viernes, noviembre 07, 2008

"OBAMIZAR" EL PDC. Carlos Fresno.

El triunfo de Obama en las elecciones norteamericanas, constituyen el ejemplo más reciente de un liderazgo renovado que surge como movimiento ciudadano, especialmente de aquellos que han sido históricamente los excluidos del poder. Recordemos que la candidata del “aparato” partidario demócrata era Hillary Clinton. Miles de norteamericanos anónimos iniciaron una campaña de recolección de fondos en apoyo de Obama, que reunió un monto increíble de dinero para sostener la campaña. Estimo que en Chile enfrentamos una crisis terminal (y muy peligrosa) de un modo de hacer política que está envejecido y desprestigiado. Es un estilo cupular que no genera adhesión ciudadana ni entusiasmo. La sorprendente y gigantesca cifra de nulos, blancos y no inscritos así lo demuestra.
La aparición por estos días de un exótico y peculiar millonario que anda regalando billetes en las calles, es una peligrosa señal de advertencia de los caminos que comenzamos a transitar.Recordemos que la tradicional y corrupta política venezolana fue pulverizada y terminó en lo que hoy conocemos. Y del PDC (COPEI) nunca más se supo.El inmenso o absoluto poder de las burocracias partidarias (no solo en el PDC), los liderazgos envejecidos, el distanciamiento “de la gente” (para emplear una consigna lavinista), la corrupción, las peleas de grupos, fracciones y (peor aún) simplemente personales, ya no encantan a nadie. Y es bueno que no encanten a nadie.La reciente experiencia de Obama debiera servirnos de modelo para liderar un movimiento ciudadano, con liderazgos jóvenes, renovados y propuestas novedosas, de un alto componente ético, que recuerde las mejores prácticas de nuestros “antepasados” falangistas, que constituyeron un ejemplo en la acción política, muchos de los cuales destinaron sus bienes personales o fortunas a la causa, al extremo de morir en la completa pobreza, como el Hermano Bernardo. Sumergirse en la ciudadanía y, desde allí (y no desde las testeras del poder) el mundo se ve de otro modo. Un fraternal saludo.

Carlos Fresno Ortega