domingo, junio 20, 2010

“Piñera está gobernando con la letra chica”. Gabriel Silber. La Nacion Domingo


La lista no es menor. El diputado Aldo Cornejo, el senador Ignacio Walker y el ex canciller Mariano Fernández aspiran a conducir los destinos de la DC por los próximos dos años. Pero no son los únicos que buscan ganar las internas del 29 de agosto.
“Ni príncipes ni mendigos”, una ironía directa a la lógica de las fracciones internas de la falange, es el nombre del movimiento que hace unas semanas lanzó al ruedo Gabriel Silber, diputado por Pudahuel, quien también pretende conquistar el cargo de timonel.
Dice que se lanzó a la carrera por la presidencia DC porque las opciones en competencia no daban espacio a la necesaria renovación. Y recalca que estos tiempos como oposición pueden ser una buena oportunidad para abrir las puertas para que también entre aire fresco a la Concertación.
“Tenemos que hacer esfuerzos comunes por ampliar nuestra plataforma electoral y ser alternativa en cuatro años. Necesitamos una agenda audaz, que instale temas ciudadanos, medioambientales y de trabajo; y que cuando hablemos de las clases medias no sea un cliché”.
-¿Cuáles son los problemas que enfrenta la DC?
-Mirarse al ombligo y pensar que aún somos un partido grande, cuando dejamos de serlo hace bastante tiempo. Aún tenemos ese concepto de ser la bancada que tenía casi 40 diputados, de ser el partido eje. Podemos volver a serlo, pero a partir de la autocrítica.
-Ese papel y la bancada de 40 diputados hoy son de la UDI…
-Así es. La DC es un partido cuya representación política parte en Coquimbo. En Santiago tenemos dos diputados, Jorge Burgos y yo. Hay un déficit de representatividad electoral genuino y tenemos que asumirlo. Nuestras prácticas políticas, los lotes históricos, los operadores, tienen bastante aburridos a los militantes. ¡Tenemos un padrón que tiene 110 mil inscritos, pero ojalá el 10% de esos estuviera realmente activo! Es un padrón que no se condice con la realidad partidaria.
-¿Cuál es el camino, el gran paso que tiene que dar la nueva generación DC?
-¡Obviamente, sacar a la derecha del gobierno! Pero para eso tenemos que hacer una carta de navegación para estos cuatro años. Siempre he dicho: unidad en la diversidad, si no queremos conformarnos con el 29% de diciembre.
-El nombre “Ni príncipes ni mendigos” es en sí una ironía. ¿Esa casta privilegiada de la DC es la que quieren cambiar?
-El nombre es una ironía, absolutamente, porque nos queremos rebelar al statu quo que ha estado instalado en la DC estas últimas décadas. Tenemos un partido muy diverso en la base, pero que en las cúpulas es muy homogéneo.
-Lo apoyan diputados como Pablo Lorenzini y Gabriel Ascencio, conocidos “díscolos” ¿Es usted el nuevo díscolo o progresista de la bancada?
-No nos preocupa sumar rostros o tener un elenco potente en ese sentido. El fenómeno de la militancia ha cambiado después de la derrota de enero, y construirla desde el poder, en términos de representación, es un error. Queremos representar a toda esa base, que es diversa, que hoy no tiene un eje en la directiva. Más que voz disidente, soy de los jóvenes que no queremos seguir siendo testigos. Tenemos el legítimo derecho a presentar nuestra alternativa, esas son las reglas de la democracia y nos vamos a jugar con pasión para resultar electos.
-Propone que la DC siga siendo de centro, pero de vanguardia social, tolerante, sin dogmas morales. ¿Qué significa eso en la discusión de las uniones de hecho, del postnatal de seis meses y otros temas de la agenda que son conflictivos?
-El salario mínimo también es un tema valórico, que se votará en los próximos días. En esos temas valóricos tenemos una agenda común con nuestros aliados. La DC tiene que tener una agenda y, como lista, hemos tomado mucho del trabajo realizado por Océanos Azules, por profesionales de excelencia, que habla de una nueva Constitución, un nuevo Código del Trabajo, temas medioambientales, de ciudad, de participación, clase media y educación superior, en los cuales la DC ha estado ausente. Ahí debe estar el eje.
-¿Una DC proactiva?
-Exactamente, tenemos que poner temas en la agenda y respetar las diferencias de nuestro bloque. Lo que no debemos volver a hacer, y lo digo como ejemplo, fue lo que sucedió cuando Fulvio Rossi presentó su proyecto de eutanasia y nosotros armamos un gran escándalo. Tenemos que dejar que cada partido, con sus diferencias, se exprese desde el punto de vista de su programa y votar distinto, marcar la diferencia sin sentir que somos más pacatos que nuestros socios. En el caso del salario mínimo, no vamos a votar nada que sea menos de 180 mil pesos. Es un acuerdo de bancada que adoptamos el miércoles.
