martes, abril 10, 2007

....HAAA...MIERCOLES¡¡¡...UNA JOYITA... DE SERGIO ALVAREZ....

Estaba en primer año de universidad cuando un viejo camarada me pasó un libro de Teilhar de Chardín, “El porvenir del Hombre” (libro que todavía tengo en mi biblioteca personal). Poco entendí de libro, pero quedé flechado. Había leído a Mounnier y a Maritain, pero era Chardin quien llamaba mi atención.
Tiempo después en un orden que no me acuerdo leí tres libros en un cierto espacio de tiempo: uno de ellos fue “El Campesino del Garona”, de Maritain; en él el filósofo acusa que fue mal interpretado por los ideólogos de la Democracias Cristianas, que por personalismo quiso decir otra cosa al igual que por comunitarismo. En otro momento leí “El mensaje Humanista” de Eduardo Frei Montalva, aquí Frei hace toda una reverencia al Papa Juan Pablo segundo en quien ve la revitalización del mensaje humanista cristiano; para ese entonces mensaje decaído y que no tenía aceptación en el concierto de las naciones. Y finalmente leí “Tren ensayos acerca del futuro” de Claudio Orrego Vicuña; en este libro Orrego se queja del desamparo en que encuentran los países del tercer mundo… él ve en los valores cristianos la solución de los males que hasta ese entonces aquejaban al mundo.
Libros que dejaban un sabor amargo en la boca. El mundo estaba entrando en un espiral de violencia y el humanismo cristiano no era la solución.
Alguien, pagándome un favor, me pasó un libro de un tal Servan-Screiber (No lo tengo a mano, pero lo de Screiber si no se escribe tal así, por lo menos así es como suena). El libro se llama “El desafío Mundial”. Trata en su primeros capítulos de lo que ya sabía: la diferencia radical entre el Norte y el Sur, entre países ricos y pobres y las escasas y poco fiables soluciones planteadas para enfrentar los problemas que se avecinaban (poca producción, contaminación y explosión demográfica). En la segunda parte del libro el autor planteaba la solución con el milagro japonés… y el auge de las computadoras. Demás está decir que fue un rayo de esperanza (especialmente que lo leí en los momentos más oscuros de la dictadura).
Pasó el tiempo. En la bibliografía del Desafío Mundial encontré a Toffler… (El Shock del futuro, La Tercera ola y Los cambios del Poder) y con él a otros futurólogos, entre ellos a Druker. Para mí el mundo ya tenía solución. Sigo leyendo a estos tíos.
Estas y otras lecturas me fueron llevando por caminos diversos. Uno de ellos fue leer sobre física cuántica. Hasta que caí con libros de Laslow, Priban, Sheldrake, etc. Todos grandes físicos… Y estos y otros tenían como gurú a Teilhard de Chardín.
Estos últimos años he estado leyendo a Fritjof Capra (El punto crucial, Conexiones profundas, La trama de la vida). Es para quedar con los ojos en blanco. Y ¡oh, sorpresa! Aparecen dos chilenos: Francisco Varela y Humberto Maturana, los autores de una teoría llamada autopoiesica (o autopoyésica).
Creo que la salida ideológica de la Democracia Cristiana Chilena es dejar atrás a Maritain (un hombre que no previó el mundo futuro) y leer más a Teilhar de Chardin (el hombre que sí tuvo una visión de futuro como plantear la globalización casi con 60 años de distancia).