...UNA SEMANA SURREALISTA..J.TOMAS JOSELYN-HOLT....SÓLO SURREALISTA?.....
Una semana surrealista
Para un partidario de la Concertación, la semana pasada fue inexplicable. Cinco tipos básicamente desconocidos - Farías, Morales, Correa, Michel y Giner – producen una crisis y cuestionan a todo el equipo político. Se abren procesos judiciales. Una renuncia en La Moneda y una camorra entre parlamentarios oficialistas. Bachelet respaldando a su secretario privado (¡como si mañana tuviera que hacerlo por su jardinero!). Ministros que tratan de evitar una comisión investigadora o morigerar el contenido de un informe sobre los planes de empleo. ¿Cómo será que una alianza es tan vulnerable? ¿Por qué debemos sufrir el costo político de este espectáculo?
Ya antes, la primera reacción a las irregularidades en Chiledeportes fue ¡a lo más! circunscribirlo al PPD o a los partidos. Sólo después se aceptó que el sector público está plagado de quienes tienen más lealtad con quién arbitra su pega que con la responsabilidad conferida.
Da lo mismo dónde. Sea Chiledeportes, CORFO, las empresas públicas, los servicios de salud, los gobiernos regionales, etc… Pequeños feudos que pocos revuelven. No todos, pero muchos ocupan cargos ¡por que Alá es grande! Burócratas sin plan o proyecto. Con notoria falta de sentido de misión o propósito.
Entonces viene un paquete de leyes. Por cierto correcto, pero no reemplaza la responsabilidad y estándar ético. ¿Cómo se hace valer el accountability? ¿Con una ley miscelánea? ¡La mala fe no se detiene con una ley!
La semana continúa con una notoria demora de los partidos para desvincularse de los involucrados. Meses con el presidente de EFE procesado, hasta que la Corte de Apelaciones hace grosero lo que el buen tino debió resolver hace rato.
Si no fuera poco, vemos cómo las irregularidades en los planes de empleo comprometen al jefe de campaña de un diputado y como ya es vox populi los pagos de otros PGE fueron hechos en la oficina de otro diputado. ¡Tres parlamentarios ad portas de un procesamiento! ¿Habrá que encargarle la política a los tribunales?
El PPD baja periscopio al tema Girardi, deseando capear el chapuzón. Viene un nuevo cónclave de la Concertación, tipo Marbella o Estadio San Jorge, donde seguro la foto expresará la estética de esa canción evangélica “juntos adelante, huestes de la Fe”….
La Concertación no sabe ejercer responsabilidades políticas. No sabe ofrecerlas ni exigirlas. Si se pide la renuncia de la jefa de Chiledeportes o del ministro Lagos, la jefa de servicio se convierte en un tema de trinchera o se elucubra sobre los efectos de tocar al hijo del ex presidente. Mientras, la coalición debe tragarse el costo sin válvulas de ajuste y sólo con expresiones de indignación moral. Una cultura difícil de tragar en una democracia madura.
Un problema que afecta la confianza y fe pública, termina enredado por la resistencia a ofrecer gestos. ¿Queremos ser una coalición de operadores o una que inspire al país? ¿Habrá que abusar de evocaciones pasadas para unirnos o serán el ejemplo y testimonio las prácticas habituales que nos distingan? La semana pasada habría sido tanto más simple con un poco de sensibilidad para entender una democracia. Que la Concertación se enrede en algo tan básico la hiere en el ala.
Ya antes, la primera reacción a las irregularidades en Chiledeportes fue ¡a lo más! circunscribirlo al PPD o a los partidos. Sólo después se aceptó que el sector público está plagado de quienes tienen más lealtad con quién arbitra su pega que con la responsabilidad conferida.
Da lo mismo dónde. Sea Chiledeportes, CORFO, las empresas públicas, los servicios de salud, los gobiernos regionales, etc… Pequeños feudos que pocos revuelven. No todos, pero muchos ocupan cargos ¡por que Alá es grande! Burócratas sin plan o proyecto. Con notoria falta de sentido de misión o propósito.
Entonces viene un paquete de leyes. Por cierto correcto, pero no reemplaza la responsabilidad y estándar ético. ¿Cómo se hace valer el accountability? ¿Con una ley miscelánea? ¡La mala fe no se detiene con una ley!
La semana continúa con una notoria demora de los partidos para desvincularse de los involucrados. Meses con el presidente de EFE procesado, hasta que la Corte de Apelaciones hace grosero lo que el buen tino debió resolver hace rato.
Si no fuera poco, vemos cómo las irregularidades en los planes de empleo comprometen al jefe de campaña de un diputado y como ya es vox populi los pagos de otros PGE fueron hechos en la oficina de otro diputado. ¡Tres parlamentarios ad portas de un procesamiento! ¿Habrá que encargarle la política a los tribunales?
El PPD baja periscopio al tema Girardi, deseando capear el chapuzón. Viene un nuevo cónclave de la Concertación, tipo Marbella o Estadio San Jorge, donde seguro la foto expresará la estética de esa canción evangélica “juntos adelante, huestes de la Fe”….
La Concertación no sabe ejercer responsabilidades políticas. No sabe ofrecerlas ni exigirlas. Si se pide la renuncia de la jefa de Chiledeportes o del ministro Lagos, la jefa de servicio se convierte en un tema de trinchera o se elucubra sobre los efectos de tocar al hijo del ex presidente. Mientras, la coalición debe tragarse el costo sin válvulas de ajuste y sólo con expresiones de indignación moral. Una cultura difícil de tragar en una democracia madura.
Un problema que afecta la confianza y fe pública, termina enredado por la resistencia a ofrecer gestos. ¿Queremos ser una coalición de operadores o una que inspire al país? ¿Habrá que abusar de evocaciones pasadas para unirnos o serán el ejemplo y testimonio las prácticas habituales que nos distingan? La semana pasada habría sido tanto más simple con un poco de sensibilidad para entender una democracia. Que la Concertación se enrede en algo tan básico la hiere en el ala.
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