La Concertación puede farrearse la presidencial. Carlos Hunneus

El cientista social, como él mismo se define, dispara de chincol a jote. Afirma que la candidatura de Frei está en problemas; que la de Marco Enríquez-Ominami se va a desinflar, que los partidos están en crisis y que el neoliberalismo ha penetrado hasta al PS. Afírmese.
Carlos Huneeus es difícil de definir en pocas líneas, pues tiene un currículo contundente. Se le conoce a nivel de medios de comunicación por ser director ejecutivo de la Corporación CERC, entidad que entrega periódicamente una comentada encuesta política. Además es abogado de la Universidad de Chile, Master in Arts en Political Behaviour, Universidad de Essex y PhD en ciencia política, Universidad de Heidelberg.
Su vinculación con la Universidad de Chile es estrecha. Es miembro del Senado de la universidad y profesor asociado de la Escuela de Graduados del Instituto de Estudios Internacionales de la misma casa de estudios.
Por lo mismo, fue muy comentada su columna en el diario electrónico El Mostrador, "La noche oscura de la Facultad de Derecho", en donde aborda el fondo del problema que afecta a la principal escuela de Derecho del país.
Pero además de estar preocupado por ese tema, se le nota molesto también con la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, pues la considera un invento de ciertos medios de comunicación.
-¿Se equivocan las encuestas con Marco Enríquez-Ominami?-Me referí al resultado de una encuesta que hice en un período determinado, la segunda quincena de abril, hace un mes y medio. Entre medio la propaganda mediática, especialmente de "La Tercera", "El Mercurio" y "Las Últimas Noticias", ha continuado, en virtud del conflicto que hay al interior del PS y la insistencia de Carlos Ominami de seguir enfrentándose con Camilo Escalona y de esa manera apoyar también a su hijo.

"Es un tema que provino de los medios. En abril el fenómeno no existía. Eso cambia porque hay una campaña mediática a favor de él. Enseguida, políticos de la Concertación que no están suficientemente comprometidos con la candidatura de Eduardo Frei inflan a Marco Enríquez-Ominami como una manera de conseguir sus objetivos. Enríquez-Ominami, con todo el respaldo mediático que tiene, no tiene ningún dirigente social relevante, ningún dirigente estudiantil. Si es un representante de los jóvenes, si representa la renovación de la política, lo menos que se puede esperar es que tenga capacidad de convocatoria ante los dirigentes juveniles".

-¿Acaso en política no se han visto cosas más extrañas? En una de esas hasta podría resultar electo.

-No. No quiero seguir en la campaña y debate, porque eso desvía la atención del tema central que es lo que representa la elección presidencial, la opción real entre Piñera y Frei, y no voy a seguir inflando la candidatura de Enríquez-Ominami sobre esa alternativa.

-¿Pero puede pasar cualquier cosa en política?

-Lo que diría del fenómeno Enríquez-Ominami es que es una de las expresiones más clarísimas de la influencia tradicional de la política chilena, de la clase social del apoyo de una familia a una persona. Es el reflejo de la oligarquía en un sector de la izquierda. Si se llamara Marco Huneeus o Marco González, no habría podido ser elegido diputado, porque fue elegido en el distrito de su padre, es apoyado a candidato presidencial por su familia y también por su padre. Es decir, los mismos caminos de los Larraín, los Errázuriz o los Coloma en Colchagua, en donde abuelo, nieto y bisnieto son parlamentarios por el mismo distrito del fundador del clan, que era Juan Antonio Coloma, presidente de la Cámara hace 60 años. ¡Ese camino sigue Enríquez-Ominami! De esa manera no es una alternativa nueva en la política chilena. Está repitiendo los mismos patrones que usó la derecha en el país. Y la oligarquía puede ser de izquierda o derecha, igual que las dictaduras.

-¿En qué cree que va a terminar esto?

-Desinflado.

-¿En cuánto tiempo?

-No sé. El problema aquí es más complejo, porque hay gente que está saboteando la candidatura de Frei. "La Tercera" está saboteando la candidatura. Soy cientista social y tengo que explicar las cosas, y las cosas no surgen de la nada. Pinochet no surgió de la nada. El plebiscito del ’88 no lo ganamos fortuitamente, porque hay factores que influyen. La explicación que dan algunos disidentes de izquierda respecto de la candidatura de Marco Enríquez-Ominami es una manera tan directa de criticar a la Concertación, de criticar a la gestión del gobierno, a Frei y a los partidos de la Concertación, que es vergonzoso.

-¿Cree que está en real peligro la candidatura de Frei?

-Cero peligro. Le rayan la cara por supuesto y espero que no quede en la impunidad la irresponsabilidad que se ha cometido. Pero no puede, hoy, el senador Ominami decir que Eduardo Frei asuma el liderazgo de la Concertación cuando ése es un problema interno del PS. En política no se toman factores personales. ¡Está bien el principio de familia, pero si el padre piensa distinto del hijo, no tiene por qué apoyarlo! Si lo está haciendo es porque no quiere apoyar a Frei, entonces no meta la obligación filial cuando hay un problema político de fondo. El punto es que Ominami no quiere apoyar a Frei porque tiene problemas con Escalona. Hay un problema del PS.

