Contingencia y Tendencias: Un Nuevo y Prominente Referente. Alejandro Salas

Se ha topado techo en el mundo de la Concertación, pues más allá del escueto 23% de apoyo ciudadano que le otorga la CEP de junio de 2008, sus presidenciables en suma apenas superan el 30% del respaldo del electorado, incluido los comunistas. Si a esta crudeza se le suma que los apoya menos del 40% de la gente de centro y con suerte alcanzan el 20% de quienes se dicen independientes, podemos referir que su gran capital está reducido al mundo de la izquierda, cuyo crecimiento sólo podría sumar 5 puntos más de esa zurda rebelde que aún no resuelve un presidenciable propio. La elocuencia es categórica cuando se aprecia que sólo el 13% del electorado de centro y a penas el 5% de los independientes respaldan a los presidenciables DC, pues éstos aportan con un exiguo 8% al 35% concertado, quienes, con suerte y mucho esfuerzo, podrían sumar 10 puntos más, de continuar la inercia electoral de este país.
Seamos lo más realista posible. Es plausible que la DC aporte con un total de 18 puntos a la ambición concertacionista de perpetuarse en el poder. Pero estos 10 puntos extras ponderarían un techo máximo de sólo 45%, fuera quien fuera el candidato de la Concertación y sin candidato de la otra izquierda que melle la apuesta, es decir; ni un candidato único de la Concertación les permitiría lograr el objetivo final y, allende las inescrutables variables de la política, el oficialismo sabe que si el único abanderado es de izquierda, el aporte aspirable de la DC no se concretaría y, también sabe que se perdería apoyo de izquierda si el candidato surge de la alicaída falange.
Los datos aumentan en su crudeza y nadie tiene respuesta para los 5 puntos más un voto que necesitan para continuar en La Moneda. Mas, restado el 10% adicionales que la DC aportaría, queda todavía un 16% de electores que no quieren tomar partido, por lo que, resulta altamente probable que la Concertación llegue con 2 candidatos a las presidenciales, tanto para no perder el piso 45 como para intentar subirlo.
Pero de correrse esta suerte, Chile presenciará en primera vuelta electoral un Piñera con un piso de 33% a 40%, una DC con un techo de 18%, un socialista aspirando al 21% y, quizás un zurdo con máximo 5 puntos. Quedan 16 puntos por capitalizar, que nadie se puede adjudicar, pero que muy difícilmente responderán al oficialismo y a la extrema izquierda.
Este valiosísimo 16%, en consecuencia, podrá ser calado por Piñera o por una alternativa diferente, como la que recién nace en el nuevo referente que reúne a Ch1, ecologistas, social cristianos y regionalistas, cuyo liderazgo recae en la persona del presidente del Senado, Adolfo Zaldivar. A Piñera le basta tomar 10 de los 16, mas sabe que eso sólo se logrará en segunda vuelta. El realismo nuevamente invita y, aun mediando una candidatura de Zaldivar, seguramente la inercia electoral posicionaría en la primera mayoría relativa a Piñera, seguido de la alternativa socialista, si Lagos o Insulza mantiene o supera los 21 puntos que están sumando en la actualidad.
Que Piñera puede crecer con cierta facilidad en segunda vuelta es plausible en el referido e impronunciado 16%. Lo que permite concluir que sólo el Nuevo Referente podría, eventualmente, impedírselo. Por cierto, sin tener cómo proyectar un eventual resultado de Zaldivar en primera vuelta, resulta auspicioso decir que éste puede crecer conquistando parte de la derecha nacionalista e informada, reduciendo su universo en 7 de los 40 puntos que tiene. Del mismo modo, podría aspirar a ese 10% que la DC hoy no tiene, pero que la inercia se lo adjudica, componer el 1 punto de los medio ambientalistas y, derechamente, entrar en la conquista de esos preciados 16 puntos.
Los resultados municipales no nos entregaran mucha más información, pero si los candidatos a concejales del PRI y sus aliados alcanzan un 5% nacional y la DC no llega al 18%, se habrá marcado una tendencia consolidatoria que dejaría en manos de Zaldivar la posibilidad de ganarle el segundo lugar en las primarias al socialismo, dato que debiera asustar al piñerismo, pues su pelea con un DC está totalmente descartada y, con un socialista, la tiene ganada.
Por cierto, la DC no llega a segunda vuelta y esto estará en pleno conocimiento del electorado. En consecuencia, el Nuevo Referente si estratégicamente se concentra en el abordaje certero de las derechas, centros e independientes que no adscriben a lo que hay, puede ocupar el segundo lugar y, posteriormente, aguarle la fiesta a Piñera.
Queridos amigos, lo dicho no es un pronóstico sino la constatación de un hecho que la fuerza de la democracia ha provocado, a saber; un nuevo tercio, ambicioso y decidido, se ha levantado para ser oportunidad y alternativa que, además, viene a regular y corregir las profundas fallas de nuestra política y economía, inyectándoles la savia necesaria para chilenizarnos en libertad y modernizarnos.
Puestos en el análisis frío de la contingencia, sólo este nuevo referente podrá detener la tendencia definitivamente concentrante y apátrida del poder que simbolizan Piñera y la Concertación, tendencia que ante los números de la CEP arroja un fuerte 30% de rechazo y que esperan sea revertida. Hablo de 350 mil personas que se sienten de derecha, de 350 mil que se sienten de centro y de más de un millón y medio de chilenos y chilenas que se enorgullecen de su independencia; hablo de más de 2 millones de electores que mirarán con simpatía al emergente tercer tercio, si el nuevo referente abre todas las puertas y junta todas las manos de un Chile que se lo merece, que se merece esta oportunidad.
Santiago, julio de 2008