viernes, noviembre 30, 2007

Colorines exploran salida negociada a situación de Zaldívar y mesa se opone

Disidentes apuntan a que una junta nacional extraordinaria sea convocada para discutir desde un punto de vista político el cuadro en torno al senador colorín. No obstante, el alvearismo cree que es demasiado tarde para este arreglo por fuera de la juridicidad interna.
Mientras los colorines están dispuestos a aumentar la presión para explorar una salida política al conflicto que hoy cruza a la DC, debido a la solicitud de expulsión de su líder, Adolfo Zaldívar, que comenzará a ser vista el lunes 3 en el tribunal supremo, la mesa alvearista, que ha reclamado la salida del parlamentario, no dudó ayer en dar un portazo a esa alternativa mediadora.
Según cree la dirección, en lugar de distenderse, la situación interna se ha agravado, fruto de las últimas declaraciones del senador, que ha acusado a la dirección de estar coludida con la corrupción y de ser una "asociación ilícita" que opera a través del partido transversal que controlaría la Concertación.
Aunque el clima democratacristiano es borrascoso, los seguidores de Zaldívar no quieren verse empujados a optar entre seguir a un senador expulsado -con el riesgo que implica para sus agendas personales- o quedarse en una colectividad donde ya no son queridos. Para enfrentar este dilema -que no es en todo caso el de Zaldívar-, ha ido tomando fuerza la idea de resolver la diferencia a través de una discusión y una votación política a puertas cerradas en el marco de una junta nacional extraordinaria, según lo describió el diputado Pedro Araya.
Esta línea en que están embarcados diputados colorines será afinada el próximo lunes 3, pero antes será planteada formalmente al propio senador Zaldívar el domingo 2, cuando éste reciba el apoyo de dirigentes y militantes de base en un almuerzo que está programado en el Hotel Las Acacias, de propiedad de la esposa del parlamentario.
RECHAZO
No obstante, esta vía está lejos de ser considerada por la plana mayor del falangismo. Así de claro lo dejó establecido ayer el vicepresidente Jorge Burgos, que sepultó la posibilidad de que la mesa se abra a buscar una salida política al conflicto partidario.
El diputado fue categórico en señalar que, hasta ahora, no existe ningún elemento nuevo que haga modificar el criterio asumido por la mesa alvearista de marginar de la DC a Zaldívar. Por el contrario, consideró que todo lo que ha ocurrido luego de la primera petición de expulsión -hecha el lunes 26- ha "acentuado" el conflicto. Incluso, agregó, "cada minuto que pasa se ahonda más el problema".
Si bien advirtió que todos tienen derecho a buscar una salida pactada, insistió en que esta acción tiene una nula posibilidad de prosperar, "sobre todo si Adolfo Zaldívar afirma que la directiva de la DC ha incurrido en una asociación ilícita, al estar coludida con la corrupción".
La imposibilidad de que la mesa baraje una salida política al cruce con Zaldívar también se vio reflejada en las opiniones que ayer vertió la presidenta Soledad Alvear. La senadora afirmó estar convencida de que la determinación de la cúpula es correcta y necesaria. En el programa de TVN "Vía Pública" comentó que le parece "difícil" que la mesa "coexista" con una figura como Zaldívar y apeló a que la calma retornará sólo si éste es expulsado.
"Tenemos la interferencia de una persona", detalló Alvear, al negar que el conflicto se extienda a los demás parlamentarios díscolos -en un claro gesto de mano tendida a los otros colorines- y al defender el derecho de la mayoría -"¡hemos ganado la elección con el 70%!", recordó- de fijar las líneas a seguir si se rompen las reglas del juego interno. "Dado que no se retiró, como debió haber hecho, y ha tenido una cantidad de expresiones poco escuchadas en el mundo político, me parece difícil que coexista (con la dirigencia)".
Pese a esta posición, Alvear se negó a confirmar si renunciaría en caso de ser derrotada su estrategia en el tribunal supremo, porque esto "puede ser interpretado como una presión".
Sin embargo, destacó que Zaldívar debió "haber hecho lo que hizo Fernando Flores cuando no se sintió cómodo en el PPD o lo que hizo Carlos Cantero cuando no se sintió cómodo en RN", es decir, dar un paso al lado. "Si uno no se siente cómodo en el partido en que milita, no se siente cómodo en la coalición a la que el partido pertenece y está en un Gobierno que no le gusta, ¡para qué sigue permaneciendo en ese partido!", postuló.
Según Alvear, hay un solo responsable: "Quien ha generado esta situación brutal que estamos viviendo es el senador Adolfo Zaldívar. Si hubiese renunciado a la DC, estaríamos viviendo muy bien y trabajando muy bien, como lo vamos a hacer, espero, si el tribunal toma su decisión".
Con todo, en un indicio de la fragmentación colorina, la ministra de Sernam, Laura Albornoz, parte de la tendencia, dijo que continuará en el gabinete mientras cuente con la confianza de la Presidenta. "Estoy muy entusiasmada y estoy en mi cargo mientras cuente con su confianza. Como me siento con esa confianza, sigo trabajando con mucho ímpetu y alegría", indicó la ex jefa de gabinete del colorín Jaime Mulet.