hirieron doblemente. Al daño moral del que fue víctima al ser violada por su padrasto, se le agregó el daño de su infantil conciencia, convirtiéndola en culpable de un delito y excomulgada. No señores, ella fue víctima y también fueron víctimas esos dos seres que se gestaron en su juvenil vientre.
No sé la envergadura de la niña, pero sí sé que hay tradiciones en que las niñas se embarazan en la Menarquia y logran hijos sanos. A esas niñitas hay que protegerlas, acogerlas y llenarlas de amor. Mostrarles un mundo bondadoso y acogedor, un mundo solidario. La llevaron a un lugar obscuro de vergüenza y temor, que la dejarán marcada para el resto de su vida. No sé en qué riesgo vital se encontraba, por lo que no me atrevo a opinar.
Atte.
Dra. Teresa Bravo.
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1 Comments:

Blogger Unknown said...

Sra. Teresa: Esclarecedor vuestro aporte personal sobre el aborto.
Ud. es el vivo ejemplo de respetar la vida del que está por nacer.
Si aplicamos el aborto terapeútico o el otro "a secas" ¿cuantas vidas útiles a la humanidad se perderán?
¿Cuantos Einstein, Beethoven, Liszt
Pasterur, Curie se perderán?.
El respeto a la vida es uno sólo y debe ejercerse SIEMPRE.

23 marzo, 2009 15:15  

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