Sumario por lobby del secretario ejecutivo del CORE para aprobar cursos de chino mandarín
Una ciudadana del país asiático avecindada en Chile, denunció que el ministro de fe de la instancia se ofreció para "gestionar" los negocios de su empresa educacional. Él haría el lobby con los consejeros regionales fuera de Santiago para que ganara proyectos financiados con dinero del Estado. Acordaron $ 5 millones, pagaderos en dos cuotas. Pero no cumplió. Con el fin de recuperar la inversión, la mujer le entregó al intendente Igor Garafulic la copia del depósito en la cuenta corriente del funcionario.El intendente de Santiago, Igor Garafulic (PPD), ordenó realizar un sumario administrativo en contra de Patricio Salinas Herrera (DC), el secretario ejecutivo -y ministro de fe- del Consejo Regional Metropolitano. Lo anterior, debido a que una ciudadana china avecindada en Chile, lo denunció por haberse quedado con $2,5 millones de un trabajo para el que fue contratado y no cumplió.
No se trataba de cualquier labor remunerada. Salinas debía "gestionar" que los CORE de otras regiones del país aprobaran dineros para proyectos relacionados con la actividad empresarial de la mujer: cursos de chino mandarín.
Si el lobby le resultaba recibiría otros $ 2,5 millones, es decir, un pacto por $ 5 millones. Hasta ahora no está descartado que también hubiera intentado operar en Santiago.
Todo comenzó a fines de septiembre, cuando la afectada pidió una audiencia con Garafulic. Este último la otorgó y escuchó los hechos ahora investigados de parte de la propia mujer y de inmediato solicitó la opinión de sus asesores. Al mismo tiempo le ordenó al administrador, Ángel Sartori, que hablara con Salinas. Las explicaciones de este último no dejaron satisfecho al intendente, ya que habían muchas contradicciones, toda vez que la afectada le entregó como prueba indesmentible la copia del depósito -por la suma señalada- en la cuenta corriente del funcionario.
Con esos antecedentes Garafulic estimó, dijeron fuentes del CORE, que debía llevarse a cabo un sumario en contra del secretario ejecutivo para establecer su responsabilidad administrativa, ya que estaba comprometida la probidad y existían eventuales delitos de por medio.
De inmediato, Garafulic redactó un oficio reservado con copia a los 26 miembros del CORE metropolitano, señalándoles la decisión de indagar a Salinas Herrera, porque la mujer presentó los mismos hechos a la Contraloría, entidad que ya requirió la información.
Pero como la ley dice que ante la eventual comisión de un ilícito los funcionarios públicos deben denunciarlo a la fiscalía, Garafulic se comunicó con el organismo fiscalizador para no arriesgar algún error de interpretación. Allí, según fuentes del CORE, le indicaron que primero debían establecerse los hechos y posteriormente entregar los antecedentes a la justicia.
Conforme pasaban los días, los jefes de las bancadas de cada uno de los partidos políticos en que se divide el CORE se enteraron del hecho y se reunieron con Garafulic. Este último, en compañía de un abogado y tres asesores de la Intendencia, procedió a leerles la carta de la afectada y a mostrarles la copia del depósito.
"Antes de reunirnos con el intendente corría un rumor de que había una denuncia contra Salinas, pero cuando nos leyó la carta de la mujer china y nos mostró la cantidad de dinero y el acuerdo para que hiciera lobby por un proyecto, me sorprendí muchísimo. Al principio pensé que era una de las tantas cosas que llegan a la Intendencia, pero después tuve claridad de que hay anomalías en este hecho y se deben aplicar las sanciones que correspondan", dijo uno de los consejeros presentes en dicha reunión, quien prefirió mantener en reserva su identidad.
Amigos del secretismo
La investigación contra Salinas ya era un hecho conocido por todos los consejeros, pero no se había tratado aún en la sesión ordinaria. Y el plazo se cumplió el 7 de octubre pasado.
La reunión estaba programada a las 16:00, pero empezó con media hora de retraso, mientras los consejeros regionales fumaban en el pasillo del segundo piso de la Intendencia, pese a estar expresamente prohibido por ley hacerlo en las reparticiones públicas.
