miércoles, julio 09, 2008

COMUNIDAD Y DEMOCRACIA:. DCU P.Hurtado.

Los ciudadanos, y más aún los políticos somos peregrinos: hacemos camino con nuestras pisadas.
El comunitarismo y el tomismo, forman parte esencial de nuestra concepción humanista, cristiana y por tanto solidaria y comunitaria. Desde el punto de vista funcional, el personalismo comunitario que acepta los derechos naturales de las personas; que se basa en la comunidad y asigna al Estado el rol de representante de la sociedad; que acepta la existencia y la preeminencia de un ser supremo y se basa en el pluralismo que caracteriza la libertad de pensamiento, debe orientarse también en lo relativo a la actividad política a lo que Emmanuel Mounier identifica como la tarea de "construir personas" en base a la vocación humana de iniciativa responsable y personal, que generarán la búsqueda del mérito personal que será reconocido por la comunidad.
Desde el punto de vista de la relación con la sociedad en la que el hombre político actúa, es imprescindible tomar en cuenta lo que para Mounier son las tres dimensiones básicas del hombre:1) Vocación (dimensión espiritual hacia lo universal); el hombre es llamado por Dios y ésta es su dimensión esencial; 2)Encarnación (dimensión espiritual hacia abajo); toda realidad humana debe estar inserta en lo terreno, que de ningún modo puede ser extraño al hombre; 3)Comunión (dimensión espiritual a lo ancho); por lo que todo hombre debe estar abierto a los demás y unido a todos los hombres de modo esencial.
Etzioni, no define la comunidad de manera unívoca: la comunidad, afirma, es un entorno humano donde la virtud tiene un atributo social y donde, por tanto, existe una conciencia moral compartida.(...) Para la acción al interior de esta comunidad, Etzioni afirma que la propuesta de comportamiento cívico presenta una nueva regla de oro, que se expresa en los siguientes términos: "respeta y acata el orden moral de tu entorno social como te gustaría que éste respetase tu autonomía", lo que lleva a un inevitable equilibrio entre la autonomía personal y orden comunitario. De allí entonces, que el ejercicio de la libertad tiene un ámbito propio que es la sociedad.(...)
La democracia no es un estado que hay que consolidar, en el sentido de perpetuar, sino un valos y, por tanto, un proceso que hay que continuar ininterrumpidamente introduciendo variables estructurales de modo paulatino.
("El personalismo comunitario y la acción política", reflexiones iniciales-Jorge Arias. En "La Revalorización de la comunidad". ODCA 2004)