martes, septiembre 13, 2011

En vez del Desarrollo. Ricardo Fábrega L. Rodrigo Caravantes F.


PRIMERO
Cuando nos hablan de Desarrollo, a poco andar descubrimos que se refieren al ingreso promedio per cápita medido en dólares y que eso en realidad no garantiza nada. Por el contrario, en vez del Desarrollo que nos habíamos prometido, hemos avanzado hacia una sociedad donde sólo unos pocos disfrutan holgadamente de los bienes y una gran mayoría hace esfuerzos cotidianos para mantenerse a flote.


En Chile los signos de estancamiento en los proyectos de vida de las personas son evidentes: las altas tasas de endeudamiento(1); la falta de participación, reconocimiento y vida cívica(2); la sensación de impotencia y desprotección; junto con la ostentación impúdica de las élites; han ido minando la confianza en el futuro(3) y se ha generado la certeza de que “la fiesta está en otra parte” y la mayoría simplemente no está invitada.

La inquietud aumenta al conocer la cara oculta de los llamados países desarrollados occidentales. Sociedades donde enormes masas humanas viven hastiadas y dependiendo de todo tipo de drogas (legales y de la otras), para sobrellevar el vacío(4). Sociedades que dependen de la excitación para sentirse vivas y cuyo estado basal es el miedo(5). Llenos cada vez más de rejas, guardias y espacios restringidos. Ahogados en su contaminación y sus desechos tóxicos, que tratan por todos los medios de reubicar en nuestros países del Sur. Con un nivel de consumo que simplemente no alcanza para todos y que amenaza la viabilidad del planeta. Si estos son los signos del Desarrollo, más vale que rápidamente nos dirijamos hacia otro destino.

Aunque a muchos les inquiete y el miedo los paralice, más tarde o más temprano,...

(1)Estudios del Banco Central de Chile muestran que el endeudamiento de las personas se ha casi duplicado en 10 años. Al Año 2009 ya alcanzaba un 39,1% del PIB y el crecimiento mayor se había dado en créditos de consumo.
(2) Los informes del PNUD sobre desarrollo humano en Chile desde 1998 han sido explicitos al describir este fenómeno.
(3) “Las percepciones parecen remitir a la idea de que lo alcanzado hasta ahora no asegura que los avances continuarán en el futuro. Hay algo en el presente que frena la marcha hacia el futuro.” Informe PNUD 2008
(4) Consumo de drogas en USA alcanzó sus máximos históricos en 2010 según la encuesta de la Administración de Servicios Sanitarios Mentales y de Abuso de Sustancias de ese país.
(5) Zigmut Bauman, en su libro “Miedo Líquido” hace una cruda descripción del miedo en las sociedades occidentales contemporáneas.

.....todos terminarán admitiendo que el modelo de modernización capitalista que adoptamos en Chile se estancó. Para ese día, las personas libres y democráticas deberemos haber retomado el control. Heredaremos la Libertad a nuestros hijos, superaremos el actual modelo por ineficaz... pero hay varias cosas que hacer en el camino.

SEGUNDO
LAS VERDADES QUE NOS MOVILIZAN

Todo está callado, todo está pasando.

Debemos afirmar que el modelo de crecimiento chileno NO conduce a nada bueno, a ninguna belleza, a nada trascendente, no nos hace felices. No vamos a cuestionar las intenciones de quienes creamos, administramos y/o vivimos el modelo los últimos 20 años. Hay incluso muchas cosas positivas que mostrar, pero lo que queda claro es que ya no se puede esperar nada nuevo, ninguna mejoría relevante. El modelo ya dio sus mejores frutos y simplemente se agotó, la historia dirá si el juicio puede ser benevolente.

Hoy constatamos que la mayoría de las propuestas del mundo político no han estado ni de lejos a la altura de las circunstancias.
Por eso nosotros no vamos a detenernos en el pasado, estamos mirando el futuro.
Perdimos toda ilusión sobre el camino que llevamos. Lo que está claro es que el actual modelo deriva por un callejón declinante y decadente. No somos ciegos y nos dimos cuenta...y no lo vamos a permitir.

Vamos a cambiar todo lo que importa.

Ha llegado la hora de cambiar las cosas de fondo, hay que oponerse a todo continuismo sustancial. El modelo no admite ajustes menores. Constatamos eso sí, la necesidad de construir mayorías que sostengan el cambio y no se nos escapa que eso requiere espacios de transición adecuados que amortigüen los riesgos regresivos de la incertidumbre. Pero tenemos claro que en sólo pocos años cambiará el Estado, las reglas económicas, las normas del trabajo, la estructura de las familias y la propia distribución de los bienes en las ciudades.

