REFUNDACION SOCIALCRISTIANA: LA NUEVA AGEMA. David Herrera
Con la derrota presidencial de Enero de este año, la DC pone fin a un ciclo estratégico y programático de 20 años. Gobernamos 10 años (Aylwin y Frei) y participamos otra década en dos gobiernos sucesivos (Lagos y Bachelet). Pasamos de ser el primer partido de nivel nacional a ser uno más de una alianza multipartidaria.
Ideológicamente, cumplimos con dos importantes objetivos estratégicos: Reinstalar y fortalecer la Democracia en Chile, y superar significativamente la Pobreza, tareas que estaban en el ADN de nuestra Doctrina y de nuestros programas de gobierno desde la fundación de la Falange Nacional.
En este período, marcado en lo ideológico y programático por dos congresos partidarios (IV con Andrés Zaldívar, 1992 ,y V con Soledad Alvear, 2006), la DC resignó su soberanía programática entregándole poder a la Concertación y a sus sucesivos gobiernos para diseñar las políticas y programas gubernamentales que permitiesen aunar las distintas visiones multipartidarias de una alianza política de centroizquierda inédita en Chile, solo comparable al exitoso gobierno de don Pedro Aguirre Cerda y el Frente Popular......Internamente, la DC puso fin en los hechos a la lucha tendencial (guatones Vs Chascones) en 1989, disputa ligada a las estrategias de salida de la Dictadura y el tránsito a la Democracia, convergiendo ambas tendencias mayoritarias en ese entonces, en el proyecto común de dar gobernabilidad a Chile con la Concertación, teniendo a la DC como el partido eje de gobierno.
En esos años, y hasta el Jahuelazo de 1996 contra Alejandro Foxley, la DC no tuvo fisuras ni debates profundos en lo ideológico programático, matices más matices menos, y la convivencia interna giró en torno a la lucha por liderazgos proyectables a la Presidencia de la República.
El episodio de Jahuel en contra de Foxley daño severamente la convivencia interna y precipitó una crisis interna que, escondida en el debate de los liderazgos, era más profunda que lo que pensábamos, pues nos fuimos vaciando de contenido propio, siendo un partido espejo de una coalición más grande, la Concertación.
Esto llevó a experimentar un fuerte declive electoral y a la pérdida significativa de votos de centro, centro derecha y centro izquierda, a manos de nuestros socios de coalición y de la UDI, y en menor medida a favor de RN. Pasamos de un 26% que en 1996 obtuvo la DC con Foxley a la cabeza, al 15% que obtuvimos en las municipales del 2008. Desaparecimos como partido de nivel nacional, y en la práctica dejamos de existir electoralmente en varias regiones del país. En las ciudades más grandes y en los centros urbanos emergentes nuestro declive ha sido mayor, sosteniéndonos hoy en la ruralidad y en las ciudades y comunas medianas y pequeñas, con algunos hitos significativos aquí y allá.
El canibalismo interno destruyó a múltiples líderes que asumieron después de Foxley la conducción partidaria. La derrota en las primarias concertacionistas a manos de Ricardo Lagos, fue el principal efecto de esta lucha fratricida y de este desgate partidario.
Dentro de la Concertación hubo quienes apostaron a la desaparición de la DC como actor significativo en la política chilena, una vez que electoralmente el sistema binominal comenzó a desfavorecernos como el tercio político más pequeño.
Finalmente, la crisis interna del 2007, que culminó con la expulsión de Adolfo Zaldívar y la creación del PRI, le hecho una última palada al declive democracristiano.
Este relato es una de las causas de la derrota electoral de Eduardo Frei el 2010. El desdibujamiento de la DC.
Hoy, que vivimos un período de conmoción, pasmo y desorientación, la DC es llamada refundarse desde distintas posturas internas. Unos aún creen que se puede construir partido desde la inercia histórica de lo vivido. Son los que siempre han deseado crear un Suprapartido Concertacionista.
Otros, hablan de progresismo, confundiendo el ethos Concertacionista con el núcleo de la DC. Hay en ellos un temor de que resulte el afán de algunos de nuestros socios opositores de hacer una alianza progresista (PR, PPD y PS) que excluya a la DC, tesis esbozada por Gonzalo Matner y vociferada por el MEO, Ominami y Girardi.
