Propuesta Voto Politicoi. Junta Nacional de la Democracia Cristiana Chile con igualdad en una Patria para todos
Junta Nacional de la Democracia Cristiana
Chile con igualdad en una Patria para todos
en el 55º aniversario
de la fundación del
Partido Demócrata Cristiano
2012.06.16
1. «El Partido Demócrata Cristiano de Chile profesa el humanismo como base de su acción». Estas palabras, con las que comienza el manifiesto Una Patria Para Todos del 6 de octubre de 1977, testimonian el compromiso político esencial de la Democracia Cristiana. El mismo mensaje, escrito en el exilio por el maestro Jaime Castillo Velasco en momentos cruciales para el país, nos recuerda que los valores profundos de la vida histórica de Chile son las «nociones del humanismo y la democracia verdaderos».
2. Hoy, a cincuenta y cinco años de la fundación del Partido Demócrata Cristiano, reconocemos en el humanismo pleno —aquel que vivifica la caridad y es guiado por la verdad—, el fundamento moral de nuestra acción política y un componente vital de la tradición republicana y democrática de nuestra patria. Sin él no es posible pensar la humanización de la sociedad ni la lucha por el respeto y la dignificación de las personas. Por él nos sentimos convocados a una tarea solidaria, de bien común, de compromiso con la justicia y con el desarrollo de los derechos y de las necesidades de todos, especialmente de los pobres, los marginados y los indefensos.
3. Inspirados por tales convicciones, declaramos nuestra disposición al diálogo y llamamos a la colaboración de los demócratas para superar la crisis de confianza, de legitimidad y de representación que sacude a las instituciones y lesiona la convivencia pacífica de los chilenos. Los brotes de inestabilidad, ingobernabilidad y violencia que han aparecido en meses recientes, de cuya gravedad dan cuenta las peticiones de perdón del Presidente de la República, constituyen síntomas preocupantes de aquella crisis. Ellos irrumpen estimulados por la incapacidad del régimen político y, principalmente, de quienes detentan mayor poder y autoridad, para acoger y satisfacer las demandas de igualdad, justicia, participación y tolerancia de los chilenos. La marcha del país ya no resiste dicha esclerosis institucional, mantenida a lo largo del tiempo mediante claves constitucionales que burlan la voluntad popular, y que tienen como única justificación de su prolongada existencia la defensa dogmática de un modelo económico que, carente de legitimidad de origen, concentra poder, ahonda las brechas sociales, genera miseria, y desnacionaliza las riquezas básicas de la nación.
4. Chile necesita avanzar hacia una democracia madura y, por eso, la reforma constitucional y el mecanismo que exprese la voluntad soberana del pueblo, se tornan imperativos insoslayables. Propugnamos enmiendas constitucionales y legales que sustituyan el sistema binominal por otro proporcional, pongan término a los quórums calificados, impulsen la descentralización del Estado y la regionalización de competencias, la elección directa de los consejeros regionales, el fortalecimiento de las facultades de los municipios, la modificación de la ley de partidos políticos, el financiamiento público de las organizaciones políticas, el voto de los chilenos en el exterior, y las primarias vinculantes, iniciativas que, unidas a la inscripción automática por la cual cientos de miles de jóvenes chilenos decidirán por primera vez su futuro, contribuirían a descomprimir las presiones acumuladas.
5. Chile precisa progresar hacia una organización económica que asiente un Estado de Garantías y de Protección Social, cautele el interés nacional, y asegure el funcionamiento demercados realmente competitivos. Ello importa introducir cambios en la estrategia de desarrollo para restablecer el valor del trabajo humano, poner frenos a los poderes oligárquicos y a los compromisos políticos contraídos con dichos poderes corporativos, transitar hacia la plena nacionalización del cobre y del litio, instituir la propiedad pública de los derechos de aguas, proteger los recursos marítimos y pesqueros, y conciliar una nueva matriz energética con las necesidades presentes y futuras del desarrollo nacional. Aspiramos a una reforma tributaria que corrija la injusta distribución del ingreso, elevando al 25 por ciento los impuestos a las empresas y bajando a la misma tasa los impuestos a la renta, que no paga la mayoría de los contribuyentes de altos ingresos.
6. Chile demanda una organización social que asegure el acceso de todas las personas a los recursos y a los derechos necesarios para mantener vínculos de interdependencia con todos. Aspiramos a una sociedad de derechos universales, indivisibles, complementarios, exigibles y justiciables, en suma, garantizados explícitamente para acceder a las prestaciones de salud, vivienda, educación, alimentación, previsión y protección social. Procuramos políticas de desarrollo urbano a escala humana, del agro y de preservación del medio ambiente. Anhelamos reformas al Código del Trabajo que reconozcan la negociación colectiva y la participación de los trabajadores en las empresas. Postulamos un diálogo social institucionalizado entre el Estado, los trabajadores y los empresarios para decidir sobre tributos, protecciones y productividad laboral.
