El “fenómeno” Marco Enríquez-Ominami. Carlos Huneeus
La encuesta CERC de Abril 2009 mostró una baja visibilidad de Marco Enríquez-Ominami (MEO): 1% en la pregunta abierta "quién le gustaría" fuera presidente y no apareció en la pregunta "quien cree que será presidente". Tuve que dar explicaciones, porque otras encuestas lo mostraban con un alto apoyo: La Tercera le dio 10% y TNS Time, 14%, ambas telefónicas. Encuestas posteriores, cara a cara, como la del CEP, mostró a MEO con 10% en quien le gustaría y 3% en quien cree que será Presidente.
No es la oportunidad de polemizar con las encuestas, sino de examinar los factores que explican que esta candidatura haya alcanzado un alto apoyo en ellas, con una velocidad sin precedentes, aplastando las dos candidaturas presidenciales de la izquierda -la del senador Alejandro Navarro y la de Jorge Arrate- y la del senador Adolfo Zaldívar.
MEO tiene una biografía con aspectos atractivos para las personas de bajo interés en la política e interesados en el mundo de la TV, lo cual compensa su opaca biografía política. Es hijo de Miguel Enríquez, fundador del MIR, grupo de extrema izquierda que combatió a los dos últimos gobiernos antes del Golpe Militar de 1973. Su abuelo materno es Rafael Agustín Gumucio, que fue senador del PDC y fundador del MAPU y dirigente de la Unidad Popular (su biografía oficial esconde esta parte de la vida de su antepasado). Su padre adoptivo, el senador Carlos Ominami, es un destacado senador del PS, ex ministro del presidente Aylwin, que renunció al PS inmediatamente después de él.
Profesionalmente está vinculado al cine y la televisión, a la cual también pertenece su madre, Manuela Gumucio, y su esposa, Karen Doggenweiler, una destacada animadora de programas de entretenimiento. El principal impulsor de su candidatura es un exitoso hombre de la TV, Rodrigo Danús. Sin tener ideas programáticas estables, logra convocar a personas de derecha, como su jefe de programa económico, Paul Fontaine, porque ataca a la Concertación, plantea privatizar Codelco y "gobernar con los mejores", un slogan de las candidaturas presidenciales de la derecha. Ataca a la Concertación y a Frei, evita criticar a la presidenta Bachelet y elude referirse a la candidatura de Piñera.
Varios factores han ayudado a MEO a llegar esta posición de poder.
1. Crisis del PS y debilidad de los partidos. El primer y principal factor de apoyo es la crisis del PS, al cual renunció en junio de 2009. Se ha quebrado el PS varias veces en el pasado, pero ello se produjo cuando estaba en la oposición y ahora una militante, Michelle Bachelet, es Presidente de la República. También los otros partidos de la Concertación atraviesan por graves dificultades, destacando su enorme distancia con la ciudadanía. Sin esta crisis, MEO no tendría espacio.
2. Apoyo de los medios de comunicación. El segundo recurso está constituido por el apoyo de los medios de comunicación, especialmente la prensa escrita de la cadena Copesa y El Mercurio. Ello comenzó a fines de 2008, cuando se extendió el rumor que podía ser candidato presidencial después que el millonario Farkas optara por pasar a un segundo plano luego de su ostentosa participación en la Teletón. Los medios lograron meter un pié en la lucha presidencial.
Hubo una cantidad sin precedentes de artículos, reportajes y entrevistas favorables a él y a su grupo familiar, sin hacer referencia a asuntos políticos. Fue muy intensa esta preocupación en mayo, con 47 artículos, superando cuatro veces el total de artículo aparecidos en abril, 12 (cuadro 1). Esto no fue casual, porque se buscó influir en la opinión pública de cara a la encuesta CEP. MEO entregó su programa económico el 15 de mayo, al día siguiente del comienzo del trabajo de campo de la encuesta CEP, una sorprendente coincidencia.
