martes, diciembre 12, 2006

..A..PROPOSITO DE LOS DICHOS..DE RAVINET..Y LA ACERTADA OPINIÓN DE BELISARIO...R. FORTUNATTI..


La mala educación
Rodolfo Fortunatti
Belisario Velasco dijo que Pinochet pasará a la historia como el típico dictador de derechas que violó los derechos humanos y se enriqueció. Formuló esta sentencia como ministro del Interior pero, al hacerlo, ha podido expresar con asertiva intuición el juicio del país.
Belisario Velasco ha dicho tres verdades esenciales, y en el momento oportuno. Porque, es cierto que el difunto Pinochet encabezó una dictadura de derechas que interrumpió la democracia, suprimió las libertades, y emprendió una revolución económica neoliberal. Es cierto que el dictador violó los derechos fundamentales de miles de chilenos, como lo confirman los informes de las comisiones Rettig y Valech. Y es cierto, que se enriqueció en el ejercicio de un poder sin contrapeso, como lo acredita la documentación del Senado norteamericano respecto de sus varias cuentas bancarias en el exterior.
¿Con qué autoridad dice esto Belisario Velasco? Desde luego, con la autoridad que le confiere ser ministro del Interior, ex ministro de Defensa, ex ministro secretario general de Gobierno, y secretario general de la Presidencia. Pero, ¿con qué autoridad moral? Pues, con la autoridad de un democratacristiano que, desde la primera hora, tuvo el valor de denunciar a la dictadura de Pinochet. Belisario Velasco firmó, junto a grandes como Leighton, Palma y Tomic la declaración pública de condena al golpe de Estado. Belisario Velasco sufrió el exilio y la relegación por luchar contra el régimen de Pinochet.
El testimonio de Belisario Velasco dignifica a la Democracia Cristiana, porque dignifica a la Concertación. El testimonio de Belisario Velasco dignifica a la Concertación, porque dignifica a Chile. El testimonio de Belisario Velasco dignifica a Chile, porque eleva nuestra condición humana a un nivel superior. Porque antepone los valores de la vida, la justicia y la libertad, al puro interés mezquino, hedonista y pusilánime del dinero y los negocios. Pero, en lo que atañe a las futuras generaciones, el testimonio de Belisario Velasco dignifica el porvenir, porque fija el contraste entre la buena política, y aquella otra cínica, vanal y genuflexa, que nos asfixia como el peso de la noche.