7. Chile necesita elevarse por sobre el afán de lucro que invade la vida nacional y mueve al consumo como único medio de integración social. Aspiramos a estándares éticos y culturales que aseguren el ejercicio efectivo de los derechos de última generación, como son el derecho a la educación superior, a la memoria ancestral, al patrimonio de las etnias, y a la propiedad genética nacional de especies vegetales. Buscaremos adecuar la legislación que protege estos derechos, ratificados o en proceso de discusión, para prevenir y reparar actos atentatorios o abusivos. De igual modo, velaremos porque se apliquen las regulaciones de la OCDE en materia de inversiones internacionales y de evaluación de impacto sobre los derechos humanos. Defendemos una política migratoria orientada a un modelo social de protección efectiva de los migrantes, de sus derechos y libertades económicas fundamentales, entre éstas, el acceso igualitario a la justicia, a coberturas de salud y alimentación, educación, así como la erradicación de la precariedad laboral y previsional.
8. Chile requiere una política internacional sensible a las sucesivas crisis alimentaria y financiera de los últimos años, y a la lucha por el control de las matrices energéticas tradicionales. Demanda una posición de liderazgo en iniciativas colectivas y multinacionales que presten atención a los problemas de defensa, de seguridad nacional, de ciudadanía social, de uso de los recursos naturales y de mitigación y adaptación al cambio climático. Precisa una diplomacia que amplíe su campo de acción, apoyando la labor de organismos humanitarios y de organizaciones no gubernamentales, y que, al mismo tiempo, se profesionalice siguiendo principios de cooperación solidaria, de colocación estratégica de personeros chilenos, y de difusión de programas y experiencias pioneras en materia de derechos humanos,gobernanza y finanzas públicas. Postulamos un paradigma de integración solidaria con América Latina, para fortalecer la democracia, las libertades y la justicia social. Proponemos la consolidación de un bloque comunitario, geopolítico y económico, que asegure la prevención y la solución pacífica de los conflictos gubernamentales, y entre privados y gobiernos nacionales, lo cual envuelve acortar las brechas económicas entre los países más y menos desarrollados.
9. Para concretar este programa de reformas la Democracia Cristiana manifiesta su voluntad de concurrir a la formación de una Gran Mayoría Nacional, que permita alcanzar el gobierno, pero sobre todo, asegurar su estabilidad y gobernabilidad futuras. Se han ofrecido tres caminos para abordar los desafíos de este tiempo. El primero ha insinuado la creación de un bloque de izquierda que, constituido por el Partido Radical, el PPD, y el Partido Comunista, deja fuera a los partidos Socialista y Demócrata Cristiano. El segundo ha sugerido que la Democracia Cristiana abandone la Concertación para conformar una fuerza de centro derecha junto a Renovación Nacional. Ambas políticas de alianzas nos parecen erróneas porque dividen a la coalición progresista más exitosa de nuestra historia, introducen el fraccionalismo en sus partidos fundadores, y no garantizan la formación de mayoría. Con ello sólo se conseguiría reeditar la política de tres tercios que en el pasado impidió la convergencia entre el centro y la izquierda, entre el humanismo cristiano y el humanismo laico, entre las clases medias y los sectores populares, frustrando así la unidad política y social indispensable para sostener las transformaciones en curso.
10. El tercer camino, el que proponemos, busca sumar a partir de la mejor experiencia de colaboración de la Concertación, que es el lugar común de la acción democratacristiana, al más amplio abanico de corrientes políticas, organizaciones sociales e independientes que reconozcan filas en la oposición, y que deseen incorporarse a esta tarea. Los movimientos sociales, regionales y locales, como los de Magallanes, Aysén, Calama y Freirina, demuestran la viabilidad práctica de la vía unitaria y convocante que afirmamos. Y las primarias de Providencia, donde la Concertación se abrió a la participación de candidatos liberales e independientes, muestran el procedimiento más idóneo para dirimir la competencia presidencial y, de este modo, impedir una proliferación de ofertas y candidaturas en primera vuelta que sólo favorecería a la derecha. Por eso, desde y en la Concertación, trabajaremos con otros conglomerados para generar condiciones favorables a un Amplio Acuerdo Nacional que dé sustento político al futuro gobierno.
11. La Democracia Cristiana demanda de sus militantes un gran esfuerzo de elaboración política, técnica y estratégica. En concordancia con esta solicitud, la Junta Nacional acuerda:Mandatar a la Directiva Nacional para convocar la realización del Sexto Congreso Programático en el curso del presente año.Reorganizar las Comisiones Político-técnicas en torno a las materias y contenidos referidos a régimen político, organización económica, igualdad y cohesión social, ética y cultura, y relaciones internacionales, planteados en este voto.Reactivar el Plan de Desarrollo Estratégico del Partido.
En la confraternidad democratacristiana, Santiago, 16 de junio de 2012.
Laura Albornoz, Roberto Moreno, Rodrigo Albornoz, Jorge Consales, Claudia Pizarro, Pedro Hernández, Carlos Gardel, Carlos Aparicio y Juan Miguel Jara
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