Bosselin y Briones entran en período de reflexión.
Históricos seguidores de Adolfo Zaldívar revalúan permanencia en la Democracia Cristiana
Si hay prehistoria en la corriente de los colorines dentro de la DC, ésa se gestó en los años 80 cuando el hoy expulsado senador Adolfo Zaldívar se unió con otros dos abogados, Hernán Bosselin y Ramón Briones, en un grupo de acción política marcado por dos ejes: una firme y fiscalizadora actitud frente a la dictadura y una posición más bien conservadora dentro del partido.
De la vieja guardia recibieron el apoyo del ex senador Narciso Irureta, figura clave en la DC hasta el golpe militar.
No se llamaban a sí mismos colorines, sino "renovadores". Sin embargo, en el lenguaje de la época fueron conocidos como "los magníficos", debido a un popular y recordado programa de televisión.
La salida de Zaldívar ha complicado al binomio Bosselin-Briones, sobre todo porque el primero ha sido el asesor jurídico-político de Adolfo durante más de 20 años.
Debido a esto ayer el jurista emitió una declaración donde precisa su situación a partir de la información de que el jueves 31 él y Briones almorzaron con Zaldívar, quien les habría solicitado que lo acompañaran en su idea de un nuevo referente y a la cual el senador ya sumó a los cinco diputados colorines.
Según Bosselin, tanto él como Ramón Briones acordaron tomarse febrero para analizar los sucesos que han ocurrido en el partido de la flecha roja. Tras esa evaluación, darán a conocer -en un texto escrito- la decisión sobre su continuidad o no en la tienda que encabeza Soledad Alvear.
El abogado postuló que la "injustificada y arbitraria" expulsión de Zaldívar "nos ha llevado a imponernos el trabajo de analizar en profundidad las causas reales y efectivas que motivaron la señalada expulsión, como igualmente el funcionamiento del Partido Demócrata Cristiano durante los gobiernos de la Concertación".
Agregó que ese proceso introspectivo "incluye un examen detallado de la alianza política denominada Concertación de Partidos por la Democracia y los efectos que la misma ha producido en el Partido Demócrata Cristiano y en su identidad histórica".
Bosselin explicó que luego de haber trabajado junto a Zaldívar, principalmente tras el golpe militar de 1973, "estamos sometidos al imperativo ético de revisar críticamente los hechos" de los últimos meses.
"Se necesita una reflexión de cada uno de los militantes y muy especialmente de sus dirigentes; y para que dicha reflexión sea efectiva, es menester que la misma sea profunda, radical y sincera, sin excluir ningún aspecto de la realidad política, económica y social".
La declaración de Bosselin deja en suspenso la primera reacción de los colorines que se han quedado dentro de la DC, que a fines de 2007 hablaron de levantar una lista propia para competirle al alvearismo. No obstante, la posterior renuncia de los cinco diputados ha dejado congelada esa alternativa.
La otra opción -también sugerida hace algunas semanas- era que los colorines se aliaran con freístas y chascones en la posibilidad de armar una fórmula de la disidencia encabezada por el senador Eduardo Frei o por el ex ministro Belisario Velasco (este último está intentado un reagrupamiento de la tradicional tendencia más de izquierda de la colectividad).
Sin embargo, Frei no parece disponible para el riesgo que le supone presidencializar la elección interna de abril y hasta ahora Velasco más bien ha mostrado interés por integrarse a una mesa consensuada con el alvearismo (el ex secretario de Estado ha indicado que a fines de febrero decidirá qué hará en el partido, aunque esto también implica que se aclare qué le ofrece el alvearismo).
El grupo de Bosselin -al cual se suma la consejera nacional Myriam Verdugo- no ha querido en los últimos días explicitar apoyo a algún presidenciable.
"Hemos preferido no manifestarnos, en ningún modo, sobre las candidaturas a la presidencia del Partido Demócrata Cristiano, ya que pensamos que previamente debemos concluir nuestras reflexiones, en un esfuerzo muy intenso de claridad, que contribuya no solamente a nuestras personales decisiones, sino que también permita iluminar y dar luz a muchos militantes que permanentemente nos han estado consultando nuestra opinión", planteó Bosselin, mientras Briones añadió que no hay negociaciones en curso con quienes impulsan la opción velasquista.
La reflexión apunta a examinar el quehacer de la DC, bajo el prisma de la corrección del sistema, un aspecto que ha remarcado la propuesta de Adolfo Zaldívar.
"Tenemos la convicción de que el país puede hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora, que la riqueza se puede distribuir en mejor forma y que se puede crecer en forma más acelerada para poner término al subdesarrollo, construyendo un movimiento nacional y popular que responda a las demandas de las grandes mayorías nacionales, en un modelo sin exclusiones y con justicia social verdadera".
Según explicó Hernán Bosselin, las fuentes doctrinarias a partir de las cuales se hace la reflexión tienen su base en los principios y valores del humanismo cristiano, en las encíclicas sociales de la Iglesia Católica, en la filosofía cristiana y en la Declaración de Principios del Partido Demócrata Cristiano del año 1957 y en los principios esenciales que llevaron a la fundación de la falange.
“Queremos examinar el quehacer de la Democracia Cristiana, que es más que un movimiento político, un movimiento social y una expresión cultural y política del cristianismo en política, en relación a lo que han sido los gobiernos de la Concertación”, dijo el profesional.