Y estamos quienes aspiramos a reconstruirnos desde nuestras raíces, desde el socialcristianismo, y que sentimos una gran liberación del peso que durante dos décadas significó resignar mucho de nuestro acervo ideológico programático a favor de una Alianza política exitosa, que hizo mucho por Chile y su pueblo, pero que hoy la sentimos agotada.
Queremos nuclearnos en torno a las ideas socialcristianas, a un enfoque económico de Economía Social de Mercado, y a la creación de un partido organizado hacia lo comunitario, impulsando una mayor densidad y potencia de la Sociedad civil frente al Estado y al Mercado.
Queremos recuperar nuestros espacios y nichos en la cultura cristiana, abriéndonos al laicado católico y al pueblo evangélico, asumiendo la defensa de la Familia y la comunidad como espacios nucleares de nuestra sociedad.
Mas que la instalación de Estado de Bienestar según el modelo socialdemócrata europeo, promovemos un Estado Subdiario que fomente lo cooperativo, lo autogestionado y el vigor de los emprendedores, pymes y mypes, regulando y combatiendo la concentración económica y la dura desigualdad e inequidad social.
Finalmente, queremos construir un partido organizado hacia la tarea inmediata, el fortalecimiento de la sociedad civil. El énfasis comunitario revitalizará nuestra decaída organización partidaria.
Al igual que la Falange Nacional, que se veía a sí misma como una vanguardia profética, queremos ser la Agema Pezhetaroi, la elite dentro la nueva Falange en que debe convertirse nuestro partido.
Quienes ingresamos a la DC en dictadura tenemos el privilegio de haber vivido una épica lucha que nos marcó a fuego, semejante a lo experimentado por nuestros fundadores en las casi tres décadas que precedieron al triunfo de 1964.
Hoy se nos brinda una nueva oportunidad de emprender una nueva batalla de ideas, ideales, organización y acción, que nos permita convocar a muchos militantes y simpatizantes, abriéndoles las puertas del partido.
Convoco a Uds, amigos y camaradas de siempre, a reagruparnos en esta Agema, sabiendo que nuestro partido es demócrata y es un crisol de ideas y visiones, que se enriquecen mutuamente en el debate y en la unidad al término de él. [+/-] Seguir Leyendo...
Ideológicamente, cumplimos con dos importantes objetivos estratégicos: Reinstalar y fortalecer la Democracia en Chile, y superar significativamente la Pobreza, tareas que estaban en el ADN de nuestra Doctrina y de nuestros programas de gobierno desde la fundación de la Falange Nacional.
En este período, marcado en lo ideológico y programático por dos congresos partidarios (IV con Andrés Zaldívar, 1992 ,y V con Soledad Alvear, 2006), la DC resignó su soberanía programática entregándole poder a la Concertación y a sus sucesivos gobiernos para diseñar las políticas y programas gubernamentales que permitiesen aunar las distintas visiones multipartidarias de una alianza política de centroizquierda inédita en Chile, solo comparable al exitoso gobierno de don Pedro Aguirre Cerda y el Frente Popular......Internamente, la DC puso fin en los hechos a la lucha tendencial (guatones Vs Chascones) en 1989, disputa ligada a las estrategias de salida de la Dictadura y el tránsito a la Democracia, convergiendo ambas tendencias mayoritarias en ese entonces, en el proyecto común de dar gobernabilidad a Chile con la Concertación, teniendo a la DC como el partido eje de gobierno.
En esos años, y hasta el Jahuelazo de 1996 contra Alejandro Foxley, la DC no tuvo fisuras ni debates profundos en lo ideológico programático, matices más matices menos, y la convivencia interna giró en torno a la lucha por liderazgos proyectables a la Presidencia de la República.
El episodio de Jahuel en contra de Foxley daño severamente la convivencia interna y precipitó una crisis interna que, escondida en el debate de los liderazgos, era más profunda que lo que pensábamos, pues nos fuimos vaciando de contenido propio, siendo un partido espejo de una coalición más grande, la Concertación.
