Justicia Social y Crisis Moral: Bienvenidos a La Polar.Eduardo Reyes S.
La
crisis de legitimidad política que vive nuestro país, hace necesario tener un nuevo
marco normativo político para Chile. Lo que más me preocupa, es algo que se
repite majaderamente, esto es; que el mundo social y los movimientos de este
año piden "asamblea constituyente". Aunque es real que esto ocurre,
ello no implica que ese solo hecho baste para que se produzca, como imperativo
categórico de la moral social. Aunque lo que diré suena tan majadero como lo
anterior, el pueblo, la masa, la mayoría “votó a este gobierno” que tenemos y
eso no lo hace más legítimo por ese mero hecho.
La
legitimidad de la demanda por Asamblea Constituyente, en mi opinión, debiera sustentarse
en algo inmensamente más sólido que la mera manifestación de voluntad de la
"mayoría". En ese contexto, siento el deber de plantearme desde una
perspectiva de pensador moderado. Esto no sin antes decir que he participado de
a lo menos 15 marchas, de lo cual hay testimonio gráfico y verbal.
Las
Constituciones no son "ordenes del día" sino marcos superiores en los
que se sustenta todo el ordenamiento jurídico de una Republica. Luego, de ello
se desprende que no es sano (y así lo demuestra la experiencia política
comparada) cambiar de Constitución a cada rato o hacerlo mediante formulas
populares, pero a las que después hay que ir "amononando". Me
preocupa aun mas, tanto en cuanto, los pueblos suelen desconocer sin mucho
aplomo, lo que antes defendían con sus propios cuerpos.
Pienso,
desde una óptica gradualista, que primero debemos reformar el binominal, tener
un sistema proporcional (me gusta el modelo alemán) y en un parlamento, elegido
de esa manera, delegar la redacción de una nueva Constitución, la cual debiera
ser ratificada por un plebiscito. Por cierto, la discusión de esta nueva carta
fundamental, tiene que tener la participación de todos los actores sociales que
crean merecer un rol opinante en la discusión de los temas, para lo cual es
necesario crear la institucionalidad
En
perspectiva, nos encontramos con el hecho de que, finalmente, la crisis es
primero política, y luego se transforma en social. Primero es el Partido
Socialista, que no es capaz de solucionar su conflicto interno, llevando como
candidato oficial a Eduardo Frei Ruiz-Tagle, mientras se les escapaban por el
flanco Alejandro Navarro, luego Jorge Arrate y por último, el más recalcitrante
de todos Marco Enriquez-Ominami. Esto es lo que precipita un acuerdo de Piñera
con MEO para frenar a la Concertación, objetivo compartido por ambas
candidaturas, pues el sector más oligarca de la izquierda, no está dispuesta a
aceptar nuevamente a la DC en la cabeza del ejecutivo.
Ellos,
al igual que con Allende, pretenden cambios más radicales que los realizados en
los años de Concertación, asumiendo las tesis de los “autoflagelantes”, que
desde el año 1998 (gobierno de Frei Ruiz-Tagle) surgen como crítica tras los
primeros embates de la crisis asiática y la gran derrota electoral en las
elecciones municipales de 1996, en que la Concertación pierde a 69 alcaldes,
llegando al “paroxismo” cuando en el año 2001 se baja de 69 a 62 diputados,
quedando al límite del control de la cámara de¿ diputados, por el surgimiento
de los llamados “díscolos”.
Los
“autoflagelantes” venían reclamando por una Concertación más propositiva y menos
administradora del modelo heredado de la dictadura, pero ahora en democracia.
Su
visión de las cosas pasó de una crítica pública y privada a la formalización a
través de un “documento político” que se convierte en “acto político” (ver http://elpost.cl/ content/los-nuevos-autoflagelantes
)
Una
vez llegado el Presidente Sebastián Piñera al poder, el “grupo controlador” de
la Concertación, ya no pudo resistir la presión y, ya sea por propia voluntad y
conveniencia o incapacidad de seguir manteniendo el control, lo cierto es que
se desbandaron las demandas sociales y el país entró en una crisis de
legitimidad política y social, de la que difícilmente se saldrá sin una reforma
política “monumental”.
Las
demandas están muy por sobre las reformas al sistema educativo. Cuando los
estudiantes salen como han salido, están diciendo mucho más que lo que quiere
el gobierno. Estamos en un momento que se explica desde la perspectiva,Schmitt (http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/CarlSchmitt/
CarlSchmitt_ElConceptoDeLoPolitico.htm ) tiempo en el cual se carece de toda autoridad
legitimada y la comunidad queda librada de todo compromiso y sale am por sus
demandas sin más, puesto que se siente literalmente traicionada por todas las
personas e instituciones que representan algún grado de poder en el país. Así,
en palabras de Maritain en El Hombre y el Estado “… ni el Cuerpo Político ni el
Estado son soberanos” (para más cabeceos ir al libro completo en http://books.google.com/ books/about/El_hombre_y_el_Estado.html?id=ZL0HNqJIOA8C
) lo que implica que cuando se rompen los lazos que interactúan en una
sociedad, los “cuerpos intermedios”, no políticos, no estatales, entonces el
sistema político-social completo es el que se viene
Frente
a esto, sólo queda realizar las reformas de fondo, tantas veces negadas en 20
años de gobierno concertacionista:
1.-
Los que más ganan más aportan al bienestar de todos
2.-
La Política es inclusiva y deliberativa o no es legítima
3.-
Todo lo demás deviene de solucionar los puntos 1 y 2
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