jueves, junio 28, 2007

.LA AUTOLIMITACIÓN DE LA LIBERTAD...Carlos Amtmann...Valdivia..."ciudad que calma los animos"

El tema de los alcances de la libertad individual constituye desde la antigüedad una de las preocupaciones más centrales en la vida de las personas, en la vida en comunidad y en el bien común.
Los liberales que hacen del laissez-faire la principal norma de la convivencia social, ven el mundo inundado de amenazas a las libertades individuales por parte de gobiernos, grupos de poder y diversas formas de organización social. Sostienen que las sociedades se desarrollan cuando a los individuos se les garantiza el máximo de autonomía posible.
Por otra parte, hay quienes en función de fines comunes prestan poca atención a la libertad individual, tanto en lo que respecta a sus necesidades como a la expresión de sus juicios y aspiraciones, privilegiando el orden social.
En ambos casos, se presta poca atención al otro principio, y entre quienes se centran en el orden social hay muy pocos a los que también les interese la libertad, y a la inversa, entre quienes centran el pensamiento en la defensa de la libertad, hay muy pocos a los que les interese el orden social. Aún más, en ambos casos se tiende a implicar que la mejor manera de sostener la otra virtud es prestar atención a la que a ellos más les preocupa: argumentan que la libertad se sostiene mejor cuando el orden es firme, o bien que la sociedad se ordena mejor cuando se maximiza la libertad.
Por el contrario, como lo ha destacado Amitai Etzioni, importante comunitarista norteamericano, la libertad individual debe equilibrase con la autonomía. El paradigma comunitario implica la noción de que la regla de oro en el ámbito social lleva a caracterizar a la buena sociedad como una sociedad que fomenta tanto las virtudes sociales como los derechos individuales.
El contenido ético de lo que inspira al orden social, las virtudes que modelan el orden social, han inspirado a través de los siglos a muchas personas para organizarse en función de acciones conducentes a lograr la aceptación social de determinados valores.
Con tal propósito, en una determinación crucial, las personas adoptan la decisión de limitar su propia libertad en aras de los valores que le inspiran.
Este es un acto de gran trascendencia individual y comunitaria: entrego parte de mi libertad con la finalidad de compartir acciones en función de que los valores e ideología comunes se extiendan en la sociedad.
Esto supone el juramento por la militancia política.
Esto es lo que contradice la Constitución que nos rige.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Realmente me siento agradecido por tu aporte. En momentos de crisis, como dicen los que saben, se debe recurrir con calma y paciencia a la fuente.
Seguro para ti será más fácil, tu maravilloso entorno ayuda a la buena reflexión.
Es la hora de calmar las pasiones y reencontrarnos en nuestra esencia. Si no la posibilidad de seguir construyendo un Chile distinto, mas justo y mas humano se nos seguiría escapando por nuestras propias mezquindades.
Las candidaturas, las humoradas, las entrevistas y sus campañas deben esperar, los protagonismos están dados para la reflexión seria de lo que estamos viviendo y como JUNTOS salimos de esta fortaleciendo nuestra misión.
Simplemente gracias

Pato Reyes

29 junio, 2007 00:58  

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