miércoles, septiembre 24, 2008

DIALOGO EN BOLIVIA. Nelson Hadad.

Se ha iniciado en Bolivia un proceso de diálogo que busca descomprimir la compleja situación política y social entre el presidente Evo Morales y los prefectos opositores de los Departamentos más importantes del pais.
Existe una crisis de Estado, de una Bolivia con dos visiones contrapuestas que no han logrado ser armonizadas en el proyecto de Constitución.
La constitución como ley fundamental de la república debe ser inclusiva y el reflejo de los consensos mayoritarios del pais.
Bolivia vive aún momentos de tensión y bajo un clima confrontaciónal que podrían provocar una nueva crisis interna y gatillar un proceso de desmembración territorial, afectando la estabilidad y gobernabilidad futura del pais.
En un clima de intransigencia y desconfianzas mutuas, al presidente Morales, como la primera magistratura de la nación y en resguardo del interés superior del pais, le corresponde hacer un gesto de la máxima responsabilidad política para evitar la polarización y agudizar el conflicto interno.
Su proyecto refundacional que busca imponer una nueva constitución de corte socialista y de reivindicación indigenista encuentra una fuerte resistencia en la mayoría de los Departamentos del país, cutos prefectos también fueron ratificados con altas mayorías en el reciente referendum revocatorio.La historia de Bolivia demuestra la necesidad de consolidar una cultura del diálogo que ponga término al ciclo vicioso que la divide y que desemboca en el descontento popular y el estallido social.
Al cumplir el 183 aniversario de su vida republicana, Bolivia, la hija predilecta del Libertador Simón Bolívar, interpela a su clase política para abrir un espacio de diálogo social y político entre todas las fuerzas vivas de la nación que les permita transitar por el camino del entendimiento y los acuerdos para resolver los grandes problemas que aquejan al país.
La lógica de la confrontación que conduce a una sociedad polarizada, debe dar paso a la lógica de la cooperación y a la construcción de puentes de convergencia y de unidad nacional a través de un pacto de gobernabilidad que permita consensuar el proyecto constitucional del Ejecutivo y las aspiraciones autonómicas de los Departamentos.
Chile observa con preocupación, pero con respeto el complejo desarrollo de los acontecimientos en Bolivia y debe mantener su tradicional posición de no intervención en los asuntos internos que son de exclusiva competencia del pueblo boliviano y valora también el rol de las instituciones regionales e internacionales como observadores y facilitadores del diálogo iniciado.
Nelson Hadad
Ex embajador de Chile