..EL EXISTENCIALISMO COMO RESPUESTA A R. CASTILLO Y R. ROMAN...A MIERDA AQUÍ SE ESTA GENERANDO CONOCIMIENTO...FELICITACIONES..
No pretendo defender a Maritain, efectivamente concuerdo que su visión totalizante respecto de la persona humana conduce a magros integrismos neoconservadores. Sin embargo, rescato su esencial humanismo. Donde diferimos, Rodrigo, es en el concepto de razón versus la persona, creo que más vale situar a la persona en el mundo, el ser en el mundo (Heidegger) arrojado o yecto, donde la existencia precede a la razón. El mismo Heidegger intenta disociarse de la filosofía existencialista. Sin embargo, tanto su lenguaje como su busqueda filosófica lo llevan a iniciar su estudio del ser a partir de la existencia, ¿qué es el Dasein, si no es la existencia humana misma?, "su posible imposibilidad"; la preferibilidad de la no existencia dice Shopenahuer; la sin razón, la nada de Roquentin de Sartre; esas cosas sin subordinación racional que desean decir algo que la razón no alcanza (los cipreses de Van Gogh), el "verde que te quiero verde" de Garcia Lorca.
No deja de jugar un rol la razón, incluso en una opción existencial, pero no puede estar dirigida a construir teoría alguna que pretenda explicar teóricamente el mundo.
Esta forma de entender al ser humano marca una definitiva distancia de Platón y Aristoteles, de Tomas , Maritain, también de Kant y Hegel, es decir, de la razón. No es fácil, puesto que el consuelo maternal que aparenta la razón otorga un calor notable frente a la desesperación y angustia del ser humano por existir. Pero, el existencialismo nos invita a asumirnos como seres que tienen que vivir en un mundo imposible de comprender, con una libertad dada de la cual tenemos que hacernos responsables. Allí el concepto de persona tiene cabida desde un perspectiva existencial, cristiana si se quiere. Solo he podido llegar a estas conclusiones por la luz que me ha entregado la experiencia, no se trata de una metafísica construida por deporte intelectual, probablemente en una novela quedaría mejor explicada esta opción o en un poema (la poesía como la forma más auténtica del lenguaje, la palabra la casa del ser de Hölderlin). En Chile, vivimos en el miedo y la inseguridad, con el dolor persistente y despiadado, el ser humano entonces era una busqueda permanente frente a la crueldad también humana. Esto, porque vivimos la maldad, así es posible comprender a los seres de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Antes que ese Dios categórico y absoluto, antes que el idealismo y la razón, estuvo la necesidad de, más que creer en el ser humano, "desearlo" (parafraseando a Sartre) y entendimos que es deber de ese ser humano, no buscar la redención del mal, sino que el remedio para que no siga. Los racionalismos no logran resolver estos extremos dilemas, no lo hicieron en la Francia ocupada del 40 ni el Chile cautivo del 80 del siglo pasado. Si, se puede construir una filosofia existencial centrada en el ser humano como especial ser existente.
Estimado Rodrigo no se trata de una confusión entre lo ontológico y el argumento político, lo que pretendo establecer es que lo eticamente bueno no lo resuelve la razón, esta puede constituir un buen instrumento para alcanzar a desarrollarlo con la mayor plenitud posible, pero definitivamente sólo la existencia profunda nos da la clave para entenderlo. Por algún motivo este pensamiento logró un importante desarrollo en situaciones extremas, donde no solo cuenta la experiencia histórica o la vivencia dura, sino que la inmediata convicción de que el mal existe y se vive en carne y hueso. En todo caso, el sin sentido y la sin razón no pueden constituir argumento para decir, por ejemplo, que las ideas no existen (¿Como estás Ricardo Román?) y lo que es es puro lenguaje, el que lea así a Heidegger entonces yerra medio a medio, lo que rescata este y otros filósofos existencialistas es justamente la metáfisica, como el reino de las ideas en la existencia, especialmente en aquella que es humana. Además, el lenguaje, representado muchas veces por la palabra, es una idea que respira y crea mundos. La afirmación ética del existencialista (como leí una vez de H.S.Blackham) es que el hombre no puede ser simplemente subordinado a ninguna norma aunque esa ley diga que es su naturaleza, "la regla no puede justificar el acto ni el acto a la persona, pues solo el acto justifica la regla, así como la pintura, no la escuela, justifica al pintor". Los pos modernos amparándose en ideas existencialistas han pretendido desexplicar la historia y al hombre, desestructurarlo, transformarlo en la nada y ultra relativisarlo todo. Se equivocan si creen que nada conmovió y aferró al hombre y su existencia a aquellos que nos hablaron del desespero, la angustía, el arrojamiento, la libertad a la que estamos obligatoriamente obligados. Camus no dijo una vez que le tocó vivir en un mundo que se caía a pedazos, de manera que a los que nos tocó vivirlo nos permtió entender que antes que la razón y el pensamiento, estuvimos abandonados (sin la diosa razón) conocimos la crueldad y por ello podemos distinguir cuando algo esta bien y eso no se nos olvidó nunca más.
