lunes, febrero 05, 2007

..EL MODELO DE DESARROLLO IMPUESTO AL MUNDO ES EL GRAN CULPABLE DE LO QUE NOS PASA...REV.IMPACTO...

Los científicos en su documento no se ponen en el plano de lo político, pero con sus bases indesmentibles prueban que el modelo destruye. Esperamos que nuestros políticos abandonen por una vez sus discusiones personalistas, en ocasiones banales o faranduleras para enfrentar con seriedad y altura de miras el problema que ya la humanidad comienza a vivir.Tornados en Londres, en Florida, aumento de huracanes grados 4 y 5, sequías en el norte de África, calores infernales en el centro de Europa, lluvias torrenciales en Australia, desprendimiento de grandes bloques de hielo en la Antártica, son males que hace años la naturaleza no estaba dando, pero el mundo, nosotros seguíamos como si nada. Ni una presión a Busch y su estúpida, ignorante y egoísta decisión de no suscribir el tratado de Kioto, tímido acuerdo para disminuir la emisión de gases que provocan el efecto invernadero; ni una presión organizada para fiscalizar con severidad a los emisores de contaminantes nacionales; cero protesta contra las autoridades que no han sido capaces de tomas medidas que disminuyan algo la polución en nuestras ciudades. Al contrario, hemos escuchado a más de alguna autoridad nacional decir que los destrozos en calles o puentes se deben a “una lluvia de 60 o 70 milímetros que no ocurre nunca, que no forma parte de nuestra realidad y que no se repetirá”. ¿Leerá los diarios este funcionario público? ¿Se interesa por saber lo que pasa en el mundo? No, claro que no.El informe de la ICPP es una crítica brutal a un sistema que los chilenos hemos aceptado sin condiciones, a una economía que sigue el carril equivocado. Adoptamos un modelo de desarrollo ultra liberal, ultra capitalista que se vende bajo el paraguas del valor de la libertad, de la libertad de elección, pero la pregunta es ¿Cuántos de los que nos leen tienen la posibilidad de elegir? ¿Cuántos tienen la posibilidad de acceder a los frutos de esta economía triunfante? La respuesta es clara: en Chile los ubicados en los dos primeros quintiles de ingresos, esto es menos del 10% de la población. El resto debemos conformarnos con las sobras, con las imitaciones, con la sobrevivencia.
Los exitosos dueños de Chile y socios de los otros dueños del mundo, hace ya un par de décadas, previendo lo que vendría con los cambios climáticos apoyaron con todo lo que se llamó el “desarrollo sustentable”, esto es que ellos se autorregularían para no dañar la naturaleza. Por supuesto ello no ocurrió, y si algo hicieron se trató de medidas cosméticas.En nuestro país la conciencia sobre el cuidado de los equilibrios en la naturaleza avanzó, existe más conciencia, pero esto no se ha traducido en hechos, en cambios de conductas. Crear un ministerio del medio ambiente resulta casi un chiste, cuando la gravedad de la situación es la que nos han develado hace unos días. Es un chiste cuando sepultamos bajo una capa de cemento las mejores tierras agrícolas del país, en beneficio de las constructoras (y de algunos de nuestros “camaradas”); cuando impulsamos un desarrollo urbanístico irracional, cuando no nos preocupamos por la calidad de las aguas de nuestros lagos del sur, cuando no nos preocupamos de la acción depredadora de las empresas pesqueras, cuando permitimos a nuestra empresa de cobre, Codelco, superar la norma de contaminantes que les exigimos a los privados. En fin, casi todo es un chiste de mal gusto y de mal futuro.Este modelo no está conduciendo, sin retorno, al suicidio colectivo. Quizás, en miles de años más, algún joven o jovencita se encuentre con vestigios de esta súper desarrollada e injusta civilización. Quizás como hoy, se sorprendan de los niveles alcanzados, de los conocimientos, de la tecnología, quizás también llame su atención la extrema diferencia entre los favorecidos del sistema y los esclavos asalariados que lo alimentaban, Quizás sientan, como nosotros, que la historia se repite.
Revista Impacto.