-Sobre el postnatal de seis meses, hay una sesión especial de la Cámara para el 30 de junio al respecto. ¿Qué hará la DC en concreto en este tema?
-Lo que queremos es desenmascarar al gobierno. ¡El Presidente Piñera está gobernando con la letra chica! Hace grandes anuncios pero, cuando uno los va a llevar a la práctica, son muy distintos a lo que se dijo. En mi distrito, la gente pregunta cuándo empieza a regir el descuento del 7% de los jubilados, adultos mayores me preguntan cómo cobrar el bono de las bodas de oro, hay mujeres que quieren saber cómo rige el postnatal de seis meses. Este gobierno tiene la apariencia de centro, pero en la práctica es de lógica neoliberal. En el financiamiento de la reconstrucción, muchos llegaron a aplaudir la supuesta alza tributaria, pero era temporal y finalmente el proyecto reduce los recursos del Estado en casi 400 millones de dólares y deja invariable el royalty a las grandes empresas mineras hasta el 2025. Nos hablan de unidad nacional y no hay voluntad política de llegar a un acuerdo. No entienden que al frente tienen un mundo que representa a casi la mitad del país, que piensa distinto a Piñera.
-¿Eso ha sido lo más complejo de la relación con La Moneda en estos 100 días?
-¡Por supuesto! El doble discurso, esta letra chica, porque la gente se queda con los anuncios. Desde el día cero han querido dividir a la Concertación. Estos ofrecimientos del senador (Alberto) Espina para que en cuatro años conformemos un bloque de centro derecha. Acá hay una operación política que va más allá de entenderse con el bloque opositor. Eso de hacer negociaciones individuales con senadores o diputados genera una mayoría que les trae rentabilidad a corto plazo, pero que deterioran mucho la relación política.
-¿RN no es un aliado de la DC a futuro?
-Después de sus últimas elecciones, en la cual, claramente, hay una mayoría conservadora, después de ver que Miguel Otero fue ovacionado en el local de votación, ¡me da pavor llegar incluso a hablar de cualquier acuerdo con RN! Es lo menos progresista que hay. Los de RN son totalitarios, cercanos a Pinochet. Tenemos que marcar distancia absoluta con ese mundo y no dar lugar a dobles lecturas. La DC es un partido de oposición sin apellidos, nada de nombres como constructiva. ¡Somos oposición, porque la ciudadanía nos instaló ahí y punto!
-Esta semana se nombró embajador en Buenos Aires a Adolfo Zaldívar, otrora figura emblemática de la DC. ¿Cómo afectan al partido esos mordiscos políticos desde el gobierno?
-Somos un partido de oposición y no vamos a ser cándidos ni tolerantes con aquellos militantes que vayan a vitrinear al gobierno. Con Ascencio hicimos una presentación al Tribunal Supremo por el caso de Pablo Piñera y Jorge Rodríguez Grossi. ¡Somos un partido de oposición, y quienes quieran dejar de serlo, tienen que dejar la DC! Lo de Adolfo es lo más patético de la expresión política. Por años pontificó con corregir el modelo y enfrentar a los grandes intereses, y hoy ¿quiere corregir el modelo justamente con la derecha? Me parece absolutamente inconsecuente. Este nombramiento va a ser la tumba política de Adolfo.
-Los diputados del PRI son relevantes para construir mayoría en el Cámara Baja. ¿Qué relación tiene con Pedro Araya y Alejandra Sepúlveda?
-Con ambos tengo muy buenas relaciones en lo personal. Ahí hay que hacer algo más que lo dicho por Juan Carlos Latorre, en el sentido de que están las puertas abiertas. Hay que hacer esfuerzos genuinos, y esa es tarea de la próxima mesa, hablarle a ese mundo que se desencantó de la DC. Eso tiene que ver con esfuerzos, tanto en la esfera personal, pero también con respecto a nuestro programa y actuar político, que hicieron que ese sector se marginara.
-Ambos dijeron que el nombramiento de Zaldívar no los amarra. ¿Teme que terminen en las filas de la Alianza?
-Es justamente la prueba de blancura para Pedro y Alejandra, que esa independencia, de la que tanto han predicado, se materialice. Vamos a estar muy atentos a cuál será su posición estos años en el Congreso.
