viernes, noviembre 07, 2008

Yes We Can . Antonio Lara.

Justo ahora que se ha puesto de moda una mala ondilla generacional aparece este magnífico triunfo de Obama, primer hombre de raza negra que alcanza la presidencia de U.S.A. y me resulta imperioso agradecer mis cincuenta y siete años y todo lo que me ha tocado asistir como espectador o actor de estos procesos.
Algunos más sabios que yo tendrán recuerdos anteriores, para partir de alguna parte lo mío amanece el 59 con la U campeona después de 19 años y repetida esa racha cinco veces la década siguiente, bailé con los Beatles los ví nacer y morir con su magia especial que aún hoy me conmueve al escuchar cualquiera de sus canciones, supe del asesinato de Kennedy y Luther King y del saludo de John John hoy tambien muerto, vi a través de una pantalla borrosa cómo el hombre pisaba la Luna y cómo se derrumbaba la democracia en Chile y cómo luego se fueron destruyendo cada una de las casas que dieron origen a mi barrio de Ñuñoa en nombre del progreso.
Escuché y leí de la primavera de Praga y fuí realista y pedí lo imposible igual que los jóvenes de París, estuve sentado en el estadio Nacional durante el Mundial del 62 y celebré a Leonel y Eladio como todos. Cooperé al retorno de la democracia, salí a dar abrazos a la Alameda el 6 de Octubre y me alegré con el triufo de Don Patricio, ví a la U de nuevo campeón después de 24 años y miré incrédulo como se caía el Muro de una vez y para siempre.
Qué enorme cantidad de cosas tan variadas y tan significativas para la historia de la humanidad pasaron en estos años; y cuando ya uno siente que no le queda nada por ver y que lo están echando para la casa y declarado inútil porque alguien quiere ocupar mi espacio, entonces me emociono de nuevo con las lágrimas del pastor Jackson y de la gente del Bronx, con el reconocimiento de McCain y la CNN de que Obama ganó por sus hermanos negros pero principalmente por los blancos.
EE.UU. debe haber amanecido muy tranquilo hoy día y sobre todo con mucha Paz: han cancelado una vieja deuda y mostrado al mundo que la felicidad es más dulce aún, cuando de ella participan blancos y negros , viejos y jóvenes, hombres y mujeres. Lo habremos entendido bien todos nosotros?