Democracia Cristiana versus Propuesta de Mariano Fernández. Gonzalo Wielandt
He leído con interés la propuesta del Camarada Mariano Fernández Amunátegui como candidato a presidente nacional del PDC. Quisiera, en sentido, hacer una reflexión sobre el punto 10 de su propuesta, titulado: “La centralidad del PDC y el centro en política”.
El confirma nuestra visión como demócratas cristianos de ser un partido nacional y popular, lo que representa nuestro espíritu histórico. Sin embargo, presenta dos afirmaciones que resultan preocupantes del punto de vista formativo e ideológico.
La primera inquietante afirmación del camarada Fernández es: “Somos un partido más izquierdista que cualquier otro en materia de derechos humanos y de dignidad de las personas; también lo somos en las reivindicaciones sociales y económicas de trabajadores, campesinos, y desamparados”.
Camarada Mariano Fernández: La democracia cristiana no defiende los derechos humanos, la dignidad de las personas, los derechos de los trabajadores, campesinos y desamparados; por ser un partido más izquierdista que los demás, sino que lo hace motivado porque es un partido de inspiración cristiana, un partido consecuente con la línea filosófica e histórica del humanismo cristiano heredada desde Erasmo de Rotterdam y Tomás Moro, actualizada por Jacques Maritain, Jaime Castillo Velasco, entre otros. Camarada Fernández, la lucha de la democracia cristiana no es la lucha de la izquierda, sino que la lucha por el bien común, por una civilización del amor, por una sociedad comunitaria. No es una lucha de los que desconocen la soberanía popular del pueblo Hondureño. Usted lo sabe porque fue canciller. No es la lucha de quienes negaban atención a los disidentes cubanos en la Embajada de Chile en La Habana. Usted probablemente lo sabe, porque fue canciller.
Más grave aún resulta esta afirmación, cuando la dignidad de la persona, defendida reflexivamente por Jacques Maritain, es cuestionada por el liberalismo de izquierda que ha propietarizado en su concepción de la vida y de la sociedad las relaciones humanas. Más grave cuando olvida que San Alberto Hurtado es un ejemplo en la lucha por los trabajadores. No le entregue a la izquierda lo que ella defiende cuando le ha convenido. Pregúntele a quienes vivieron en Alemania oriental cuando el régimen totalitario de Honecker prohibía los sindicatos.
Nuestros socios de la izquierda son aliados, en tanto somos concertación, no son nuestros guías espirituales.
Una segunda inquietante afirmación es: “Somos más conservadores que otros en materias relacionadas a la defensa de la vida humana, visión de la familia y así podemos seguir una larga enumeración ideológico-programática que nos sitúa, a plena satisfacción nuestra, como una fuerza de vanguardia y de compromiso social”.
El defender la familia, en sus distintas realidades, y defender la vida, en sus distintas dimensiones, no implica ser conservadores. Ello responde a nuestras convicciones humanistas cristianas de la vida humana, por lo tanto no cosificamos un tipo de realidad de familia o de derecho a la vida, sino que la entendemos desde la dignidad de las personas y del bien común.
Es verdad camarada Fernández que “nuestro primer desafío como Partido es recuperar centralidad en la política chilena, pues actualmente nos dirigimos peligrosamente hacia la periferia del sistema político. Ahí tenemos el verdadero desafío de recuperar protagonismo para que nuestras ideas, principios y programas graviten en el futuro político de Chile”. Por eso, la democracia cristiana debe reposicionarse en el centro político, para que más allá de las derechas y más allá de las izquierdas seamos vanguardia social-comunitaria de la política chilena.
3 Comments:
Ya que se cita a Jaime Castillo, digamos que él concebía así el Centro Político: "...un partido centrista convertido en partido de administración se
propone simplemente administrar el orden establecido. No procede
revolucionariamente ante éste. Ni sus métodos ni sus fines, ni su espíritu ni sus
amistades buscan hacer nada que no sea conservar dicho orden. Ese orden es
simplemente el que rige el conjunto de relaciones sociales y políticas que
caracterizan la etapa en que se vive."
Tampoco Maritain otorgaba gran importancia definir izquierdas y derechas, salvo como atributos del carácter de las personas: Aquél que tiende a privilegiar el orden es de derecha. Por el contrario, aquél que privilegia la sesibilidad social es de izquierda. Sin embargo, para él, estos son atributos transversales, que pueden ayudar a agrupar personas en partidos afines, pero no son absolutas.
