miércoles, enero 05, 2011

La última semana del año, la peor semana del 2010 del "reguleque" gobierno. Julio Reyes V

No podía haber terminado peor el Gobierno. A pesar de todo su esfuerzo y despliegue televisivo con sus cuentas públicas en que tratan de convencernos de que el país nunca ha estado mejor, que el crecimiento de la economía es gracias a este gobierno, la realidad -aquella que se quiere evitar muchas veces- siempre se impone.

En la vida cotidiana, ya la gente siente que la nueva forma de gobernar era puro slogan, no había grupos Tantaucos, ni profesionales top que llegarán con ideas nuevas y se tuvo que recurrir a ex  y ex Gobernadores Seremis de la dictadura militar,a mujeres de las familias dinásticas de la derecha que no acreditan experiencia profesional, a jóvenes arrogantes que creen que las instituciones públicas son un símil del mundo privado y que no saben ejecutar el enorme presupuesto fiscal que administran, mostrando un nivel de ineficiencia impensado, especialmente en regiones.

Trató a fin de año de volver a sacarle punta al rescate de los 33 mineros y fue opacado esta última semana por las persecuciones racistas en el FOSIS y por las declaraciones descriteriadas de la ex directora de Junji Ximena Ossandón que mostraron al real gobierno derechista el que persigue, el que no tiene criterio y que mira con desdén al resto de la sociedad.

Y el último día, le llega la encuesta CEP, que revela que en su primer año -a pesar de todo el control mediático y especialmente televisivo- su popularidad sigue pegada al 44%, que lo que pudo ganar con el rescate de los mineros ya se dilapidó y esfumó y, vuelve a sostener su aprobación gubernamental en los que lo apoyaron en diciembre del 2009.

El dato más preocupante para el gobiernismo que a un 44% de la ciudadanía Piñera "no le da confianza" y que para un 56% lo consideran "lejano" o sea no ha logrado avanzar en estos atributos que hoy la ciudadanía valora como importantes en los liderazgos políticos modernos. 

A pesar de todo su esfuerzo por mostrarse dinámico, ejecutivo, incluso simpático, la gente ve que no cumplió sus promesas de campaña como la eliminación del 7% para los jubilados, la extensión del post natal y otras, que la delincuencia se mantiene -y que "la fiesta" de los delincuentes que el prometió terminar-; ahi está el origen de la desconfianza ciudadana.

Además en materias como la lucha contra la pobreza, el mejoramiento del sistema de transporte o la salud pública las evaluaciones positivas de la ciudadanía no alcanzan al 20%. El gobierno con esta encuesta debiera aprender que en las políticas públicas se requieren resultados, logros y mejores servicios para la gente y no simples anuncios televisivos. Ya la gente asumió que este gobierno es mucho ruido (mucha parafernalia televisiva) y pocas nueces (pocos resultados concretos).

Concluye así un año reguleque para Piñera y su gobierno. Esta posición de debilidad del gobierno no es aún capitalizada por la oposición, para quién también la ciudadanía muestra una baja aprobación, esencialmente por su falta de conducción política ahora que no está en el poder