-¿Qué política de alianzas deberían tener la Concertación en estos cuatro años? Hay divergencias en el debate interno de la DC…
-Muchos parlamentarios que hoy pontifican contra la izquierda recibieron un subsidio importante de ésta a la hora de ser elegidos. Tenemos que evitar mitos como ese, de que con la izquierda no, porque ya lo hemos hecho antes, tenemos diputados y alcaldes que han contado con ese apoyo, y eso no implica que esa gente haya dejado de ser DC. Si queremos ser alternancia y gobierno, no podemos ser miopes, tenemos que estar dispuestos a conversar con todos los sectores que originalmente fueron de la Concertación. Tener un proyecto común, progresista, audaz. Pondría un decálogo, 10 tareas comunes, que sea nuestra carta de navegación, y en el resto, diversidad, con la generosidad de anteponer el proyecto colectivo al individual.
-¿La Concertación realmente tiene opciones de arrebatarle el 2014 La Moneda a la derecha, considerando que ésta aspira a gobernar como mínimo ocho años?
-En cuatro años no podemos llegar a decirle a los chilenos lo bien que lo hicimos hace 20 años, es importante el proceso de renovación de directivas partidarias. Muchos aún están aturdidos por la derrota, me parece extemporánea esta discusión entre Francisco Vidal y Andrés Velasco, no agrega nada a lo que deberíamos hacer a futuro. Deberíamos tener un vocero de oposición a la brevedad, que le hable al país, lo que implica un esfuerzo de generosidad, tener un gabinete en las sombras, porque debemos tener un proyecto alternativo y diputados que cumplan su rol de fiscalización. Con todas esas condiciones, podemos sacar a la derecha en cuatro años.
-¿Ideas como el decálogo y el vocero han sido conversadas en la DC y el resto de la Concertación?
-Aún están un poco en verde, es parte de nuestra plataforma electoral de cara a las internas DC, es parte de la carta de navegación que ofrecemos a los militantes. Nos estamos dando un tiempo en espera de la renovación de directivas en la Concertación, no se puede conversar con los actuales dirigentes de transición. Esa debe ser nuestra apuesta, una plataforma opositora atractiva, ágil y eficiente para los chilenos.
“SE REQUIERE UNA SANCIÓN EJEMPLAR”
-¿Cuál es el destino de la acusación constitucional contra la intendenta Ximena Matas y el gobernador Nicolás Noman por los despidos en el sector público?
-Este tema es emblemático. Hemos visto persecución de funcionarios por el hecho de pensar distinto. Los funcionarios son del Estado y no del gobierno de turno. El acuerdo Lagos-Longueira en 2003 claramente definió cuáles eran los cargos de confianza política ¡y eso fue borrado con el codo, la derecha no está cumpliendo con la palabra empeñada! Estas listas negras en la Intendencia son la punta del iceberg. Esperamos que el gobierno haga un mea culpa al respecto.
-Difícil, si desde la misma Alianza se presiona a La Moneda para que agilice los cambios en el sector público…
-Pero sería altamente valorable que el gobierno reconsidere la situación de la intendenta en términos de pedirle la renuncia y asumir que hubo un error grave. Vamos a acreditar que se actuó contra el Estado de derecho, que incluso se les pedía a los funcionarios señalar si tenían filiación en algún sindicato u organización gremial. ¡Queremos acreditar cómo en democracia se continúa gobernando con resabios de la dictadura. Ese es nuestro objetivo principal! Queremos generar un precedente al gobierno de que en la oposición tendremos tolerancia cero y no vamos a aceptar la impunidad con este tipo de prácticas. No nos vamos a inhibir de presentar las acciones constitucionales y legales que tengamos contra aquellos que violen el Estado de derecho, como lo hizo la intendenta de la Región de Atacama.
-Esta semana se sorteó la comisión que estudiará el libelo. Mayoritariamente quedaron diputados oficialistas. En la sala, la Concertación y el PC no lograron aprobarla ¿Tiene destino?
-La configuración de la comisión no es precedente. En el caso de Yasna Provoste, la mayoría era de la Concertación. Apelo a los parlamentarios de la Alianza, pero especialmente a los del PRI, para que analicen esta acusación en su mérito y no sólo políticamente. Se requiere una sanción ejemplar y dar una señal importante para las personas con altas responsabilidades a la hora de administrar el poder.
-¿Se han mezclado la situación de cargos de confianza con administrativos, profesionales y técnicos?
-Absolutamente. Los cargos de confianza obviamente tienen que compartir el programa de gobierno del Presidente, pero aquí se ha despedido a técnicos, administrativos, profesionales, gente que no tiene por qué cumplir con esa condición. ¡Retrocedimos muchos años