domingo, diciembre 09, 2007

El mediador que llegó tarde. Andres Rojo

En algún momento, a finales de la década de los cincuenta, un quinceañero Eduardo Frei debió ser abordado en los pasillos del Instituto Luis Campino por un muchacho un año menor, flaco y colorín, llamado Adolfo Zaldívar, que, entusiasmado por su ingreso a la naciente Democracia Cristiana, debe haber tratado de entablar conversación con el silencioso Eduardo para expresarle su admiración por su padre, quien sería pocos años después el primer Presidente DC de Chile.
Ninguno de los dos sospechaba que Frei hijo también sería Presidente de la República y que, medio siglo más tarde, el flaco colorín de aquel entonces tendría a la DC sumergida en una intensa disputa debido a su afán de seguir los mismos pasos.
Menos suponían que la otra protagonista de esta historia, mujer y siete años más joven, seguiría un camino que la llevaría al Liceo de Niñas Nº 1, y que por ello, y por la diferencia de edad, Soledad Alvear perdería la oportunidad de forjar una de esas amistades adolescentes que tanto sirven en la vida adulta.
Este escenario es el que explica que una frase que Adolfo Zaldívar ha dicho casi sin querer en los últimos días, a propósito de la reaparición de Frei, sea tan significativa: "Con Eduardo somos amigos desde el colegio". Con eso, el senador por Aysén marcó un vínculo que, sin ser estrecho, se extiende por años y que, de paso, deja fuera a Alvear.
Quizás fue ese desprecio, sumado a las ansias de protagonismo de Frei, lo que encendió las luces de alarma en el alvearismo, desatando un inédito rechazo a las buenas intenciones del titular del Senado hasta marzo próximo , ex Presidente, ex timonel de la DC y dueño de uno de los mejores apellidos del falangismo. Porque Frei no es visto sólo como un eventual competidor en la carrera a La Moneda, sino que, además, se le clasificó de inmediato como un no alineado con la directiva. Tampoco es que Frei Ruiz-Tagle sea partidario del líder colorín, pero el solo hecho de que sus palabras le sirvieran al sector de Zaldívar para responsabilizar del conflicto a la directiva de Alvear significó que el oficialismo de la DC asumiera que el ex Presidente no comparte el afán por la expulsión de Adolfo. Y, en especial cuando se trata de despejar de obstáculos la carrera de Soledad Alvear, quien no es aliado se transforma en adversario.
MEDIACIÓN TARDÍA
Si lo que Frei deseaba era aparecer como salvador de la crisis, sólo encontró oídos y parciales en uno de los bandos en pugna. El senador Hosaín Sabag, distanciado del grupo colorín, introduce un matiz en las pretensiones de Frei: "Si la militancia estima que él puede formar o integrar una lista de unidad, evidentemente su nombre puede estar disponible, pero él no está buscando ningún cargo especial del partido ni otro". O sea, puede ser presidente en una lista de consenso y se espera que sea el "pueblo DC" quien se lo pida. Para eso, Frei está ya recorriendo el país, igual que casi todos los demás.
En cuanto al líder colorín, Sabag puntualiza que hay que diferenciar entre el episodio del Transantiago, que podría ser defendido, y las posteriores declaraciones de Adolfo Zaldívar sobre la honorabilidad de la directiva y que le valen que esté "hoy día muy cuestionado". Sabag añade: "Espero que podamos buscar una solución, que lleve paz y armonía a nuestra colectividad, que calme los espíritus. Estas peleas nos desangran y nos destruyen, y la única forma de salir adelante es buscando esa paz".
Otro parlamentario que se alejó hace rato del colorín es Pablo Lorenzini, para quien la forma en que apareció Frei, posando para la foto con Zaldívar, resulta contradictoria de cara a la ciudadanía. "Habría sido mejor esperar lo que resolviera el Tribunal Supremo y después hacer un planteamiento general", dice.
Tan cercano a Soledad Alvear que la acaba de proclamar como su candidata presidencial en Talca, Lorenzini dice creer en las buenas intenciones de Frei, pero advierte que lo concreto es que la batalla en la DC "se complica porque entra más gente al debate", y advierte que ya no es posible mediar. "Ya se excedió el ámbito de lo político en el Consejo Nacional, y las presentaciones de la directiva, con o sin fundamentos, no son un chiste". La única mediación posible, a su juicio, la encarnó Andrés Zaldívar, pero esa oportunidad también pasó.
El vacío hacia la oferta de Frei también es responsabilidad de Zaldívar, pues sus dichos vinculando a la directiva con hechos de corrupción terminaron por alinear incluso a quienes no se identifican con ninguno de los bandos, como Eduardo Saffirio. Al menos, dice, hasta que el senador por Aysén dé explicaciones por sus dichos.
"La mesa del partido no es media asociación ilícita; o es gente honrada, que es lo que yo creo, o es gente deshonesta. Y yo tengo amigos en esa mesa por los cuales pongo las manos en el fuego, como Jorge Burgos y Sergio Micco, dos políticos de intachable calidad moral y que forman parte de esa mesa que ha sido tratada de asociación ilícita. Aquí se han dicho cosas de tal gravedad que no hay espacio a mediación ninguna. Me parece muy loable el espíritu del senador Frei, pero aquí hay puntos en los que no es posible mediación", señala el diputado por Temuco.