No deja de jugar un rol la razón, incluso en una opción existencial, pero no puede estar dirigida a construir teoría alguna que pretenda explicar teóricamente el mundo.
Esta forma de entender al ser humano marca una definitiva distancia de Platón y Aristoteles, de Tomas , Maritain, también de Kant y Hegel, es decir, de la razón. No es fácil, puesto que el consuelo maternal que aparenta la razón otorga un calor notable frente a la desesperación y angustia del ser humano por existir. Pero, el existencialismo nos invita a asumirnos como seres que tienen que vivir en un mundo imposible de comprender, con una libertad dada de la cual tenemos que hacernos responsables. Allí el concepto de persona tiene cabida desde un perspectiva existencial, cristiana si se quiere. Solo he podido llegar a estas conclusiones por la luz que me ha entregado la experiencia, no se trata de una metafísica construida por deporte intelectual, probablemente en una novela quedaría mejor explicada esta opción o en un poema (la poesía como la forma más auténtica del lenguaje, la palabra la casa del ser de Hölderlin). En Chile, vivimos en el miedo y la inseguridad, con el dolor persistente y despiadado, el ser humano entonces era una busqueda permanente frente a la crueldad también humana. Esto, porque vivimos la maldad, así es posible comprender a los seres de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Antes que ese Dios categórico y absoluto, antes que el idealismo y la razón, estuvo la necesidad de, más que creer en el ser humano, "desearlo" (parafraseando a Sartre) y entendimos que es deber de ese ser humano, no buscar la redención del mal, sino que el remedio para que no siga. Los racionalismos no logran resolver estos extremos dilemas, no lo hicieron en la Francia ocupada del 40 ni el Chile cautivo del 80 del siglo pasado. Si, se puede construir una filosofia existencial centrada en el ser humano como especial ser existente.
Estimado Rodrigo no se trata de una confusión entre lo ontológico y el argumento político, lo que pretendo establecer es que lo eticamente bueno no lo resuelve la razón, esta puede constituir un buen instrumento para alcanzar a desarrollarlo con la mayor plenitud posible, pero definitivamente sólo la existencia profunda nos da la clave para entenderlo. Por algún motivo este pensamiento logró un importante desarrollo en situaciones extremas, donde no solo cuenta la experiencia histórica o la vivencia dura, sino que la inmediata convicción de que el mal existe y se vive en carne y hueso. En todo caso, el sin sentido y la sin razón no pueden constituir argumento para decir, por ejemplo, que las ideas no existen (¿Como estás Ricardo Román?) y lo que es es puro lenguaje, el que lea así a Heidegger entonces yerra medio a medio, lo que rescata este y otros filósofos existencialistas es justamente la metáfisica, como el reino de las ideas en la existencia, especialmente en aquella que es humana. Además, el lenguaje, representado muchas veces por la palabra, es una idea que respira y crea mundos. La afirmación ética del existencialista (como leí una vez de H.S.Blackham) es que el hombre no puede ser simplemente subordinado a ninguna norma aunque esa ley diga que es su naturaleza, "la regla no puede justificar el acto ni el acto a la persona, pues solo el acto justifica la regla, así como la pintura, no la escuela, justifica al pintor". Los pos modernos amparándose en ideas existencialistas han pretendido desexplicar la historia y al hombre, desestructurarlo, transformarlo en la nada y ultra relativisarlo todo. Se equivocan si creen que nada conmovió y aferró al hombre y su existencia a aquellos que nos hablaron del desespero, la angustía, el arrojamiento, la libertad a la que estamos obligatoriamente obligados. Camus no dijo una vez que le tocó vivir en un mundo que se caía a pedazos, de manera que a los que nos tocó vivirlo nos permtió entender que antes que la razón y el pensamiento, estuvimos abandonados (sin la diosa razón) conocimos la crueldad y por ello podemos distinguir cuando algo esta bien y eso no se nos olvidó nunca más.
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