De acuerdo a lo anterior, la DC, tiende a ubicarse más a la izquierda en lo político-social, con mayor distancia de la derecha, y en tal sentido, tiene razón Mariano Fernandez
Esteban Cassot R.
Militante San Pedro de la Paz
Estimado Gonzálo Wielandt
Veo con mucha sorpresa las consideraciones que realizas al documento presentado por Mariano Fernández en el que éste plasmo el proyecto que pretende llevar a cabo de ser electo presidente del PDC.
Omites, creo intencionalmente, el contexto y la perspectiva con la que Mariano realiza esas afirmaciones, es evidente que desde el punto de vista político, especialmente desde una perspectiva internacional, los partidos de izquierda son precisamente aquellos más avanzados en materias de reivindicaciones sociales, no por nada en nuestro país y en el mundo son los partidos de izquierda quienes alcanzan votaciones mayores en sectores populares y sindicales.
Del mismo modo es evidente que concepciones propias del humanismo cristiano como la defensa de la vida y la promoción de la familia han sido asumidas por partidos conservadores aquí en Chile y en el mundo.
Lo que hace Mariano, objetivamente en su documento es señalar que nuestro partido no concibe extremos irreconciliables, al contrario, se concibe como un partido que compatibiliza de forma perfecta aquellos valores dibujando una identidad propia y claramente distinguible.
Es solo en base a lo anterior que podemos hablar de un partido de vanguardia, en efecto Jaime Castillo sostenía que el gran problema del partido de centro era precisamente que se camuflaba entre la izquierda y la derecha, incluía a ambos, y se desdibujaba su identidad.
Me sorprende además el comentario dado que tu Gonzalo has sido un ferviente defensor de la tesis del partido de vanguardia y hoy respaldas a Ignacio Walker, candidato que es precisamente lo opuesto a esa tesis pues ha afirmado en numerosas entrevistas que nuestro partido es “el centro de la centro izquierda”. Si tu consideras que esa definición es compatible con la de un partido de vanguardia social comunitaria, me gustaría ver aquella argumentación.
La candidatura de Ignacio Walker además la sustentan personas que fueron duros críticos del V Congreso Ideológico donde muchos dimos una tremenda batalla para definir al partido con propuestas vanguardistas y mucho más avanzadas en materias económicas, de educación, seguridad social, etc.
En la candidatura de Mariano Fernández conviven precisamente personas que consideramos que el partido debe liderar procesos y reivindicaciones sociales con mayor audacia y proactividad, aquí están aquellos que rechazamos esa visión conservadora del partido donde no hay palabras frente a los conflictos de interés en nuestro partido, donde no hay palabras para tratar las injusticias en las Isapres o las AFP, entre otros temas.
Más allá de las conclusiones tan profundas de una interpretación textual tan equivocada, las diferencias entre ambos sectores son mucho más evidentes y menos tendenciosas. Aquí no hay un versus entre Mariano Fernández y la Democracia Cristiana, esta candidatura representa precisamente la identidad del partido.
Estimado amigo y camarada Gonzalo, sólo quiero destacar dos aspectos de este debate:
El primero es valorar y reforzar la importancia que tiene hoy en la política explicitar y transparentar propuestas y planteamientos como los comentados por ti sobre Mariano Fernández, los que sin duda alguna fueron conocidos y escuchados por todos los asistentes a la junta nacional del partido, en el discurso que Mariano expuso. Esto resalta que una forma de renovar la política verdaderamente implica no tener dobles discursos uno público(políticamente correcto) y otro privado (personalmente beneficioso) esto se logra porque Mariano como candidato ha hecho la apuesta de utilizar las Tics como medio de difisión y promoción de sus propuestas, pero más importante que ello, permitir a trevés de debates como el instado por ti, para que libremente y en forma democrática existan espacios de reflexión interna, tan necesarias en una política casi farandulizada hoy en día.
Lo segundo, y en mi caracter de amigo con todo el cariño y aprecio que tengo por ti, no es necesario que tengas que justificar tu adhesión a otra candidatura (para no aparecer con una incoherencia respecto de tu discurso histórico), viendo debajo del agua las debilidades de la nuestra, que por cierto las hay, pero se asumen con mucha humildad.
De verdad con cariño,
Héctor Escobar Gárate
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