Aprobado pero no excelente. Pendiente, el terremoto . Luis Larrain
El Presidente Piñera siempre obtuvo notas sobresalientes como estudiante, de manera que no debe estar contento con el 4,8 que en promedio le ponen los chilenos en la encuesta “El Mercurio”-Opina. Esa nota es muy parecida a la que obtiene su calificación frente al terremoto (4,9), y al considerar la pregunta acerca de la ayuda recibida en relación con lo que se esperaba, queda claro que los grupos socioeconómicos medios y bajos no han visto satisfechas sus expectativas sobre la acción del Gobierno luego del terremoto.......En su gabinete destacan, en este orden, Joaquín Lavín, Felipe Larraín, Juan Andrés Fontaine, Rodrigo Hinzpeter, Carolina Schmidt, Alfredo Moreno y Felipe Kast, quienes obtienen notas superiores a 5. El resto está entre 4,8 y 5.
Lo de Lavín, que alcanza un 5,4, es especialmente meritorio pues tiene además un alto conocimiento de la población y sus detractores lo califican mal. Su buena nota es transversal entre distintos grupos socioeconómicos, en circunstancias de que en la mayoría de los otros ministros la calificación es mucho mejor en los grupos altos que en los medios y bajos. La otra explicación es que Lavín es el mejor en lo que ahora se llaman las habilidades blandas. En simpatía y cercanía obtiene buena evaluación, en contraste con casi todos los demás ministros, quienes son muy bien evaluados en capacidad y habilidad, pero mal en simpatía y cercanía. La otra excepción es Ena von Baer, quien también es bien calificada en estos últimos aspectos, lo que está en mucha sintonía con su rol de vocera.
También destacan las notas de los ministros del equipo económico. Felipe Larraín con un 5,3, Fontaine con 5,2 y Kast con 5,1, quienes probablemente se asocian más con la solución de los problemas derivados del terremoto, por sobre las notas de aquellos ministros sectoriales que deben enfrentar contingencias relacionadas con el desastre (obras públicas, vivienda y transportes, por ejemplo).
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter (5,2), y el canciller Alfredo Moreno (5,1) son los mejor evaluados de los ministros políticos.
Estos resultados derriban algún mito, como eso de que el Presidente Piñera opaca a sus ministros, pues ellos resultan en promedio mejor evaluados que él. Hasta ahora, al menos, no ha perdido crédito la idea de un gabinete de excelencia. ¿Qué falta para posicionar mejor al Presidente? ¿Será el “relato” que algunos echan de menos en su gobierno, ese elemento diferenciador que permita identificar y proyectar un verdadero liderazgo futuro del Primer Mandatario? Si es así, el 21 de mayo presenta una oportunidad.
Lo otro es la omnipresencia del terremoto; pareciera que una parte no despreciable de las insatisfacciones de los chilenos se relacionan con la recuperación luego del desastre.
Para terminar, una reflexión: la medición periódica de la popularidad de los ministros, mal interpretada, puede distorsionar los objetivos del Gobierno. Éstos son de largo plazo, y si cada uno empieza a buscar adhesión inmediata puede perderse el norte. No olvidemos que el uso sin freno del people meter en tiempo real llevó a un canal de televisión, el de la Universidad Católica, a emitir diariamente durante varias horas la serie “Los Simpson”. [+/-] Seguir Leyendo...
Lo de Lavín, que alcanza un 5,4, es especialmente meritorio pues tiene además un alto conocimiento de la población y sus detractores lo califican mal. Su buena nota es transversal entre distintos grupos socioeconómicos, en circunstancias de que en la mayoría de los otros ministros la calificación es mucho mejor en los grupos altos que en los medios y bajos. La otra explicación es que Lavín es el mejor en lo que ahora se llaman las habilidades blandas. En simpatía y cercanía obtiene buena evaluación, en contraste con casi todos los demás ministros, quienes son muy bien evaluados en capacidad y habilidad, pero mal en simpatía y cercanía. La otra excepción es Ena von Baer, quien también es bien calificada en estos últimos aspectos, lo que está en mucha sintonía con su rol de vocera.
También destacan las notas de los ministros del equipo económico. Felipe Larraín con un 5,3, Fontaine con 5,2 y Kast con 5,1, quienes probablemente se asocian más con la solución de los problemas derivados del terremoto, por sobre las notas de aquellos ministros sectoriales que deben enfrentar contingencias relacionadas con el desastre (obras públicas, vivienda y transportes, por ejemplo).
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter (5,2), y el canciller Alfredo Moreno (5,1) son los mejor evaluados de los ministros políticos.
Estos resultados derriban algún mito, como eso de que el Presidente Piñera opaca a sus ministros, pues ellos resultan en promedio mejor evaluados que él. Hasta ahora, al menos, no ha perdido crédito la idea de un gabinete de excelencia. ¿Qué falta para posicionar mejor al Presidente? ¿Será el “relato” que algunos echan de menos en su gobierno, ese elemento diferenciador que permita identificar y proyectar un verdadero liderazgo futuro del Primer Mandatario? Si es así, el 21 de mayo presenta una oportunidad.
Lo otro es la omnipresencia del terremoto; pareciera que una parte no despreciable de las insatisfacciones de los chilenos se relacionan con la recuperación luego del desastre.
Para terminar, una reflexión: la medición periódica de la popularidad de los ministros, mal interpretada, puede distorsionar los objetivos del Gobierno. Éstos son de largo plazo, y si cada uno empieza a buscar adhesión inmediata puede perderse el norte. No olvidemos que el uso sin freno del people meter en tiempo real llevó a un canal de televisión, el de la Universidad Católica, a emitir diariamente durante varias horas la serie “Los Simpson”. [+/-] Seguir Leyendo...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home