Nuestro instrumento principal es simple: Vamos a ampliar la libertad de los pequeños, vamos a impedir el abuso de los poderosos, desmontaremos ladrillo por ladrillo la estructura de privilegios. Nuestro objetivo es ambicioso: queremos una sociedad equitativa y justa, donde las personas disfruten de amplia libertad para desarrollar sus proyectos de vida, con una profunda alma solidaria y sentido comunitario.

Todo poder debe ser contrapesado

Lo que ha quedado al desnudo en el Chile de hoy es la acumulación de todo el poder, financiero, empresarial, político y comunicacional en una elite conservadora autocomplaciente y satisfecha. El sistema parece estar atado y bien atado. Pero en realidad es frágil, a condición que las mayorías se articulen y hagan viable un nuevo camino. Por lo pronto, hay que reconocer que el actual es el escenario ideal para el despertar de las conciencias de grandes mayorías de chilenos(6).

El poder desnudo es abusivo. Su principal antídoto es la trasparencia, la rendición de cuentas y la libertad orgullosa y valiente de quienes están dispuestos a hacerle frente. De los que no necesitan acumular, ni ostentar, ni esconderse tras sus posesiones y sus privilegios para vivir una vida sana y feliz.

Una profundización de la democracia, una verdadera separación de poderes, una restricción a las reelecciones y la formación de camarillas, una activa persecución de los conflictos de interés, una descentralización efectiva, un verdadero resguardo y reconocimiento a las voces diversas y a nuestros pueblos originarios, una revaloración del servicio público, un nuevo sistema educativo y de salud, todo ello deberá formar parte del nuevo proyecto.

El poder más peligroso es el que va acompañado de avaricia.

Los adinerados construyen sus fortunas, en demasiadas ocasiones, sobre la base de la evasión y elusión de impuestos, la precariedad de los trabajadores y profesionales, las redes de protección mutua, la información privilegiada, el sobrecobro de intereses y la especulación inmobiliaria y financiera. Nada productivo, nada edificante, nada trasparente.

Los más adinerados viven en una burbuja y extrañados de no encontrar en sus bienes la tranquilidad que sus vidas reclaman. Y van por más, cada vez más, a costa de todo y de todos. Son unos avaros en un mundo que se hace pequeño. Su acumulación no es inocua, es materialmente insostenible y éticamente indefendible(7)(. Hemos decidido que no vamos a pecar de inocentes. Sabemos que tratarán de mantener sus privilegios.

(6)El escritor Jorge Baradit en el Post.cl hace este resumen: “ Finalmente fue necesario que un gobierno de derecha subiera al poder para que los miles de chilenos que, de algún modo, estábamos emocionalmente secuestrados por la Concertación (sentíamos que oponernos a ella era traicionar la épica) pudiéramos enfocar la vista, sacarnos los pudores y vislumbrar, por primera vez en años, a un enemigo tan nítido como lo fue Pinochet en su momento”
(7) Al respecto es conveniente conocer el trabajo de Adela Cortina sobre ética del consumo.

Seremos fuertes y solidarios.

La principal promesa que debemos mantener es la de ser fuertes y solidarios. Si somos débiles, ninguna transformación de largo aliento es posible. Una sociedad de personas libres e iguales sólo puede sostenerse en el tiempo si entre todos nos preocupamos abierta y decididamente que TODOS tengan real capacidad de controlar su propia vida para vivir en libertad. Si no nos preocupamos de la libertad de todos, ya sabemos en qué termina, en la concentración impúdica del dinero y el poder. No recorreremos de nuevo ese camino. La Solidaridad es la pieza que hace posible la Libertad. La Solidaridad es la expresión más clara de que somos uno, que tenemos un mismo destino.

Participar es construir Comunidad

Tenemos una casa común, que se cuida si todos nos hacemos parte, si participamos. La participación es eso, la construcción de la casa común, nuestra Comunidad.

Para nosotros la participación es el grito cotidiano de quienes no están dispuestos a dejar que unos pocos se arroguen el derecho a decidir cómo vivimos nuestras vidas. Que nadie se extrañe si cada vez que sea necesario se copan las calles, simplemente hay que ir a palpar la alegría de estar juntos, porque la participación es hacer posible la igualdad esencial y la sociedad común.

De esta forma, reconocemos la participación como el derecho y el deber que tiene todo ciudadano libre para construir y contribuir activamente al desarrollo de su comunidad. La participación es en definitiva hacernos responsables por el destino de nuestra sociedad.

Por tanto, también nos molestan por inconducentes y extrañas aquellas proclamas que conciben la movilización como espacios de destrucción, no entendemos ni creemos en aquellos que no quieren una casa común porque no creen que sea necesaria ninguna casa. Rechazamos de plano ese anarquismo.

