sábado, mayo 15, 2010

CARTA ABIERTA A LA DIRECTIVA NACIONAL DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA. Braulio Contador

“Nadie es más grande que el Partido”. Ese fue el legado que nos dejó Tomic y que seguramente hubiese deseado que se mantuviera como parte del alma de la Democracia Cristiana. Lamentablemente algo le ocurrió al PDC, pues este norte lo fuimos perdiendo en el camino, una parte importante de esa pérdida les corresponde a ustedes como Directiva Nacional.
Son ustedes los que establecieron que el PDC eran los puestos de trabajo en el gobierno, que eran los altos cargos de la estructura nacional, como la Junta o el Consejo, que eran los diputados, senadores o alcaldes, que eran los lotes internos, las “máquinas” que podían repartirse el poder dando la espalda a lo que los fundadores esperaban de nosotros.
¡Son ustedes camaradas los que olvidaron que el PDC somos mujeres y hombres del pueblo, jóvenes y viejos que siguen cada día soñando, trabajadores, profesionales, estudiantes que entraron a la Democracia Cristiana con un solo deseo: servir al país y en especial a los más necesitados!.....Hoy ustedes - para nosotros y para la gran mayoría de los militantes de base del PDC - son una directiva ilegitima e ilegal. Sí…, ilegal porque fueron mucho más allá de cumplir su mandato, excediendo su período y abriendo paso a la mayor crisis que la Democracia Cristiana haya vivido en los últimos treinta años…, ilegitima porque hace ya mucho tiempo no nos representan, no nos convocan, no fueron capaces de asumir los acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático, no fueron capaces de asumir la responsabilidad política de la derrota electoral recién pasada y, lo más grave aún, no fueron capaces de sintonizar con los intereses, necesidades y anhelos del pueblo chileno.
Ahora les exigimos que se vayan en silencio, sin aspavientos, sin aplausos, sin elogios; que el día 29 de mayo, día de la Junta Nacional - que está deslegitimada para definir el futuro de la DC - sólo den paso a las elecciones internas y al debate político desde las bases. Que en un acto de dignidad humana, no cometan la soberbia de querer plantear reformas estatutarias o dictar nortes de acción y que, de una vez por todas, tengan el coraje de asumir su responsabilidad política frente a lo que el país ha vivido en este último tiempo.
La única instancia legitimada para decidir el futuro de la Democracia Cristiana y mandatar un proceso de Refundación son las bases demócratas cristianas. Ni lotes, ni oligarquías, ni cúpulas, ni dirigentes nacionales son más grandes que el Partido.
Ustedes deben renunciar a conducir el PDC y no ser un obstáculo para que las bases demócratas cristianas - mediante su voz y su voto – inicien una nueva época para el PDC como instrumento eficaz de cambio social.
NADIE ES MÁS GRANDE QUE EL PARTIDO: eso fue lo que ustedes olvidaron y lo que debemos recuperar imperiosamente por el bien del PDC y de Chile.
MOVIMIENTO REFUNDACION PDC
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