martes, abril 15, 2008

Educación Sexual y la polémica de la Píldora.

Sorprende lo mucho que se ha dicho durante la última semana con respecto a política sexual y afectiva, sorprende incluso más, para quienes hemos trabajado con gente cercana al área que una píldora y un Tribunal constitucional saque más ronchas que los miles y miles de embarazos clandestinos que ocurren anualmente en nuestro país.En efecto, el problema de cómo se vive y debe vivirse la sexualidad es un tema de mucha discusión, pero que debe ubicarse donde corresponde, porque en esencia, la forma en la que vive cada persona o pareja su sexualidad solo le corresponde a ellos (salvo excepciones, pedofilia, violaciones, etc.
Que no solo involucran a más personas sino que también generalmente quienes cometen dichos delitos tienen problemas psicológicos determinados por la ciencia).¿Hasta que punto debe el Estado involucrarse en la sexualidad? Me inclino por lo que han adoptado los países más desarrollados, el desarrollo de la educación sexual basada en principios de normal desarrollo biológico y afectivo, sumado a una eficaz política pública de control de la natalidad y de igual acceso a métodos anticonceptivos con tal de que cada familia, pareja o mujer pueda decidir si tener hijos o cuantos de ellos tener. A lo anterior, sumaría como regla al respeto de la vida, el rechazo rotundo a toda medida abortiva.

Cual es entonces, el gran problema de chile en la materia, precisamente el síndrome de la pata coja, o de hacer las cosas a medio camino, se ha privilegiado en la política sexual Chilena el aspecto biológico por sobre el educativo y afectivo, lo que por supuesto genera graves consecuencias a largo plazo.Desde el Gobierno de Eduardo Frei, y específicamente desde 1967 se comenzó a aplicar en Chile una eficaz política de promoción de los métodos anticonceptivos, y pese a la inicial oposición de la Iglesia y de los sectores conservadores minoritarios, el programa se llevo a cabo eficazmente llegando incluso a reducir extraordinariamente no los abortos clandestinos sino que también las muertes de madres gracias al aborto Terapéutico.

Con la masificación del uso del condón y las píldoras, sumado a la T de Cobre y la progresiva expulsión de tabúes en nuestra sociedad, pareciera que los abortos deberían reducirse al mínimo. Lamentablemente no es así ¿la razón?, la verdad es que son muchas, solo me referiré a tres, la falta de una vida sexual responsable e informada (Educación Sexual), pues con el acceso a nuevas formas de comunicación se está mas voluble a mitos y engaños, los tapujos en las familias para hablar de sexo (como anécdota, muchos de los ensayos sobre el tema siguen refiriéndose a la relación sexual como "eso" o "el acto") y finalmente el famoso "condóro" la relación sexual sin prevención.

Surge entonces la solución inmediata, el anticonceptivo post-coital, Postinor 2 o más conocido como "la píldora del día después" que soluciona de plano el tercer problema pero que su accesibilidad es aún muy reducida dado su precio en el mercado farmacéutico.En año pasado, el Gobierno actual decide sorpresivamente llevar a cabo la distribución gratuita de la píldora como dispositivo de emergencia y para los o las mayores de 14 años sin consentimiento de los padres, ante ese escenario 36 diputados de la Alianza por Chile asesorados por el conocido abogado conservador Jorge Reyes deciden apelar al Tribunal Constitucional con el argumento de que dicha medida vulnera el Derecho a la Vida consagrado en nuestra Constitución ya que la píldora del día después podría considerarse abortiva. Para sorpresa de todos, mediante una declaración pública el Tribunal Constitucional habría decidido por 5 votos contra 4 darles la razón y prohibir en un fallo que sería entregado en los próximos días.¿Es la Píldora del Día después abortiva? Las ONG a nivel mundial, sumado a la Organización Mundial de la Salud y el precedente de que todos los países del mundo (excepto 4) la distribuyen aseguran de que no lo es y que el tema no es discusión científica salvo para la Iglesia Católica y Estudios Científicos ligados a ella.

Entonces es lógica la indignación de la gente cuando un Tribunal Constitucional compuesto por abogados puede dar un veredicto acerca de certezas científicas argumentando que "existen dudas al respecto" pues algunos estudios dan un 99% de probabilidades de que no sea abortiva y que en base a dichos estudio aprobarla significaría "la posibilidad de permitir un medicamento abortivo". Aún si entráramos en la lógica de "ante la duda mejor abstenerse" en el caso de que la píldora fuera abortiva y se prohibiera las consecuencias según una investigación según Ramiro Molina, académico del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente, CEMERA, y Giorgio Solimano, director de la Escuela de Salud Pública "Los abortos clandestinos anuales superarían a los nacimientos en nuestro país si es que el Tribunal Constitucional resuelve a favor del requerimiento de inconstitucionalidad interpuesto. Esa es una de las principales consecuencias expuestas por el doctor Ramiro Molina.

