REFLEXIONEMOS Y RECUPEREMOS NUESTRAS RAICES. Manuel Roman.
El PDC, el de la flecha roja que mostraba una tercera vía por sobre el capitalismo y el marxismo. Organización política que concibieron sus fundadores teniendo como base de sustento y base para ver el mundo y el universo el Cristianismo y en lo social teniendo como guías las Encíclicas Sociales de la Iglesia, rescatando y basado en el pensamiento Humanista Cristiano. El que dio vida a la Patria Joven y el de la Revolución en Libertad, es algo totalmente distinto de lo que hoy se concibe. La Falange Nacional se basaba en un programa corporativo y patriótico que combatía la tendencia precapitalista del partido conservador. Luego se pasa a la idea Comunitarista de la mano del ideólogo Jaime Castillo Velasco para terminar en el llamada Socialismo Comunitario, programa que fue a su vez abandonado definitivamente con el “retorno a la democracia”, quedando atados a un bamboleo conforme a los dictados de pequeños grupos que sustentan el poder político y económico, aprovechando la Carta Constitucional dejada por la dictadura. Esta situación, donde un porcentaje importante de quienes dirigen, conducen y militan se han visto impregnados por el sistema capitalista neoliberal, han llevado a que la DC pase a formar parte de la industria política y por ende se integran al mercado.
El significado de esta situación, es que la sociedad civil y la ciudadanía, no logre entender que es la Democracia Cristiana, cuales son sus marcas doctrinales y su estilo propio. Difícilmente la realidad política podrá mostrar la riqueza de la expresión del “Humanismo Cristiano”, llevando este pensamiento a un mundo en que se vea vació y carente de sentido.
Dejando espacios para un manoseo descarado de los mercaderes de la política, los intereses particulares hacen que sea un producto de mercado y los que poseen el poder político se sienten con el derecho a utilizarla como un bien del mercado. Sin embargo, quienes tienen esta propuesta en su opción de sociedad, debemos preguntarnos ¿Alguien se ha dado la molestia de precisar lo que es ser Humanista Cristiano? ¿Cuales son sus visiones concretas para el cambio social? ¿Un proyecto que suponga algo distinto al sistema capitalista neoliberal imperante? ¿Qué paso con el V Congreso?
El significado de esta situación, es que la sociedad civil y la ciudadanía, no logre entender que es la Democracia Cristiana, cuales son sus marcas doctrinales y su estilo propio. Difícilmente la realidad política podrá mostrar la riqueza de la expresión del “Humanismo Cristiano”, llevando este pensamiento a un mundo en que se vea vació y carente de sentido.
Dejando espacios para un manoseo descarado de los mercaderes de la política, los intereses particulares hacen que sea un producto de mercado y los que poseen el poder político se sienten con el derecho a utilizarla como un bien del mercado. Sin embargo, quienes tienen esta propuesta en su opción de sociedad, debemos preguntarnos ¿Alguien se ha dado la molestia de precisar lo que es ser Humanista Cristiano? ¿Cuales son sus visiones concretas para el cambio social? ¿Un proyecto que suponga algo distinto al sistema capitalista neoliberal imperante? ¿Qué paso con el V Congreso?
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