martes, noviembre 21, 2006

...PRIMERA PARTE...ENTRE NEVEROV Y LAS CUENTAS DEL GRAN CAPITÁN....

Entre Neverov y las Cuentas del Gran Capitán:
EL DERECHO A LA INFORMACIÓN Y LA TRANSPARENCIA DEBIDA.
Giacomo Marasso B. Martín Garrido A. Las alertas tempranas que hemos advertido a contar de un conjunto de situaciones producidas en la historia reciente de nuestro País, tales como las tendencias a la corrupción, a la concentración del poder, a la distribución injusta de la riqueza, a la dependencia del cobre para nuestro crecimiento, al secretismo público y también el privado, nos hacen comprender los graves perjuicios y los grandes riesgos que representan estos verdaderos “lastres” para nuestras aspiraciones de futuro y progreso. Es el ánimo y la esperanza de todos los chilenos que las autoridades enfrenten esta coyuntura con una actitud pro-activa y resuelta que se traduzca en soluciones de fondo. Con la confianza que nos inspira la Presidenta Bachelet, queremos expresar nuestra absoluta convicción de que nos encontramos ante el desafío histórico de emprender ahora profundas transformaciones políticas y económicas que conduzcan a nuestro País a un estado de desarrollo justo, equitativo y solidario, con políticas públicas coherentes con tales objetivos.
Es así como en nuestro horizonte más cercano aparecen con más fuerza que antes un conjunto de tareas que consideramos impostergables y realizables. Éstas son:
- El establecimiento de un nuevo Régimen Político que asegure y favorezca sistemáticamente una mayor participación ciudadana y garantice la efectiva desconcentración del poder.
- El desarrollo sustentable y autónomo de todas las regiones de Chile, de manera que se conviertan en verdaderos polos de productividad y bienestar.
- Una Reforma Constitucional que consagre el Derecho a la Información y a la Comunicación de los ciudadanos.
- La real transparencia del aparato público y de la sociedad.
- La opción preferencial por las pequeñas y medianas empresas para un desarrollo económico productivo y transformador.
- La formación de una cultura empresarial desde la edad más temprana.
- La centralidad de la familia en las políticas públicas.
- La integración de América Latina que nos permita participar con dignidad y fuerza real en el mundo globalizado.
A nuestro favor tenemos el hecho de que, en los últimos años, nuestro país ha logrado forjar un formidable capital histórico y político con la democratización y la reconciliación nacional, con la verdad y la justicia en los casos de derechos humanos, con la impresionante reinserción internacional que nos sitúa como el país más globalizado del mundo y con la creciente superación de la pobreza extrema.
Este capital nos permite abrigar la esperanza de que, con el aporte, conjunto y diverso a la vez, de los Poderes del Estado, de la sociedad civil y de los partidos de Gobierno como los de la Oposición, Chile dé el gran salto hacia la madurez democrática, con instituciones que funcionen estructural y operativamente; hacia la fortaleza, productividad y diversificación del sistema financiero y económico, que aseguren el libre y eficiente movimiento de capitales con la concurrencia de la más amplia iniciativa empresarial; hacia la difusión de las infraestructuras física y electrónica y, finalmente, hacia la Modernización del Estado en su institucionalidad reguladora y burocrática.
Creemos que para concretar la ansiada Modernización es básico e imprescindible que el Estado y la sociedad tengan la debida transparencia de todos sus actos. Las decisiones que toman y las acciones que emprenden los distintos actores del Gobierno y de quienes se relacionan con éste desde el mundo privado, del Parlamento y de la Judicatura, deben ser conocidas por quienes pagamos los impuestos que permiten que el Estado funcione como tal.
Todos los ciudadanos debemos tener acceso a la información que importan las decisiones tomadas, los proyectos emprendidos y los recursos invertidos.
Asumir esta empresa transformadora requiere de un gran coraje nacional.
En concreto, tenemos que atrevernos a pensar, comunicar, compartir y realizar una estrategia política nacional que contemple:
- la efectiva participación ciudadana sobre un “empowering” y que las decisiones y sus recursos sean conocidos por quienes sean objetivamente beneficiarios.
- que las autoridades públicas deban realizar su “accountability”, dando cuenta de su gestión, de sus resultados, de la eficiencia con la que actuaron y del valor agregado a los objetivos definidos. Esto supone la entrega de Memorias, estados financieros debidamente auditados e informes confiables.
- que los órganos de control del Estado: La Contraloría General, una vez situada en su post modernidad, y la Auditoria General de Gobierno vigilen todo el desarrollo de este proceso.
- que los sistemas electrónicos operen a plena capacidad para hacer accesibles todas las bases de datos con su información.
Sólo así se asegurará la Transparencia debida, situación que se traducirá en una gran fortaleza para Chile en su opción en el ranking de competitividad internacional. Por ejemplo, el convenio con la Unión Europea en el ámbito de pequeñas y medianas se verá indudablemente favorecido con esta nueva realidad.
Cabe enfatizar además que todas estas tareas son interdependientes porque son parte de una acción necesariamente sistémica. El éxito de cada una de ellas depende absolutamente de su tratamiento simultáneo y de su logro sincronizado.