Y es que en Chile un tercio de las mujeres en edad fértil de entre 15 y 49 años usan métodos de planificación familiar, ya sean hormonales o dispositivo intrauterino, un total de 3.358.196 personas. La restricción a las normativas actuales prohibiría su entrega o adquisición dado que están compuestos por levonorgestrel o moléculas derivadas de este, por lo que el primer impacto sería en el alza de natalidad, con un aumento promedio potencial de 150.000 nacidos vivos anuales; sin embargo, los abortos clandestinos llegarían a 275.000, cálculo basado en el estudio "Presentation of pregnancy in high risk women. Community intervention in Chile in abortion in developing countries", OMS, 1999". En el caso contrario de que se permitiera el uso de la píldora habrían dos posibilidades, la del 1% de que fuera abortiva, tendría prácticamente las mismas consecuencias de que se prohibiera, aumentaría la natalidad y los abortos clandestinos, sin embargo, en el caso de que se siguiera el 99% de las probabilidades de que no lo es, se salvarían miles de vidas al reducirse los abortos clandestinos ya que los enormes efectos positivos que genera aún no alcanzan a los sectores más afectados, lógicamente los más pobres de la población. Es decir, ¿Qué es mas grave? Descubrir que es abortiva y haber perdido miles de vidas (1%), no aplicarla y descubrir mas adelante que no es abortiva y habiendo tenido la oportunidad de hacer algo no haber hecho nada, o aplicarla y descubrir que no es abortiva y salvar miles de vidas (99%).Entre quienes defendemos la postura de distribuir la píldora surgen además diferencias entorno a si debe aplicarse a los mayores de edad o a los mayores de 14 como establecía la iniciativa, hay quienes sostienen que una niña o niño de 14 años no tiene derecho a discernir si usar o no anticonceptivos, lo que contrastaría con las leyes recientemente aprobadas como la Ley Penal de Responsabilidad Juvenil que establecen que un joven (sorprende que cuando conviene a los 14 uno es niño y otras veces es joven) tiene discernimiento de si matar es bueno o malo, entonces como se entiende que no lo tenga para decidir si tener o no un hijo por si sola. Además dicho argumento significaría pecar de ingenuidad pues la edad de inicio sexual de los jóvenes ya bordea los 13 años.Otro argumento que enardece en especial a las ONG que promueven la educación Sexual, es la que presenta la Alianza planteando que es necesario antes de promover cualquier política de control de la natalidad el fortalecer la educación Sexual en los colegios y la familia.

Este argumento tiene cierto grado de razón, salvo porque que es "antes" de las políticas públicas, lo correcto es aplicar un programa de educación sexual y afectiva simultáneamente y eso significa enseñar a la población sobre TODOS los métodos de prevenir el embarazo (abstención, pareja única, pastillas anticonceptivas, condón, etc.) y que ellas en base a sus ideas y principios puedan escoger libre e informadamente, informar por ejemplo, que la píldora solo debe ser utilizada en caso de emergencia pues si ésta remplazase al condón retrocederíamos para combatir las enfermedades de trasmisión sexual ETS. Pese a lo anterior, sorprende que sea a derecha y los sectores conservadores de este país quienes promuevan dicha medida, los mismos que han amparado entre sus filas a aquellos que desde diversos puestos de nuestro país han prohibido programas piloto de educación sexual (alcaldes y sostenedores), a aquellos que expulsaban estudiantes embarazadas en los liceos subvencionados y particulares por contradecir el "espíritu" de la libertad de enseñanza, que comunican a través Megavisión sus posturas, el mismo canal que en sus shows nocturnos vulnera sus "principios" y por motivos de mercado no vacila en exponer las mas burdas y simplonas representaciones sexuales liberales, etc. Es decir, no hay moral para sostener dichos argumentos por parte del conservadurismo, esgrimen la libertad pero no la practican.

Frente al llamado que hacen miembros de la Iglesia Católica a oponerse por moral cristiana a la píldora, recordemos que el magisterio sigue contra el divorcio e incluso el condón, o sea, sus posturas siguen siendo dogmáticas y poco realizables en nuestra sociedad.No hay Tribunal que esté sobre la libertad de la persona humana en materia sexual, ni menos puede el abogado Jorge Reyes y una minoría de diputados tratar por la vía de la apelación imponer una visión a todo el país, no puede ser que un miembro del tribunal vote en contra de su propia inhabilitación (juez y parte), y peor aún, que frente a la ciencia hayan opiniones tan discordes en el TC. Todo huele a confabulación, se ha armado un frente del peor conservadurismo contra el derecho de las mujeres y parejas de Chile a decidir como vivir su vida privada, y eso no puede ser aceptado. Ante el inminente falló no cabe que buscar todas las vías legales e institucionales para salvar la libertad de los y las chilenas, llegando incluso a la desobediencia civil, porque no un par de abogados apoyados por buenas influencias decidirán el futuro de éste país en materia de natalidad y libertad sexual, lo decidirá el pueblo, a largo plazo y pensando en su bienestar. Estamos por la Libertad y el Derecho a la Vida, por eso creemos en un Plan de Control de la Natalidad para salvar no solo a miles de mujeres de llegar al extremo de abortar, sino también de salvar a aquellos niños que pudiendo ver el mundo, no lo verán jamás.