-Pero eso puede significar farrearse la Presidencia de la República.

-Por supuesto que puede ser. El año 46 la derecha no llegó al poder nada más porque no querían que un católico, el doctor Cruz-Coke, llegara a La Moneda. Otra manifestación oligárquica es que un senador pida un status especial y que quiera estar bien con todos. ¿Quién nombró a Marco Enríquez-Ominami, cuántas firmas reunió ya? ¡Además el apoyo mediático que ha tenido! Todas las semanas le dedican reportajes en la revista "El Sábado", titulares en "Las Últimas Noticias". ¡Está inflado por la derecha y es evidente el objetivo!

-¿Coincide con que también hay crisis en la candidatura de Frei?

-No. Creo que hay crisis de los partidos. La DC es un tercio de lo que era hace 10 años. El PS es una sombra de lo que fue. El PPD expulsó a uno de sus tres senadores y a uno de sus fundadores.

-¿Y la derecha?

-Arrasó en la elección municipal. Y el gobierno y la Presidenta están mirando esto, lo que encuentro lamentable.

-¿Qué opina de la marcha de la candidatura de Frei?

-Sin duda que la candidatura de Frei no está bien. No tiene sentido de la urgencia y de la gravedad de la crisis de los partidos y del impacto que tendrá en su candidatura. Frei ha dicho que no se preocupa de los partidos, lo que constituye un grave error, porque sin partidos fuertes no va a ganar la elección. Enseguida las personas que ha designado de su confianza no han tenido un desempeño esperado a nivel de dificultad en que se encuentra, en que está muy lejos detrás de Piñera. Muy lejos. Es la primera vez. Frei triunfó el ’93 ganando lejos. Ésta es la primera vez que tiene una elección competitiva y la Concertación también. El ponerse a pelear con una encuesta que le da malos resultados me parece un error garrafal, cuando esa misma encuesta fue alabada un año antes. Una candidatura que pelea con las encuestas me dice que no está en buen camino. Tampoco conozco el planteamiento sustantivo que tiene la candidatura. Océanos Azules, después de un año de trabajo, no ha mostrado lo que tiene.

-En estos días se han conocido los planteamientos valóricos, como el aborto y la unión civil.

-Sí, pero son temas que surgen en la discusión mediática, pero no temas elaborados por los mecanismos internos.

-¿Qué le parece que la candidatura aborde los temas valóricos?

-Me parece una desorientación, porque no puede eludir los temas de fondo, centrales, que todavía están pendientes. Planteó una nueva Constitución. No es un tema de arquitectura constitucional, sino que significa si vamos a tener un sistema económico de un marcado signo neoliberal o vamos a tener una Constitución con un sistema neutral. Eso es central en la discusión política. Hay que sacar la sobreprotección del derecho de propiedad, el sesgo antiestatista que tiene la Constitución, el que haya leyes de quórum calificado. Vamos a mantener una Constitución que desde el punto de vista de los principios económicos favorece una visión económica neoliberal, conservadora y capitalista o vamos a poner una Constitución de consenso que permita que el Parlamento y los ciudadanos elijan la forma de organización económica que ellos estimen.

-¿Cree que la ciudadanía va a votar pensando en la Constitución?

-No, la ciudadanía está preocupada de las desigualdades escandalosas que hay en el país. Esta Constitución favorece la continuidad de las desigualdades. Y el comportamiento de ciertos políticos favorece la continuidad de las desigualdades cuando un senador nombra a su hijo diputado en su distrito y, enseguida, a ese mismo diputado se le suben los humos a la cabeza y se autoproclama candidato presidencial. Ese sistema oligárquico debe cambiarlo la Concertación y no el pacto Juntos Podemos.

-¿Por qué a la Concertación le da tanto miedo tocarle el bolsillo a los empresarios?

-Es que el cáncer neoliberal ha penetrado en tantas partes; en la izquierda chilena también, incluyendo al PS.

-En la derecha hay arremetida de sectores jóvenes en los partidos, pero eso no se ve en la Concertación.

-Porque los partidos son un club de Tobi nomás, no tienen base política y no hay liderazgos. También la continuidad de los gobiernos tiene costos enormes para los partidos. A pesar de que cada Presidente cambia a los ministros, los ex ministros siguen opinando más de lo que debieran, siguen asesorando a los gobiernos y se creen con la capacidad de dar orientaciones y ellos piden llamar a la renovación, pero ellos mismos la están impidiendo.

-¿Cómo influye la popularidad de la Presidenta Bachelet en la política?

-Tiene costos positivos y negativos. Se habla de lo positivo como una especie de indicador de la Bolsa de Comercio, mientras más sube, mejor. El problema es que cuando más sube llega a un punto en que eso es negativo, porque los ministros se asustan con la Presidenta, exacerba el componente presidencial unipersonal y eso es malo para un sistema político en el cual el Presidente no anda solo sino que está acompañado por sus ministros, subsecretarios, gobernadores, intendentes y no es solamente una persona. Entonces, en vez de ser un punto positivo, es una mala noticia. // LND [+/-] Seguir Leyendo...