lunes, marzo 26, 2007

La crítica colorina se hará multicolor ...Roberto Avila Comite Central .P.Socialista...

El sector de la Democracia Cristiana que lidera el senador Adolfo Zaldívar ha venido realizando una serie de críticas al modelo económico el cual proponen debe ser corregido. La crítica de este sector democratacristiano, que en el argot político se conoce como “los colorines”, tiene a mi juicio tres ejes direccionales:
1.- Un cuestionamiento a la concentración de la riqueza que produce una brutal desigualdad económica y social. Es de hacer notar que de acuerdo al Indice Gini, validado internacionalmente para medir la desigualdad, Chile se encuentra en el lugar 113 entre 142 países medidos. Cabe agregar que 443 mil chilenos viven con menos de 550 pesos diarios y otros tres, entre ellos Sebastián Piñera, han ingresado al exclusivo club de los super millonarios a nivel mundial.
2.- La crítica al maltrato que recibe la clase media que en lo económico se expresa en las Pymes. Esto es una realidad evidente, pues CORFO ayuda en lo sustancial a las grandes empresas y no a las Pymes. De su parte, el Banco del Estado actúa de manera inmisericorde con éstas e impone mayores rigores crediticios que la banca privada utilizando los antecedentes comerciales que llaman el “histórico”.
3.- La denuncia del abandono estatal a ciertas instituciones que forman parte del alma de la república, como es la Universidad de Chile.
4.- La crítica al establecimiento de una transversalidad fáctica entre un sector de la DC y uno del PS que ha instalado una lógica conservadora en la coalición y que, en definitiva, pone al Estado al servicio de los grandes grupos económicos, con tal eficacia y lealtad que la derecha económica ya no necesitaría a la derecha política.
El planteo colorín que viene desde una perspectiva de las clases medias se entronca nítidamente con la médula ideológica histórica de la falange.
Se les descalifica señalando que se estarían abriendo a entendimientos con la derecha. No se observan actitudes políticas en este sentido que permitan confirmar esta afirmación.
La crítica colorina recoge algo que esta en la esencia fundacional de la Concertación; democratizar política y económicamente el país.
Se plantea que la incubación de contradicciones sociales como las que vienen anidando en Chile puede producir un gigantesco estallido social.
Creo que la mayoría de las cosas que sostienen los colorines son sentidas por el grueso del electorado concertacionista. La petrificación de nuestra coalición, en la que no se ha abierto un debate ciudadano sobre los grandes temas país, ha impedido procesar esta critica potente y bien fundada. En una estructura transversal, fáctica y cupular se ha preferido más bien optar por la reacción excluyente olvidando que después de 16 años bien vale hacer una reflexión sobre los rumbos a seguir.
Algo de esto se planteó en un Consejo General del Partido Socialista del año pasado, en el sentido de abrir un debate concertacionista en todo el país, región por región, que recogiera no sólo el sentir de la militancia sino también el del pueblo concertacionista. Lamentablemente,y pese a los deseos socialistas, esto no se llevó a la práctica.
Gobernar es algo más que administrar visitando ciudades e inaugurando pequeñas obras sociales.
Por todo lo anterior creo que la crítica colorida se hará multicolor y en su momento abarcará todo el arcoiris concertacionista. Aunque claro está que los socialistas deberíamos preferir desmantelar el modelo neoliberal antes que corregirlo. Pero criticar ya es bueno para partir. "
Roberto Ávila Toledo. Miembro del Comité Central del PS de Chile