lunes, julio 27, 2009

¿QUIÉN GANARÁ FINALMENTE? ¿LA MEO-MANIPULACIÓN DE LA DERECHA O LA CULTURA DEMOCRÁTICA?. Por Giacomo Marasso, periodista.

“Cien años de soledad…” auguró el senador Guido Girardi a Miguel Enríquez Ominami (MEO) si este candidato resulta finalmente responsable del ascenso al poder de la Derecha en las próximas elecciones presidenciales. Esta dramática expresión del parlamentario PPD da cuenta del crítico papel que MEO está jugando en la estrategia política de la Alianza que busca a todas costas dividir el capital electoral de la Concertación.
Chile vive el momento más próspero, estable y promisorio de su historia bajo la conducción de la Concertación.
Pero la tensión provocada por los primeros resultados de la estrategia divisionista desplegada por la derecha puede amenazar la continuidad de la Concertación y el proyecto de desarrollo y bienestar para el País.
La derecha ha redireccionado su recurso más preciado: el control de los medios de comunicación, que se encontraba orientado en distintos frentes: los “humanistas cristianos” de Mayorga, los “colorines” en el PDC, Flores y Schaulson en el PPD, las conductas “díscolas” de algunos…Hoy se concentra totalmente focalizado en “inflar” la imagen del candidato Marco Enríquez Ominami (MEO), cuya obstinación y codicia política ha sido el terreno fértil donde mejor fecunda la operación divisionista de la Derecha.

MEO es el “adversario” más conveniente para los intereses de la Derecha y de su candidato Piñera.

Además la Derecha cuenta a su favor con un poderoso aliciente. Como lo señaló sin ningún asomo de duda el domingo 26 Alfredo Joignant en “Estado Nacional”, la apuesta de MEO es la derrota de Frei, pero por sobre todo, el término de la Concertación para “construir” su utopía sobre la cenizas del caído. Y si esto significa que gane Piñera y que la derecha vuelva al poder, eso a MEO no le importa. Es más, hasta le conviene en su mesiánico aventurerismo político.

La verdad es que, desde una perspectiva socio-cultural, se explica la conducta política de MEO. En él está presente el gen del mesianismo del MIR (por Enríquez y por Ominami) y del “rupturismo” del primer MAPU (por Gumucio). MEO no representa para nada la historia de cohesión social y búsqueda de confluencias políticas que a fin de cuentas han prevalecido desde hace más de 20 años en la cultura de los Partidos de la Concertación.

Y todo esto convierte a MEO en el mejor instrumento para la aplicación de la estrategia manipuladora de la Derecha para dividir a la Concertación.

Por eso nos preguntamos, ¿Quién ganará? ¿La MEO – manipulación de la Derecha o la sabiduría democrática?

Nosotros confiamos en la inteligencia de la gente y particularmente de aquella que aún cree en su discurso. Pero si así no fuere, “Cien años de soledad para MEO” (Guido Girardi, 25 de julio 2009, Encuentro “1x10 FREI 2010”, San Miguel, Santiago).

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