3. Simpatía en personalidades de la Concertación. La postulación de MEO fue encarada primero con dudas y, después, con cierta simpatía por personalidades de la Concertación, algunos de los cuales están en el comando de Frei. Valoran su postulación porque significaría un paso en la renovación de la política. Algunos hacen un burdo cálculo electoral: proponen no responder a los ataques de MEO a Frei porque esperan sus votos para la segunda vuelta, mientras éste se empecina en destruir los posibles puentes que existirían entre ambas candidaturas para impedir que sus votantes apoyen al ex presidente en el ballotage. MEO crece a costa de Frei.
Personalidades del PDC fueron más allá, elogiando a MEO porque habría tenido la "valentía" de cuestionar a la Concertación, reconociendo que ellos no tuvieron ‘las bolas" para hacerlo, según las expresivas palabras empeladas por uno de los "príncipes" del PDC.
4. Papel de las encuestas. MEO se ha beneficiado de las encuestas, que tempranamente le dieron un bono de beneficio, antes que fuera candidato, por el sólo hecho de incluirlo en las mediciones. MEO se preocupó que su nombre fuera incluido en ellas, comenzando por la consultora Imaginacción, sin experiencia en encuestas electorales, que le dio un 1% en enero de 2009, subió al 2% al mes siguiente, durante las vacaciones, y más tarde llegó al 10%.
Llama la atención que las empresas, consultoras o medios de prensa con encuestas que entregaron altos resultados de MEO no lo miden en segunda vuelta, salvo escasas excepciones. Tampoco el CEP lo hizo. Y quienes lo hicieron, cara a cara, lo muestran muy débil ante Piñera.
En síntesis, MEO es un "fenómeno" no por el porcentaje que obtiene en las encuestas, sino por los factores que explican su lugar en la opinión pública y el enorme poder adquirido, que le permitió aplastar a tres postulantes a La Moneda, poner a la defensiva a la candidatura presidencial de la Concertación e inmovilizar al gobierno, que no ha dicho una palabra en su contra. Son logros que dejarán huellas, más allá del resultado electoral y de la percepción de cura de Catapilco que ve en su postulación la derecha, porque las bases de su poder son más variadas y fuertes que las que tuvo éste hace medio siglo, incluso las económicas.
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No es la oportunidad de polemizar con las encuestas, sino de examinar los factores que explican que esta candidatura haya alcanzado un alto apoyo en ellas, con una velocidad sin precedentes, aplastando las dos candidaturas presidenciales de la izquierda -la del senador Alejandro Navarro y la de Jorge Arrate- y la del senador Adolfo Zaldívar.
MEO tiene una biografía con aspectos atractivos para las personas de bajo interés en la política e interesados en el mundo de la TV, lo cual compensa su opaca biografía política. Es hijo de Miguel Enríquez, fundador del MIR, grupo de extrema izquierda que combatió a los dos últimos gobiernos antes del Golpe Militar de 1973. Su abuelo materno es Rafael Agustín Gumucio, que fue senador del PDC y fundador del MAPU y dirigente de la Unidad Popular (su biografía oficial esconde esta parte de la vida de su antepasado). Su padre adoptivo, el senador Carlos Ominami, es un destacado senador del PS, ex ministro del presidente Aylwin, que renunció al PS inmediatamente después de él.
Profesionalmente está vinculado al cine y la televisión, a la cual también pertenece su madre, Manuela Gumucio, y su esposa, Karen Doggenweiler, una destacada animadora de programas de entretenimiento. El principal impulsor de su candidatura es un exitoso hombre de la TV, Rodrigo Danús. Sin tener ideas programáticas estables, logra convocar a personas de derecha, como su jefe de programa económico, Paul Fontaine, porque ataca a la Concertación, plantea privatizar Codelco y "gobernar con los mejores", un slogan de las candidaturas presidenciales de la derecha. Ataca a la Concertación y a Frei, evita criticar a la presidenta Bachelet y elude referirse a la candidatura de Piñera.
