jueves, abril 10, 2008

Hemos leído, oido y visto numerosos comentarios y puntos de vista acerca de la denominada "píldora del día después", muchos de ellos ofensivos y descalificadores en contra de quienes se atreven a actuar según lo dicta el cargo que están ejerciendo teniendo como contraparte la propia conciencia.
El tribunal Constitucional tiene la atribución de "interpretar" la Constitución de Pinochet (¿O de Lagos?), acerca de lo que ella estipula.
Si hay quienes desean aprobar algo distinto el camino no es "interpretar" la Constitución ni denostar a quienes la interpretan distinto a nosotros, sino derechamente introducir un texto de reforma constitucional que pueda relativizar el derecho a la vida y hacerlo aprobar en el Parlamento.
Frente a esto quienes quieren realizar estos cambios deben convencer al Pueblo de Chile acerca de las bondades de dicha reforma y elegir parlamentarios "ad hoc".
Ahora, podríamos señalar que: Primero fueron los no natos..."
Braulio Contador