martes, septiembre 04, 2007

NEOLIBERALISMO Y NEOLIBERALES...un muy buen aporte de...ANDRÉS ROJO TORREALBA

Habiendo transcurrido ya algunos días de las manifestaciones convocadas por la CUT para expresar su rechazo al neoliberalismo, quedan un par de asuntos sin aclarar entre la maraña de reproches entre los adherentes al Gobierno por haber protestado contra su propio Gobierno: ¿Qué es el neoliberalismo y quiénes son los neoliberales?
Desde un punto de vista académico, el neoliberalismo es una versión actualizada y corregida del viejo liberalismo. Se mantiene la opción por el libre mercado y la libertad de los emprendedores o empresarios, que es lo mismo aunque con cargas ideológicas distintas, para que realicen sus negocios. Se agrega un rol aún más acentuado del mercado en desmedro de las atribuciones del Estado y se incorpora la idea de la globalización, contrapuesta a los nacionalismos de los liberales originales.
Es este último quizás el aspecto más relevante para comprender las críticas porque la inserción de Chile en los mercados internacionales ha significado la postergación de los sectores productivos que no han tenido o no han podido tener el nivel de competitividad necesario, y ello a su vez significa un futuro pesimista para los trabajadores de esos sectores, que no han podido aprovechar la posibilidad de adecuarse a las nuevas condiciones de la economía.
Es un hecho que Chile ha mantenido la orientación neoliberal adoptada durante Pinochet, incluyendo la gravitación del rol del Estado porque en la dictadura cuando era necesario políticamente actuar con demagogia se hizo sin escrúpulos. Durante muchos años, la mayoría ha aplaudido los tratados de libre comercio, y desde ese punto de vista todos los que valoraron dichos acuerdos son cómplices del neoliberalismo vigente pero nadie se confiesa neoliberal porque es feo, y todos miran al Ministro de Hacienda de turno para que asuma la culpa sin reconocer que es el poder político el que designa a los ministros.
Considerando todo lo anterior y la vaguedad de las reivindicaciones expuestas, puede concluir que las protestas convocadas por la CUT y todas las que vengan en el futuro tienen una raíz ideológica, además del justo reclamo de quienes ven cómo agonizan sus puestos de trabajo, porque de lo que se trata es de que el Estado intervenga para asegurar la justicia social. Lo que no se entiende es que sectores importantes de la Concertación critiquen las políticas económicas por las que optó la propia Concertación hace ya 17 años, sin que ninguno de los cuatro presidentes de este pacto la haya alterado en sus bases fundamentales.
Por último, el derecho a la protesta no puede estar sometido al chantaje de quienes alegan haber luchado por ese derecho, porque los derechos se tienen que merecer día a día, y es evidente que sin presión no se consiguen los objetivos propuestos.