TERCERO

Propuestas para los primeros años. El cambio de Rumbo.

Sabemos que reencauzar el proyecto nacional no es una tarea de corto aliento.
Hay que estar preparados para trabajar muchos años en este desafío. Sin embargo, hay que dar un fuerte golpe de timón para redirigir el país y sacarlo del rumbo que hoy lleva. Para ello, la mayoría democrática, solidaria y libertaria debe ser capaz de establecer unas pocas prioridades que en sólo dos o tres años hagan un cambio fundamental en el destino de Chile. Sobre esas prioridades deben concentrarse todas las energías, debe mantenerse el impulso de cambio con fuerza y seriedad resistiendo los múltiples distractores que los conservadores pondrán en el camino. Somos diversos y democráticos, esa es nuestra vitalidad, pero también puede ser nuestra debilidad. Si no somos capaces de mantener una clara presión sobre los nudos principales hasta desatarlos, se puede caer en la tentación de declarar la victoria demasiado temprano y agotarnos en discusiones secundarias. Haremos todo lo que sea necesario para evitar ese error. Deberemos ser generosos y disciplinados.

Sin perjuicio de que este reclamo libertario es sólo un primer llamado, no es aventurado señalar que entre las tareas de la primera hora están las siguientes:

Una Nueva Constitución

Necesitamos una nueva Constitución que represente a la gran mayoría de los Chilenos. Una Constitución para la Libertad, la Participación y la Garantía de Derechos. Debemos superar una normativa fundada en el miedo, anclada en la guerra fría y basada en una concepción liberal superada por la historia.
Debe nacer una nueva democracia, con más involucramiento ciudadano, descentralizada, con poderes locales fortalecidos, con partidos políticos abiertos y trasparentes, con primarias en todos los niveles, con protección social desde la concepción hasta la muerte. Dado que el Parlamento es una de las instancias que debe ser reformada, más vale que se convoque a una asamblea constituyente.

Reforma tributaria y Reformulación de la explotación de nuestros recursos naturales

Nadie puede discutir que en Chile los impuestos que pagan los más ricos son muy bajos, y además existen numerosos mecanismos de elusión que se enseñan en nuestras propias universidades. Esto debe terminar. La vida civilizada exige tributos que permitan sostener la vida en común y en todos los países desarrollados esos tributos son más altos que en Chile. Tenemos que ponernos a tono y rápido.

Por otra parte, la explotación de nuestros recursos naturales ha estado definida por políticas diseñadas y modeladas por unos cuantos, y claramente por intereses económicos que poco han contribuido a la integración y desarrollo de las comunidades afectadas. Ejemplos tenemos de sobra: la explotación del cobre; la intervención de ríos y sistemas para la generación de energía eléctrica; la producción descontrolada de salmón; y otros.

Ello nos impele a tomar acciones relevantes y decisivas:

1. Aumentar significativamente la regulación en la explotación de nuestros recursos naturales, desarrollando un modelo económico sustentable y que los diversos proyectos sean también el resultado de la participación y exigencias de las comunidades involucradas.
2. Establecer un real y efectivo pago al Estado por el uso o extracción de nuestros recursos naturales no renovables.
3. En el caso específico del cobre, Codelco es una empresa pública que ha demostrado cuanto bien le hace a Chile y los chilenos. En un modelo democrático representativo verdadero, será necesario evaluar en forma seria si Codelco puede retomar el control de la producción de todo el cobre en nuestra patria. Esta es una decisión que debe involucrar a todos los chilenos. Sin perjuicio de ello, nos atrevemos a plantear que ésta sola medida puede generar ingresos suficientes para reenfocar muchas de las políticas públicas y sacarlas de su actual precariedad.

Apoyo a las familias trabajadoras y emprendedoras.

Sólo se progresa en equidad si las familias reciben el fruto de su esfuerzo y las políticas públicas ayudan a enfrentar los momentos difíciles. El trabajo debe ser protegido y aumentar su poder de negociación frente al poder del empleador, sea público o privado. No puede seguir permitiéndose esa violación de los derechos
humanos conocidas como “prácticas antisindicales”.

El pequeño emprendimiento debe ser apoyado y protegido de los usureros. Las familias deben ser acompañadas integralmente en sus diversas necesidades de educación, salud, vivienda y subsidios específicos, evitando abordajes sectoriales que no construyen las sinergias necesarias para ayudar al progreso material y espiritual de las personas y las comunidades. Una ciudad más justa es posible.
Las medidas están a la mano(8). No faltan expertos ni vocación de servicio, lo que falta es voluntad política y recursos públicos.

Control estricto a los bancos, aseguradoras, financieras y grandes cadenas comerciales.