Históricamente, los integrantes del grupo de los colorines se alinearon con una visión más confesional de la DC, señalando que la tienda debe basarse en la fuente católica como base principal. Esto los llevó -por ejemplo- a estar mucho tiempo en contra de una legislación de divorcio
De la vieja guardia recibieron el apoyo del ex senador Narciso Irureta, figura clave en la DC hasta el golpe militar.
No se llamaban a sí mismos colorines, sino "renovadores". Sin embargo, en el lenguaje de la época fueron conocidos como "los magníficos", debido a un popular y recordado programa de televisión.
La salida de Zaldívar ha complicado al binomio Bosselin-Briones, sobre todo porque el primero ha sido el asesor jurídico-político de Adolfo durante más de 20 años.
Debido a esto ayer el jurista emitió una declaración donde precisa su situación a partir de la información de que el jueves 31 él y Briones almorzaron con Zaldívar, quien les habría solicitado que lo acompañaran en su idea de un nuevo referente y a la cual el senador ya sumó a los cinco diputados colorines.
Según Bosselin, tanto él como Ramón Briones acordaron tomarse febrero para analizar los sucesos que han ocurrido en el partido de la flecha roja. Tras esa evaluación, darán a conocer -en un texto escrito- la decisión sobre su continuidad o no en la tienda que encabeza Soledad Alvear.
El abogado postuló que la "injustificada y arbitraria" expulsión de Zaldívar "nos ha llevado a imponernos el trabajo de analizar en profundidad las causas reales y efectivas que motivaron la señalada expulsión, como igualmente el funcionamiento del Partido Demócrata Cristiano durante los gobiernos de la Concertación".
Agregó que ese proceso introspectivo "incluye un examen detallado de la alianza política denominada Concertación de Partidos por la Democracia y los efectos que la misma ha producido en el Partido Demócrata Cristiano y en su identidad histórica".
Bosselin explicó que luego de haber trabajado junto a Zaldívar, principalmente tras el golpe militar de 1973, "estamos sometidos al imperativo ético de revisar críticamente los hechos" de los últimos meses.
"Se necesita una reflexión de cada uno de los militantes y muy especialmente de sus dirigentes; y para que dicha reflexión sea efectiva, es menester que la misma sea profunda, radical y sincera, sin excluir ningún aspecto de la realidad política, económica y social".
La declaración de Bosselin deja en suspenso la primera reacción de los colorines que se han quedado dentro de la DC, que a fines de 2007 hablaron de levantar una lista propia para competirle al alvearismo. No obstante, la posterior renuncia de los cinco diputados ha dejado congelada esa alternativa.
La otra opción -también sugerida hace algunas semanas- era que los colorines se aliaran con freístas y chascones en la posibilidad de armar una fórmula de la disidencia encabezada por el senador Eduardo Frei o por el ex ministro Belisario Velasco (este último está intentado un reagrupamiento de la tradicional tendencia más de izquierda de la colectividad).
Sin embargo, Frei no parece disponible para el riesgo que le supone presidencializar la elección interna de abril y hasta ahora Velasco más bien ha mostrado interés por integrarse a una mesa consensuada con el alvearismo (el ex secretario de Estado ha indicado que a fines de febrero decidirá qué hará en el partido, aunque esto también implica que se aclare qué le ofrece el alvearismo).
El grupo de Bosselin -al cual se suma la consejera nacional Myriam Verdugo- no ha querido en los últimos días explicitar apoyo a algún presidenciable.
"Hemos preferido no manifestarnos, en ningún modo, sobre las candidaturas a la presidencia del Partido Demócrata Cristiano, ya que pensamos que previamente debemos concluir nuestras reflexiones, en un esfuerzo muy intenso de claridad, que contribuya no solamente a nuestras personales decisiones, sino que también permita iluminar y dar luz a muchos militantes que permanentemente nos han estado consultando nuestra opinión", planteó Bosselin, mientras Briones añadió que no hay negociaciones en curso con quienes impulsan la opción velasquista.
La reflexión apunta a examinar el quehacer de la DC, bajo el prisma de la corrección del sistema, un aspecto que ha remarcado la propuesta de Adolfo Zaldívar.
"Tenemos la convicción de que el país puede hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora, que la riqueza se puede distribuir en mejor forma y que se puede crecer en forma más acelerada para poner término al subdesarrollo, construyendo un movimiento nacional y popular que responda a las demandas de las grandes mayorías nacionales, en un modelo sin exclusiones y con justicia social verdadera".
Según explicó Hernán Bosselin, las fuentes doctrinarias a partir de las cuales se hace la reflexión tienen su base en los principios y valores del humanismo cristiano, en las encíclicas sociales de la Iglesia Católica, en la filosofía cristiana y en la Declaración de Principios del Partido Demócrata Cristiano del año 1957 y en los principios esenciales que llevaron a la fundación de la falange.
“Queremos examinar el quehacer de la Democracia Cristiana, que es más que un movimiento político, un movimiento social y una expresión cultural y política del cristianismo en política, en relación a lo que han sido los gobiernos de la Concertación”, dijo el profesional.
Históricamente, los integrantes del grupo de los colorines se alinearon con una visión más confesional de la DC, señalando que la tienda debe basarse en la fuente católica como base principal. Esto los llevó -por ejemplo- a estar mucho tiempo en contra de una legislación de divorcio
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