Esto llevó a experimentar un fuerte declive electoral y a la pérdida significativa de votos de centro, centro derecha y centro izquierda, a manos de nuestros socios de coalición y de la UDI, y en menor medida a favor de RN. Pasamos de un 26% que en 1996 obtuvo la DC con Foxley a la cabeza, al 15% que obtuvimos en las municipales del 2008. Desaparecimos como partido de nivel nacional, y en la práctica dejamos de existir electoralmente en varias regiones del país. En las ciudades más grandes y en los centros urbanos emergentes nuestro declive ha sido mayor, sosteniéndonos hoy en la ruralidad y en las ciudades y comunas medianas y pequeñas, con algunos hitos significativos aquí y allá.
El canibalismo interno destruyó a múltiples líderes que asumieron después de Foxley la conducción partidaria. La derrota en las primarias concertacionistas a manos de Ricardo Lagos, fue el principal efecto de esta lucha fratricida y de este desgate partidario.
Dentro de la Concertación hubo quienes apostaron a la desaparición de la DC como actor significativo en la política chilena, una vez que electoralmente el sistema binominal comenzó a desfavorecernos como el tercio político más pequeño.
Finalmente, la crisis interna del 2007, que culminó con la expulsión de Adolfo Zaldívar y la creación del PRI, le hecho una última palada al declive democracristiano.
Este relato es una de las causas de la derrota electoral de Eduardo Frei el 2010. El desdibujamiento de la DC.
Hoy, que vivimos un período de conmoción, pasmo y desorientación, la DC es llamada refundarse desde distintas posturas internas. Unos aún creen que se puede construir partido desde la inercia histórica de lo vivido. Son los que siempre han deseado crear un Suprapartido Concertacionista.
Otros, hablan de progresismo, confundiendo el ethos Concertacionista con el núcleo de la DC. Hay en ellos un temor de que resulte el afán de algunos de nuestros socios opositores de hacer una alianza progresista (PR, PPD y PS) que excluya a la DC, tesis esbozada por Gonzalo Matner y vociferada por el MEO, Ominami y Girardi.
Y estamos quienes aspiramos a reconstruirnos desde nuestras raíces, desde el socialcristianismo, y que sentimos una gran liberación del peso que durante dos décadas significó resignar mucho de nuestro acervo ideológico programático a favor de una Alianza política exitosa, que hizo mucho por Chile y su pueblo, pero que hoy la sentimos agotada.
Queremos nuclearnos en torno a las ideas socialcristianas, a un enfoque económico de Economía Social de Mercado, y a la creación de un partido organizado hacia lo comunitario, impulsando una mayor densidad y potencia de la Sociedad civil frente al Estado y al Mercado.
Queremos recuperar nuestros espacios y nichos en la cultura cristiana, abriéndonos al laicado católico y al pueblo evangélico, asumiendo la defensa de la Familia y la comunidad como espacios nucleares de nuestra sociedad.
Mas que la instalación de Estado de Bienestar según el modelo socialdemócrata europeo, promovemos un Estado Subdiario que fomente lo cooperativo, lo autogestionado y el vigor de los emprendedores, pymes y mypes, regulando y combatiendo la concentración económica y la dura desigualdad e inequidad social.
Finalmente, queremos construir un partido organizado hacia la tarea inmediata, el fortalecimiento de la sociedad civil. El énfasis comunitario revitalizará nuestra decaída organización partidaria.
Al igual que la Falange Nacional, que se veía a sí misma como una vanguardia profética, queremos ser la Agema Pezhetaroi, la elite dentro la nueva Falange en que debe convertirse nuestro partido.
Quienes ingresamos a la DC en dictadura tenemos el privilegio de haber vivido una épica lucha que nos marcó a fuego, semejante a lo experimentado por nuestros fundadores en las casi tres décadas que precedieron al triunfo de 1964.
Hoy se nos brinda una nueva oportunidad de emprender una nueva batalla de ideas, ideales, organización y acción, que nos permita convocar a muchos militantes y simpatizantes, abriéndoles las puertas del partido.
Convoco a Uds, amigos y camaradas de siempre, a reagruparnos en esta Agema, sabiendo que nuestro partido es demócrata y es un crisol de ideas y visiones, que se enriquecen mutuamente en el debate y en la unidad al término de él. [+/-] Seguir Leyendo...
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