domingo, febrero 04, 2007

..UN BUEN APORTE DE DANIEL SIERRA.....

«No son las flores las que dan vida a las plantas, sino las raíces las que nutren y hacen posible el brillo de las flores». Radomiro Tomic
Estimado Carlos: Hace unos días estuve navegando por tu blogg y me llevé una grata sorpresa por los aportes que se expresan y el diálogo franco y fluido que se genera. Quiero serte sincero. La nostalgia invadió mis recuerdos, cuando en otros tiempos nos juntábamos a reflexionar sobre Chile, el Partido y el futuro. Cuando soñábamos con la construcción de un país democrático y participativo, donde todos tuvieran un espacio respetando las distintas expresiones, y donde, por muy duro que fuera el debate, al término del día nos sentíamos parte de un mismo proyecto, de un mismo objetivo.
De aquellas reflexiones surgieron ideas y proyectos que han sido parte del desarrollo del Chile de hoy, el cual tiene fortalezas y debilidades, y que son parte del debate actual. Con todo, la vorágine de los tiempos, no nos puede paralizar y nos impele a preguntarnos: ¿En qué momento nuestros valores y utopías fueron reemplazados por el personalismo y la lucha del poder por el poder, alejándonos de las organizaciones políticas y sociales? A las que, además, hemos debilitado y atomizado, dejando en el pasado la concepción comunitaria de la sociedad y la participación social como base esencial de un verdadero régimen democrático.
Ayer nuestros encuentros cara a cara; hoy por vía de la red; ambas opciones válidas que nos permiten la reflexión serena y el debate necesario, donde, como ayer, se siguen jugando las opciones de debatir para dejar todo igual y no cambiar nada; para transformar y ajustar el modelo; para cambiar y trasformar todo. Esas son las cartas que la historia, cada cierto tiempo, nos recuerda y pone en la disyuntiva de jugar.
En esta encrucijada reiterada de la historia, nosotros, los que anidamos en el alma el humanismo cristiano, no nos hace mal volver a releer a nuestros guías y maestros. En esta perspectiva, el Papa Juan Pablo ll, en una reflexión en que invoca a Maritain, señala:
“Sin hacerse ilusión sobre las dificultades de la tarea ni sobre la longitud de la ruta a recorrer, tenía la convicción de que, si el humanismo de la Encarnación debe inspirar el proceso de civilización, requerirá necesariamente de un gran heroísmo y de valientes iniciativas por parte de los cristianos”.
“Muchos aspectos de este pensamiento anticipador han pasado al ámbito común, como la participación activa de muchos en la vida socio-política, el sentido agudo de la justicia en un mundo de desigualdades escandalosas, la solidaridad con los pobres y los marginados, con los pequeños de este mundo, y la reintegración de las masas”.
“Él era el hombre del diálogo. Sin compromiso cuando la verdad era cuestionada, no fue nunca partidista en la defensa de sus propias ideas... Bajo esta perspectiva, lanzó un reto que merece ser acogido por todos los que quieren ser honestos servidores de una verdad que no es la suya, porque los trasciende. Verdad que debe descubrirse en una búsqueda que es, al mismo tiempo, un compromiso de investigación serio desde el punto de vista científico, y una apertura a la contribución superior de la revelación, delante de la cual es necesario tener una actitud de fe y de amor. Por eso que su pensamiento concuerda ejemplarmente siempre con el gran proyecto del Magisterio de la Iglesia para el tiempo contemporáneo”
De la misma manera, don Jaime Castillo Velasco, en su ensayo ‘Vigencia de Maritain', publicado en Chile para conmemorar el trigésimo aniversario de su muerte en abril del 2003, decía:
“La política mantiene sus exigencias para todo el que crea en los valores de la persona humana. Sabemos que también existen los adelantos materiales y que una mayor cantidad de personas en el mundo disfruta de mejores niveles de vida. Pero subsisten atrasos todavía inconcebibles, costumbres negadoras de derechos fundamentales, desigualdades excesivas y violencias inauditas. Todo ello es real y está dentro del conocimiento de quienes representan los mejores propósitos e ideales. Por lo mismo, ello jamás ha de detener los esfuerzos basados en el humanismo, es decir, en una concepción que quiere ser integral, permanente, que no se da tregua a sí misma” Sabemos también cuan poca es la capacidad de cada uno o de muchos que podemos decir estas cosas, pero no estamos siempre a la altura difícil de los acontecimientos y de los que son nuestros deberes humanistas. La conciencia de esta tarea común es, al menos, un aliciente que impulsa y puede convencer a muchos”. Por ello, celebro que exista un espacio virtual en que, los de antaño, podamos discutir estos temas con la finalidad de poner en el centro de nuestra reflexión y acción política los valores, los principios, en ultimo termino la doctrina política, que debe acompañarnos en nuestro quehacer de acuerdo a las exigencias y el llamado que la sociedad nos hace hoy día.
El Chile de hoy requiere de la fuerte presencia de los valores humanista cristianos para seguir profundizando el desarrollo y democratización del país, y para ello se requiere volver hacer un gran esfuerzo de construir un proyecto político, que sea capaz de dar un salto adelante para dar respuesta a un conjunto de dilemas como los que nos plantean R. Fortunatti, Jorge Donoso y otros en el documento “DC en este momento crucial”. Interrogantes que existen como: “una serie de dilemas, una lucha sin solución dialéctica entre valores y antivalores. ¿Qué prima en algunas antinomias como el Estado y el mercado, la persona y la sociedad, el poder y el ciudadano? ¿Qué predomina en la conducta diaria? ¿Cuáles valores son buscados, pero no siempre asumidos? ¿Qué dignifica, pero no se busca? ¿Qué modelos son los que realmente marcan una impronta en los jóvenes? ¿Qué piensan los chilenos y chilenas de lo que harían si tuvieran la facultad de cambiar su destino? ¿Qué espera de las tareas o conductas de las organizaciones tradicionales? ¿Hacia dónde quiere ir el país?” (fortunatti.wordpress.com).
No cabe duda estimado amigo que este tipo de blogg, el congreso en desarrollo, la comisión económica social, fundaciones afines y muchas otras instancias que se están generando tanto por la vía formal como informal, debieran ser capaces de recoger y dilucidar los nuevos caminos donde se plasmen nuevos sueños, nuevas metas, nuevos proyectos.
«No son las flores las que dan vida a las plantas, sino las raíces las que nutren y hacen posible el brillo de las flores». Radomiro Tomic
Un abrazo fraterno, queda pendiente el café en el cibert…..