Junto con reconocer que la intervención de Frei puede servir a "bajar las pasiones", Saffirio precisa que en algunos aspectos es posible un consenso como la implementación del Congreso Ideológico y el fortalecimiento de la DC , pero "en otros las cosas son en blanco o negro".
LA CARRERA A ALAMEDA 1460
Los colorines reconocen el peso de Eduardo Frei, pero prefieren esperar la marcha de las cosas. Como señala el diputado Jaime Mulet, tras recordar las coincidencias de Frei y Zaldívar en el Transantiago, "todavía" no es el momento de plantear una directiva de consenso. "Frei es una persona que tiene todo nuestro aprecio y puede volver, [pero] hay que ver los escenarios caso a caso. Yo creo que él es un presidenciable para el partido y para el país, pero hay que ver en qué condiciones, qué ocurre. Estamos en un proceso bastante complejo".
De todos modos, la carrera por la Presidencia de la República tiene una etapa previa, que es la presidencia de la DC, para la cual Frei se ofreció casi como un voluntario que va al sacrificio. Ello obligó a Soledad Alvear a anunciar casi de inmediato su deseo de buscar la reelección, y olvidarse de extender su mandato hasta las municipales, como era el plan antes de la crisis. Ello, sin duda, debido al recuerdo amargo de su precandidatura presidencial anterior, cuando Zaldívar dirigía el PDC y hubo acusaciones mutuas sobre el apoyo que recibió en una competencia que finalmente ganó, por abandono, la actual Presidenta, Michelle Bachelet.
El propósito de Soledad Alvear por conservar la campanilla y el timbre de Alameda 1460 no tiene en Frei a su único obstáculo, aunque hasta hoy parezca el más serio; Marcelo Trivelli sigue en su campaña por hacerse de la precandidatura a La Moneda, y el diputado Gabriel Ascencio aliado circunstancial de los colorines pero proveniente de los ahora dispersos chascones, con los que ha estado reforzando amistades mantiene su postulación a la presidencia DC.
Los anuncios de Alvear y Frei por recorrer el país, reuniéndose con la militancia, han sido interpretados como una demostración de su compromiso con la elección interna prevista para abril-mayo de 2008. Pero Trivelli advierte que él lleva seis meses en la carretera y en el círculo de Ascencio informan que tienen otros dos meses en lo mismo. Además, a los posibles candidatos hay que sumar, además, al propio Adolfo Zaldívar, que tenía previsto llegar a Concepción este fin de semana.
BUSCANDO CULPABLES
Uno que valoró la intervención de Frei en cuanto a "focalizar el accionar político de la DC en Chile y su gente" es Marcelo Trivelli. "Es bueno que se involucre. Le hace bien a la discusión política y es positivo que se haga de forma pública, porque en un partido político la ropa sucia se lava en público", señala a LND, al tiempo que plantea la conveniencia de que, como él lo hizo, las aspiraciones presidenciales de todos se hagan explícitas.
Sin embargo, Trivelli sí reconoce cierto grado de inocencia de parte de la segunda autoridad política del país. "Cuando se llama a la paz no pasa nada, son procesos más largos. Pero hay que mantener la esperanza", dice.
En el mismo sentido, cercanos a Ascencio
quien se encuentra fuera del país advierten "cierta inocencia" de Frei al proponer una mesa integrada de hecho, el alvearismo ya descalificó la sugerencia , pero advierten: "La política es dinámica y estamos abiertos a todo lo que nos permita que Gabriel sea el presidente del partido, o que se logre la solución más adecuada para asegurar la integración".
Este sector valora, como los colorines, que Frei haya apuntado a la responsabilidad de la directiva en la actual crisis, y, aunque no olvidan la culpa de Zaldívar, agregan que una eventual expulsión no soluciona nada, "porque se va a disparar desde fuera y desde adentro, y se va a estar buscando siempre la reincorporación de Adolfo".
Los "ascencistas", además, coinciden con los chascones que están con Soledad Alvear facción que lidera Mariano Ruiz-Esquide en cuanto a que no puede presidir la DC quien tenga aspiraciones palaciegas: "Ya hay experiencia en eso, y ha sido un desastre", dicen. "A estas alturas hay que ir a una elección [de la presidencia DC] derechamente para crear liderazgos. Sin duda, Soledad es la mejor posicionada, pero hay otros candidatos y es necesario que la militancia decida,en un proceso en el que exista el compromiso absoluto de los derrotados para apoyar al ganador o ganadora".
Sin ganas de comentar la actuación de Frei "para no inflarlo", dicen , los chascones-alvearistas advirtieron por medio de una declaración que la crisis DC es fruto de un proceso largo. "Una seguidilla de errores ha llevado a que el deterioro de la convivencia se trate de recomponer por la vía de la imposición, desde uno y otro lado Estamos frente a grupos que no tienen voluntad de construir acuerdos y son incapaces de superar sus diferencias históricas que se arrastran por casi 40 años. En este permanente conflicto se han destruido mutuamente y están llevándonos a la destrucción del Partido Demócrata Cristiano. En los últimos 15 años, figuras como Valdés, Foxley, Alvear y Zaldívar, entre otros, han caído victimas de la mezquindad de unos y otros".