Varios factores han ayudado a MEO a llegar esta posición de poder.
1. Crisis del PS y debilidad de los partidos. El primer y principal factor de apoyo es la crisis del PS, al cual renunció en junio de 2009. Se ha quebrado el PS varias veces en el pasado, pero ello se produjo cuando estaba en la oposición y ahora una militante, Michelle Bachelet, es Presidente de la República. También los otros partidos de la Concertación atraviesan por graves dificultades, destacando su enorme distancia con la ciudadanía. Sin esta crisis, MEO no tendría espacio.
2. Apoyo de los medios de comunicación. El segundo recurso está constituido por el apoyo de los medios de comunicación, especialmente la prensa escrita de la cadena Copesa y El Mercurio. Ello comenzó a fines de 2008, cuando se extendió el rumor que podía ser candidato presidencial después que el millonario Farkas optara por pasar a un segundo plano luego de su ostentosa participación en la Teletón. Los medios lograron meter un pié en la lucha presidencial.
Hubo una cantidad sin precedentes de artículos, reportajes y entrevistas favorables a él y a su grupo familiar, sin hacer referencia a asuntos políticos. Fue muy intensa esta preocupación en mayo, con 47 artículos, superando cuatro veces el total de artículo aparecidos en abril, 12 (cuadro 1). Esto no fue casual, porque se buscó influir en la opinión pública de cara a la encuesta CEP. MEO entregó su programa económico el 15 de mayo, al día siguiente del comienzo del trabajo de campo de la encuesta CEP, una sorprendente coincidencia.
3. Simpatía en personalidades de la Concertación. La postulación de MEO fue encarada primero con dudas y, después, con cierta simpatía por personalidades de la Concertación, algunos de los cuales están en el comando de Frei. Valoran su postulación porque significaría un paso en la renovación de la política. Algunos hacen un burdo cálculo electoral: proponen no responder a los ataques de MEO a Frei porque esperan sus votos para la segunda vuelta, mientras éste se empecina en destruir los posibles puentes que existirían entre ambas candidaturas para impedir que sus votantes apoyen al ex presidente en el ballotage. MEO crece a costa de Frei.
Personalidades del PDC fueron más allá, elogiando a MEO porque habría tenido la "valentía" de cuestionar a la Concertación, reconociendo que ellos no tuvieron ‘las bolas" para hacerlo, según las expresivas palabras empeladas por uno de los "príncipes" del PDC.
4. Papel de las encuestas. MEO se ha beneficiado de las encuestas, que tempranamente le dieron un bono de beneficio, antes que fuera candidato, por el sólo hecho de incluirlo en las mediciones. MEO se preocupó que su nombre fuera incluido en ellas, comenzando por la consultora Imaginacción, sin experiencia en encuestas electorales, que le dio un 1% en enero de 2009, subió al 2% al mes siguiente, durante las vacaciones, y más tarde llegó al 10%.
Llama la atención que las empresas, consultoras o medios de prensa con encuestas que entregaron altos resultados de MEO no lo miden en segunda vuelta, salvo escasas excepciones. Tampoco el CEP lo hizo. Y quienes lo hicieron, cara a cara, lo muestran muy débil ante Piñera.
En síntesis, MEO es un "fenómeno" no por el porcentaje que obtiene en las encuestas, sino por los factores que explican su lugar en la opinión pública y el enorme poder adquirido, que le permitió aplastar a tres postulantes a La Moneda, poner a la defensiva a la candidatura presidencial de la Concertación e inmovilizar al gobierno, que no ha dicho una palabra en su contra. Son logros que dejarán huellas, más allá del resultado electoral y de la percepción de cura de Catapilco que ve en su postulación la derecha, porque las bases de su poder son más variadas y fuertes que las que tuvo éste hace medio siglo, incluso las económicas.
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