Lucha por el Centro. Gonzalo Wielandt

Señor Director:
Interesante resulta la probable decisión del Partido Radical de salirse de la Concertación, levantar lista parlamentaria y candidatura presidencial propias. El Partido Radical, fuerza política del tradicional centro laico socialdemócrata chileno, si ha de cumplir tal escisión; generaría el escenario que ya serían dos partidos los que directa y abiertamente se disputarían el centro político. El social-conservadurismo representado por el PRI y la socialdemocracia representada por el radicalismo. Centro que sufre también fuertes embates desde el piñerismo y que, probablemente, este último ha logrado ocupar un número interesante de electorado de dicho espacio político. Sin embargo, ¿qué pasa con el centro humanista cristiano? representado por la democracia cristiana
La implosión de la concertación que ha llevado a la democracia cristiana a afianzar su alianza con el Partido Socialista reducido al escalonismo, y en menor medida con el PPD, tensionado por la incomodidad que provoca el girardismo al interior de la concertación, deja a la democracia cristiana en un ahogo político dentro del sistema de partidos, lo que podría acentuarse de no potenciar su carácter y perfil histórico de centro político comunitario. Es decir, un partido que no sólo debe privilegiar la defensa de los derechos ciudadanos individuales, sino que la promoción de la participación comunitaria. En consecuencia, la democracia cristiana, tanto como partido así como desde su candidato presidencial, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, de no enmendar claramente rumbo político ideológico a la luz de su V Congreso como una tendencia que sea la bandera de la democracia y de la seguridad para el pueblo de Chile, verá con dificultades el próximo escenario electoral. En palabras simples, la democracia cristiana no es la vanguardia del individualismo liberal representado por la izquierda, sino que del socialcomunitarismo representado por el centro.
Gonzalo Wielandt
Militante PDC Providencia
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