lunes, enero 19, 2009

A PROPÓSITO DE LAS UNIVERSIDADES COTA MIL


Al parecer la clase política está más interesada en las definiciones presidenciales -convenciones,asambleas etc- y por eso no ha participado de la intensa polémica pública levantada por artículo del Padre Felipe Berrios sobre "las universidades cota 1.000" que ha tenido el rechazo derechista (especialmente vía El Mercurio).

Este debate sobre como cambiamos un país desintegrado, con ghettos de ricos y otros gethos de pobres incomoda a la derecha que con su candidatura empresarial quiere seguir con un país de cota 1.000, de Tantaucos, siempre lejos de la gente, es un neo despotismo ilustrado.Claramente la propuesta empresarial de la derecha es distante de la gente, fortalece la elitización de la sociedad, que lamentablemente se esta transmitiendo a través del sistema educativo.

Lo preocupante es que los sectores concertacionistas no se hacen parte de este debate proponiendo iniciativas y desarrollando prácticas innovadoras que de verdad rompan con este círculo vicioso de una educación de buena calidad para una minoría (bien minoría en los colegios privados) y una educación de mala calidad para la mayoría (especialmente para quienés van a colegios municipales).

Después de 2 décadas de gobiernos concertacionistas importan más las prácticas pro-equidad educativa y vemos que no hay muchos avances (no hay municipios que muestren logros educacionales, y los colegios particulares subvencionados instalados en comunas populares orientados a producir excelencia educativa están ligadas a fundaciones católicas conservadoras como el opus dei) y las propuestas siguen siendo del orden macro estructural que terminan bloqueadas en el Congreso, donde la derecha tiene hoy mayoría.

Chile necesita más integración social, más solidaridad, más preocupación por los sectores vulnerables y este debate sobre "las universidades cota mil" debiera generar una corriente social que levante como desafío del futuro inmediato la urgencia de mejorar la calidad educativa para todos y todas.

Este debate debiera además, incentivar el desarrollo de un voluntariado progresista que trabaje en terreno diversas iniciativas destinadas a mejorar la calidad educativa en los sectores sociales vulnerables. Ni desde los Tantaucos derechistas ni desde los papers de figuras concertacionistas se van a desatar este movimiento pro-equidad educacional, pro-integración social.

El 2009 el debate público debiera ser como integramos socialmente a una sociedad ghetizada o donde la derecha busca su perpetua elitización. Es en el marco de esa discusión donde podría revalorizarse una opción concertacionista progresista pero que deberá dar muchas respuestas por los escasos avances en esta etapa.Instituto de Estudios Politicos y Laborales.
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