jueves, noviembre 13, 2008

El que no corre, vuela. Myriam Verdugo.

Los diagnósticos de la sabiduría popular cada día logran una confirmación en el día a día de la historia, y la crisis de la Democracia Cristiana, después de la debacle del 26 de octubre no es una excepción.
Ante el hecho cierto de que el próximo 12 y 13 de diciembre se desarrollará una jornada crucial para el futuro de este partido, han surgido las emocionadas voces de innumerables próceres dispuestos al sacrificio de asumir un cargo para conducir los destinos de este partido, que un día supo llegar a convertirse en primer actor de la política nacional en los últimos 50 años. Por supuesto nos enteramos de tan generosa “disposición” a través de sus canales habituales de comunicación con las bases: los diarios de derecha.
Tal situación revela patentemente algo indesmentible: no aprendieron nada con la dura derrota. Príncipes, honorables, “hijos o hijas de” y la última generación de moda, los obamas chilensis, se creen predestinados a conducir a la DC en la próxima aventura presidencial. Lo primordial es continuar detentando el poder. Seguir con la “monserga” de que la concertación ha sido la “coalición política más exitosa en la historia de Chile”, desconociendo olímpicamente las ineficiencias, los desastres (Transantiago, escándalos en el sistema de salud, etc), el abandono, la soberbia y hasta la tontera.
Y así vemos en los medios de comunicación un sinnúmero de notas que van arrojando nombres a la arena. ¿Y cuáles son esos nombres? Pues ni más ni menos que los mismos que nos condujeron al desastre actual.
Nada de oír a las bases. Las mismas que pronosticaron la debacle, que la anunciaron, y no fueron oídas. No. Por eso, hoy día, el que no corre vuela detrás de una nominación, de una transada, de un seguir ignorando las señales, las advertencias.
Estamos cansados. Estamos hartos. Somos demócratas cristianos, y con mucho orgullo. No estamos dispuestos a transar con los que se venden por un cargo parlamentario “asegurado”, o por un “cupo” en el sistema público.
Más que “asegurar” un quinto gobierno concertacionista, nos la vamos a jugar por un partido, por un ideario, por un programa, que interprete al chileno de hoy. Por eso, avisamos que nuestras prioridades están en esta senda. Sólo allí nos encontrarán. En tanto, los otros, los que corren y vuelan por seguir asegurando algún cargo, algún cupo, irán quedando irremediablemente solos.
Nos vemos el 12 y 13 de diciembre queridos y queridas camaradas, con el compromiso de recuperar al partido para que vuelva a ser protagonista de la historia política chilena, porque si lo abandonamos en manos de quienes se obstinan en seguir en esta senda de desaciertos, estaremos condenados a seguir retrocediendo hasta la última línea del coro.
Myriam Verdugo
Consejera Nacional PDC.

Comparto plenamente lo que señalas en tu carta.
Fraternalmente:
Guillermo Jiménez Escárate


Myriam
Estoy totalmente de acuerdo con tu posición, pero debiéramos ser capaces de hacer propuesta que debe asumir la próxima dirección del partido. Creo que llamar a respetar los acuerdos del ultimo congreso es lo primordial, entre estos acuerdo la limitación de los periodos de cargos de elección popular, rechazo al lucro en la educación, modificar las políticas económicas del país. También agregar la exigencia de una AFP estatal, la estatizacion del agua potable, una empresa estatal de transporte colectivo, entre otros temas.
Fraternalmente...
Pedro Concha