martes, enero 05, 2010

UN FRENTE AMPLIO PARA CHILE. David Herrera

La semana pasada se intento un verdadero golpe de estado en contra del núcleo duro de la Concertación. Fue una operación que se venía gestando desde la noche misma de la primera vuelta presidencial.
Bajo el doble pretexto de, por un lado descargar las culpas del mal resultado en la dirigencia de los partidos de la Concertación que hicieron el peso de la campaña, la DC y el PS, y por otro, la necesidad de sumar el voto Meo, se definió descabezar la dirigencia partidaria, pese al buen resultado global de la Concertación en las parlamentarias.
El intento fracasó no sólo por lo descabellado de sus fundamentos sino por el hecho de que, a pesar de todo, las instituciones prevalecieron. Y lo que no te mata te fortalece.
¿Quiénes estuvieron detrás de este esfuerzo fallido?
Simplemente, aquellos de la Concertación que estuvieron con MEO en la primera vuelta. Son los que aún no se resignan al fracaso electoral del proyecto de excluir a la DC en la concertación e instalar una izquierda laica al estilo europeo aprovechando el sistema binominal, ambición de siempre de los Senadores Ominami y Girardi, y que se vio plasmada en la candidatura de MEO.
También hay que sumar al Neomirismo representado por Marambio, Pascal y el mismo MEO que ven en el PS escalonista y en la figura de la Presidenta Bachelet un serio obstáculo en su intento de asaltar el “Palacio de Invierno” de la Izquierda Chilena.
Por último, están los “eternos herederos” que al igual que el Príncipe Carlos de Inglaterra, llevan décadas esperando su oportunidad de acceder al trono sin que deban sudar como simples mortales para obtener tal logro.
Esta variopinta coalición de fuerzas aprovechó el descuido del Comando e instaló un tema jodido que hizo daño al candidato presidencial.
Una lección que se viene plasmando desde la última parlamentaria es capitalizar el esfuerzo común que representó el fin de la exclusión del PC y de la izquierda extraparlamentaria por parte del binomio PS-DC y que costó la friolera de varios doblajes en distritos emblemáticos.
El programa de Frei es un paradigma de ideas y desafíos que deben ser asumidos mirando el inmediato futuro de la renovación del mundo progresista chileno. El hecho real es que la campaña presidencial en este último tramo descansa en las espaldas de los cuadros partidarios territoriales, en los alcaldes, concejales y equipos parlamentarios que conocen cada cuadra de cada pueblo, ciudad y metrópoli de nuestro país.
Y en esta realidad destacan el PS, la DC y el PC que son el nuevo Frente Amplio que se va gestando desde la realidad cotidiana del hacer electoral común. El contenido progresista del programa de Frei facilita de sobremanera esta convergencia. Nunca en estas últimas dos décadas los programas de la Derecha y de la concertación difieren tanto. Y eso comienza a penetrar las conciencias de un electorado que se mostró esquivo con Frei en la primera vuelta pero que hoy comienza a evaluar seriamente la posibilidad de que la Derecha alcance el poder total poniendo progresivo fin a la creciente instalación de un Estado de Bienestar que resuelva la brutal inequidad social, educacional y económica existente hoy en Chile.
La experiencia del Frente Amplio en Uruguay, es digna de ser estudiada como paradigmática. En ella convergen fuerzas socialistas, socialcristianas y de izquierda, que han logrado plasmar un proyecto serio, convergente, de carácter ciudadano, y firmemente enraizado en la tradición democrática del pueblo uruguayo.
No se trata de trasplantar experiencias sin contextualizar. Se trata de aprender, de abrirse a la posibilidad de dar un salto cualitativo en la tarea histórica de refundar la Concertación.
El término de la exclusión de un sector significativo de la Izquierda Chilena y el paradigma programático de la candidatura de Frei, más la maciza obra iniciada en los últimos gobiernos en materia socioeconómica y de ampliación de la democracia son el piso político desde el cual iniciar un Frente Amplio para cerrar la indignante brecha de inequidad que cada año se refleja, a modo de ejemplo, en los resultados de la PSU.
David Herrera Barrientos
Abogado
Ex Consejero Nacional del PDC
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