Promesas presidenciales . J.A. Viera Gallo.

Señor Director:
En Reportajes del domingo 10 de mayo se informa en portada y en dos páginas interiores acerca de lo que "El Mercurio" considera un deficiente cumplimiento de las promesas presidenciales del 21 de mayo pasado. Al respecto, me permito hacer los siguientes comentarios:
No parece razonable sacar conclusiones generales de una muestra tan sesgada y poco representativa (18 compromisos en tres comunas), en circunstancias de que está disponible la información relativa al avance o cumplimiento del conjunto de los compromisos del mensaje presidencial. En efecto, la División de Coordinación Interministerial de este ministerio monitorea cada año estos compromisos. Para los relativos al 21 de mayo pasado, este informe revela que al 31 de marzo de 2009 había un nivel satisfactorio de avance o cumplimiento en el 80% de los mismos (114 sobre 143), un retraso importante en 14 y había 15 compromisos que no han podido cumplirse por dificultades políticas tales como el rechazo de la oposición en el Congreso (subsidio al transporte público o reforma al sistema binominal o interpretación del Código Penal en materia de derechos humanos, por ejemplo).
El artículo, dada su discutible metodología, da una información distorsionada sobre el cumplimiento de los compromisos. A modo de ejemplo, se afirma que "la promesa presidencial que no ha avanzado casi nada es la regularización de 30 mil títulos de propiedad del mundo rural", ya que en la comuna de Puerto Saavedra "sólo se han regularizado 200". Al respecto, habría que decir que la Presidenta señaló textualmente: "Nuestra meta al 2010 es lograr la regularización de 30 mil títulos, especialmente indígenas y mujeres" y hay que considerar que al 31 de marzo de 2009 el Ministerio de Bienes Nacionales ha ingresado 17.933 títulos al Conservador de Bienes Raíces, lo que corresponde casi al 60% de la meta bianual. Así como éste hay muchos otros ejemplos de programas que se ejecutan en una temporalidad mayor que la de un año calendario, por lo que su evaluación debe considerar el plazo que la propia autoridad se ha dado para cumplir sus metas.
Como se aprecia, el Gobierno toma en serio el balance y la realización de los compromisos presidenciales del 21 de mayo. Sabemos que la confianza del público en las autoridades se basa en la probidad y en el cumplimiento de las promesas. No es justo, entonces, sembrar sin fundamentos la desconfianza.
JOSE ANTONIO VIERA-GALLO QUESNEY
Ministro Secretario General de la Presidencia
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