Nunca más la soberbia del financista que cobra el interés que quiere. Nunca más la prepotencia de la gran empresa que paga cuando quiere. Nunca más la libertad para los que se enriquecen a costa del esfuerzo de miles de pequeños emprendedores, comerciantes y trabajadores. Se derogarán todas las comisiones, sobrecobros, tasas diferenciales y la infinidad de triquiñuelas mediante las cuales todo el riesgo recae en los más sencillos. Ya no será verdad que los banqueros

(8)El “Auge” de la ciudad, es un término propuesto por el alcalde de Maipù Alberto Undurraga que recoge bien lo plantedo en estas líneas. siempre se libran. 

El Banco del Estado, Fonasa(9) y un conjunto de instituciones estatales y del mundo solidario y cooperativo jugarán roles claves para poner a raya la codicia de los “grandes gerentes”.

Una nueva estructura para la Educación.

La educación Chilena presenta problemas en todos sus niveles. Si bien los de la educación superior son gigantescos, palidecen ante la callada realidad de la exigua cobertura preescolar(10) o el verdadero apartheid(11) que hemos construido en la enseñanza básica y media. Todo ello requiere ser resuelto con decisión. Propuestas existen. Nuevamente lo que falta es una decisión política de sustentación mayoritaria y un caudal gigantesco de recursos públicos. Recursos que en todo caso, Chile si tiene.

En estos días no se puede soslayar que el malestar en el mundo de la educación superior se ha convertido en uno de los principales síntomas del agotamiento del modelo. Los liberales impusieron una falsa doctrina: “toda educación superior es una inversión individual y por lo tanto debe ser pagada crecientemente por su beneficiario que es el estudiante”. Esa visión mutilada de la realidad, que desconoce el rol social de la educación, que presume un egoísmo ramplón en los jóvenes, que entrega al mercado la formación de profesionales y no se preocupa de generar los incentivos para un adecuado encausamiento de las diversas vocaciones y necesidades sociales, es la que ha quedado desnuda en su insuficiencia. Se agota además porque crecientemente hace que se viole su principal promesa: ser elemento de movilidad social. Asimismo, no resulta ser una buena inversión, precisamente para los más pobres, cobrándoles más caro por un resultado de peor calidad. Y en la pasada, los codiciosos de siempre generan ganancias exorbitantes a partir de beneficios tributarios y cobrando por expectativas que no se ven satisfechas.

Al sistema le falta financiamiento, requiere modificar el acceso, le falta democratización y sobre todo le falta calidad y trasparencia. Todo ello puede ser enfrentado con fuerza manteniendo la participación mixta que tanta vitalidad introduce al sistema.

CUARTO

Soplan vientos de cambio en el confín del mundo.

Los chilenos daremos un cambio radical de dirección a nuestro modo de vida.

En estas líneas no profundizamos en el rol clave de Fonasa como pilar sobre el cual reconstruir un sistema solidario en salud, lo que será motivo de otro documento.
(10) El movimiento Educación 2020 tiene una amplia literatura sobre estos temas en su página WEB.
(11) Concepto acuñado por Educación 2020

(9)El acumular no será nuestro norte. El cuidar y el compartir serán los verbos más sagrados. Nuestra preocupación será poner como eje la equidad y la sustentabilidad.

Comenzaremos el despliegue integral de Chile. Nunca más la preponderancia del dinero, la concentración y la protección a todo evento de los especuladores. No mediremos nuestro progreso usando el PIB, ni ningún otro promedio engañoso.

¡Privilegiados! Ténganlo claro, las cosas no serán como antes. Se acabó el tiempo de las jerarquías rígidas, la permisividad con el machismo, el rechazo a la diferencia, la exclusión de los pueblos originarios, la segregación educativa.
Se acabaron sus privilegios, ya no permitiremos sus aires de suficiencia, ni nos distraerán sus acciones populistas.

¡Creemos en un Estado protector, solidario y eficiente!
No creemos en movimientos antisistémicos violentos que promueven un falso juego de odio y decadencia. Su falta de compromiso y su violencia son el germen de su propio fracaso. Nosotros, simplemente evitaremos que en su caída existencial, nos arrastren a todos.

Chilenos todos, estamos en un momento crítico, no nos preguntaremos de dónde venimos sino para dónde vamos. Es la única manera de perdonarnos mutuamente los errores cometidos y construir un nuevo camino. Todos, sean de izquierda, centro o derecha, deben ser bienvenidos a la construcción de un nuevo proyecto, con tal de que sean Demócratas, Libertarios y Solidarios.

En vez del Desarrollo, queremos ser Libres y Felices.

Santiago, 17 de Agosto de 2011