lunes, julio 30, 2007

Un viaje al Chile del 2010...Soledad Alvear.

Chile al 2010 será un país con más progreso y más protección social, tendremos una sociedad con más oportunidades para los 17 millones de chilenas y chilenos que se seguirán esforzando para salir adelante con su grupo familiar y habrá una democracia de mejor calidad que permitirá la más amplia participación ciudadana y que se siga gobernando en favor de las grandes mayorías.
Al 2010 tendremos vigente un sistema de protección social que privilegiará a los ciudadanos y ciudadanas más vulnerables, generando así un Chile más solidario. Tendremos en marcha "el pilar solidario" de la Reforma Previsional, cerca de un millón de chilenas y chilenos tendrán su pensión básica solidaria lo que mejorará los ingresos de los adultos mayores; los niños y niñas de las familias más carenciadas tendrán una educación de mayor calidad gracias a su ingreso más temprano al sistema escolar y a que los colegios a los cuales asisten tendrán un financiamiento mayor por la subvención preferencial que garantizará un mejor servicio educativo. Sin embargo, deberemos seguir invirtiendo en innovación y promoviendo una mayor vinculación de las entidades de educación superior con el mundo productivo, buscando aumentar nuestra capacidad exportadora; los trabajadores y trabajadoras (que se incorporan masivamente al mercado laboral) tendrán un mejor sistema judicial que garantice sus derechos laborales con más tribunales laborales y un defensor laboral; el plan AUGE tendrá más patologías cubiertas y por ende se garantizará un mejor nivel de salud para la población.
O sea, tendremos un nuevo Chile que habrá disminuido notoriamente sus brechas sociales, habrá más solidaridad, habremos legislado como Concertación y mostraremos que el crecimiento económico con democracia y equidad social es la mejor fórmula para que Chile siga creciendo para todos.
En materia política, al 2010 se habrá ratificado que la Alianza de oposición y su brutal estrategia del desalojo con su fiscalización destructiva no genera la adhesión de las mayorías ciudadanas y la Concertación -como la expresión política de una renovada alianza entre el humanismo cristiano y el humanismo laico- con una oferta programática responsable, centrada en seguir resolviendo las necesidades de los sectores medios y vulnerables, seguirá demostrando que es una coalición capaz de generar la gobernabilidad necesaria para que Chile progrese en beneficio de todos y no de una minoría.
Los partidos políticos habrán culminado sus procesos modernizadores y la DC habrá encabezado esa renovación. Serán agrupaciones al servicio de la ciudadanía, transparentes en sus decisiones y financiamiento, leales con sus compromisos políticos, abiertas a escuchar a sus militantes e independientes, proponiendo constantemente nuevas ideas que mejoren el funcionamiento de la vida cotidiana de la ciudadanía y capaces de construir mayorías electorales para darles el mejor gobierno nacional y local a los chilenos y chilenas.
Así tendremos un país plural, con mayorías y minorías que tienen presencia tanto en el gobierno municipal como en el Parlamento, conducido por líderes que entienden que Chile somos todos y que se debe avanzar con más diálogo y acuerdos y, no tendremos un mapa político marcado por las peleas constantes del club de los políticos ni la oposición destructiva que hoy impera.
Esa nueva Concertación podrá abordar la necesidad de producir políticas públicas que mejoren la calidad de las ciudades, con barrios seguros, con infraestructura deportiva y cultural que permita un sano desarrollo de nuestra juventud alejada de las drogas y la delincuencia.
Habrá una mejor situación del transporte público en la región Metropolitana, el sistema estará funcionando integradamente. Ya sea a nivel de troncales o alimentadores se dará un servicio oportuno y de calidad y nuestra discusión será cómo –aprendiendo de los errores del Transantiago- implementamos nuevas reformas a los sistemas de transportes en las grandes ciudades del país como Valparaíso, Concepción, Puerto Montt, Antofagasta.
En materia de desarrollo y emprendimiento al 2010 -con un crecimiento de la economía de alrededor del 5,5% del PIB- debiéramos estar dialogando y consensuando entre los diversos actores productivos acerca de como mantenemos esos niveles de crecimiento, fomentando en las regiones mayor capacidad de innovación de nuestra fuerza laboral, como seguimos aumentando mercado para nuestras exportaciones, como reforzamos las alianzas entre Universidades y Empresas, como potenciamos nuestra capacidad energética con más plantas de gas natural licuado y proyectos hidroeléctricos, como reforzamos los emprendimientos en las Pymes, como potenciamos la cooperación entre trabajadores y empleadores en las empresas para renovar y mantener el dinamismo de nuestra economía.
El progreso en democracia es una tarea continua, lo relevante es que se construyan las coaliciones políticas y sociales con liderazgos que miren al futuro y sean capaces de interpretar a esa ciudadanía mayoritaria que anhela vivir en un país donde el crecimiento y la solidaridad social sean valores permanentes de nuestra comunidad nacional y en el 2010 Chile será de esos países que aprendió que el entendimiento y la unidad nacional son las claves para tener un país mejor.