A poco de tocada la campana que daba inicio al evento por el propio Salinas Herrera, el consejero Héctor Altamirano, jefe de la bancada DC, pidió la palabra a Garafulic -quien funge como jefe del CORE- argumentando que los antecedentes de la denuncia contra su "camarada" debían ser expuestos, pero de "forma reservada", sin la presencia de personas ajenas a la reunión ni menos periodistas.
Hubo votación y se resolvió analizar la denuncia en el último punto de la tabla, y rotulado como "varios". Comenzó así una maratónica sesión, donde se aprobaron varias mociones, entre ellas la de un deportista a quien le entregaron $ 57 millones para competir en la próxima versión del Paris-Dakar que se realizará en el norte de Chile y Argentina, sólo por el hecho de llevar un logo del CORE.
Pasadas las 22:00 llegó el momento de resolver si los antecedentes de la denuncia serían reservados o no. Primó entonces la Ley de Transparencia y Garafulic relató de manera críptica los hechos, aduciendo que debía respetar el debido proceso al imputado.
Pero a renglón seguido hizo una aclaración: Salinas Herrera está contratado por la Intendencia bajo las normas del Código del Trabajo, pero la confianza política recae en manos del CORE.
Hubo varios ceños fruncidos con esta frase, aunque todos coincidieron en que debía esperarse el resultado de la investigación. El consejero UDI Roberto Lewin, si bien se sumó a este criterio, dijo que sobre Salinas pesaba "un manto de duda".
Este medio le consultó a Salinas Herrera si quería referirse al tema, pero declinó hacerlo, atendido a que había una investigación en curso.
Instrumento cuestionado
Los CORES fueron creados en 1993 con el fin de ayudar a la descentralización del país. Existe uno en cada región y está encargado de administrar los recursos entregados por el gobierno para mejoras al medio ambiente, educación, seguridad pública, entre otros, con el fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes.
En Santiago está compuesto por 26 consejeros, divididos por cada uno de los partidos políticos, incluso el PC. Y sólo para este año el CORE de Santiago cuenta con más de $ 2.000 millones para proyectos de distinta especie. De hecho la elección de estos últimos fue duramente criticada el año pasado por el parlamentario PS Fidel Espinoza, quien dijo que sus nombramientos se hacían con algo muy parecido a la compra de votos de los concejales que deben apoyarlos para entrar al ruedo.Jorge Molina Sanhueza El Mostrador [+/-] Seguir Leyendo...
No se trataba de cualquier labor remunerada. Salinas debía "gestionar" que los CORE de otras regiones del país aprobaran dineros para proyectos relacionados con la actividad empresarial de la mujer: cursos de chino mandarín.
Si el lobby le resultaba recibiría otros $ 2,5 millones, es decir, un pacto por $ 5 millones. Hasta ahora no está descartado que también hubiera intentado operar en Santiago.
Todo comenzó a fines de septiembre, cuando la afectada pidió una audiencia con Garafulic. Este último la otorgó y escuchó los hechos ahora investigados de parte de la propia mujer y de inmediato solicitó la opinión de sus asesores. Al mismo tiempo le ordenó al administrador, Ángel Sartori, que hablara con Salinas. Las explicaciones de este último no dejaron satisfecho al intendente, ya que habían muchas contradicciones, toda vez que la afectada le entregó como prueba indesmentible la copia del depósito -por la suma señalada- en la cuenta corriente del funcionario.
Con esos antecedentes Garafulic estimó, dijeron fuentes del CORE, que debía llevarse a cabo un sumario en contra del secretario ejecutivo para establecer su responsabilidad administrativa, ya que estaba comprometida la probidad y existían eventuales delitos de por medio.
De inmediato, Garafulic redactó un oficio reservado con copia a los 26 miembros del CORE metropolitano, señalándoles la decisión de indagar a Salinas Herrera, porque la mujer presentó los mismos hechos a la Contraloría, entidad que ya requirió la información.
Pero como la ley dice que ante la eventual comisión de un ilícito los funcionarios públicos deben denunciarlo a la fiscalía, Garafulic se comunicó con el organismo fiscalizador para no arriesgar algún error de interpretación. Allí, según fuentes del CORE, le indicaron que primero debían establecerse los hechos y posteriormente entregar los antecedentes a la justicia.
Conforme pasaban los días, los jefes de las bancadas de cada uno de los partidos políticos en que se divide el CORE se enteraron del hecho y se reunieron con Garafulic. Este último, en compañía de un abogado y tres asesores de la Intendencia, procedió a leerles la carta de la afectada y a mostrarles la copia del depósito.
"Antes de reunirnos con el intendente corría un rumor de que había una denuncia contra Salinas, pero cuando nos leyó la carta de la mujer china y nos mostró la cantidad de dinero y el acuerdo para que hiciera lobby por un proyecto, me sorprendí muchísimo. Al principio pensé que era una de las tantas cosas que llegan a la Intendencia, pero después tuve claridad de que hay anomalías en este hecho y se deben aplicar las sanciones que correspondan", dijo uno de los consejeros presentes en dicha reunión, quien prefirió mantener en reserva su identidad.
Amigos del secretismo
La investigación contra Salinas ya era un hecho conocido por todos los consejeros, pero no se había tratado aún en la sesión ordinaria. Y el plazo se cumplió el 7 de octubre pasado.
La reunión estaba programada a las 16:00, pero empezó con media hora de retraso, mientras los consejeros regionales fumaban en el pasillo del segundo piso de la Intendencia, pese a estar expresamente prohibido por ley hacerlo en las reparticiones públicas.
A poco de tocada la campana que daba inicio al evento por el propio Salinas Herrera, el consejero Héctor Altamirano, jefe de la bancada DC, pidió la palabra a Garafulic -quien funge como jefe del CORE- argumentando que los antecedentes de la denuncia contra su "camarada" debían ser expuestos, pero de "forma reservada", sin la presencia de personas ajenas a la reunión ni menos periodistas.
Hubo votación y se resolvió analizar la denuncia en el último punto de la tabla, y rotulado como "varios". Comenzó así una maratónica sesión, donde se aprobaron varias mociones, entre ellas la de un deportista a quien le entregaron $ 57 millones para competir en la próxima versión del Paris-Dakar que se realizará en el norte de Chile y Argentina, sólo por el hecho de llevar un logo del CORE.
Pasadas las 22:00 llegó el momento de resolver si los antecedentes de la denuncia serían reservados o no. Primó entonces la Ley de Transparencia y Garafulic relató de manera críptica los hechos, aduciendo que debía respetar el debido proceso al imputado.
Pero a renglón seguido hizo una aclaración: Salinas Herrera está contratado por la Intendencia bajo las normas del Código del Trabajo, pero la confianza política recae en manos del CORE.
Hubo varios ceños fruncidos con esta frase, aunque todos coincidieron en que debía esperarse el resultado de la investigación. El consejero UDI Roberto Lewin, si bien se sumó a este criterio, dijo que sobre Salinas pesaba "un manto de duda".
Este medio le consultó a Salinas Herrera si quería referirse al tema, pero declinó hacerlo, atendido a que había una investigación en curso.
Instrumento cuestionado
Los CORES fueron creados en 1993 con el fin de ayudar a la descentralización del país. Existe uno en cada región y está encargado de administrar los recursos entregados por el gobierno para mejoras al medio ambiente, educación, seguridad pública, entre otros, con el fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes.
En Santiago está compuesto por 26 consejeros, divididos por cada uno de los partidos políticos, incluso el PC. Y sólo para este año el CORE de Santiago cuenta con más de $ 2.000 millones para proyectos de distinta especie. De hecho la elección de estos últimos fue duramente criticada el año pasado por el parlamentario PS Fidel Espinoza, quien dijo que sus nombramientos se hacían con algo muy parecido a la compra de votos de los concejales que deben apoyarlos para entrar al ruedo.Jorge Molina Sanhueza El Mostrador [+/-] Seguir Leyendo...
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