viernes, agosto 10, 2007

LA CORRECCIÓN DEL MODELO Y TV DIGITAL..Maria Teresa Cortès

Desde la perspectiva del bien común, uno de los principales problemas que aqueja a nuestra sociedad es la alta concentración económica. El sistema permite la concentración de las inversiones y también de los mercados. Consecuentemente, esto se traduce en la inexistencia de competencia real. En el caso del mercado de las comunicaciones en nuestro país, este fenómeno no es ajeno. Todos sabemos a quien pertenece la propiedad de medios televisivos, radiales y escritos. También existe conocimiento de las cadenas de soportes comunicacionales adquiridas por uno y otro grupo económico.A la luz de estos antecedentes y a propósito de que, durante el último periodo, se ha gestado una interesante discusión respecto a la incorporación de la televisión digital en nuestro país, me parece relevante mencionar que uno de los elementos presentes en el debate es la normativa que pudiera eventualmente regirnos: Norteamericana, Europea o Japonesa. ¿En qué se diferencian? ¿Qué importancia tiene la elección que finalmente adopte Chile al respecto?.Todas ellas proponen una alta definición y ancho de banda mínimo de 6 MHz, sin embargo, la normativa norteamericana no permite “tantos canales”, a diferencia de las otras dos normativas que permiten mayor variedad de canales. (Es necesario precisar, sin embargo, que un sistema de Televisión Digital Terrestre, TDT, ofrece necesariamente menos canales que el cable o la televisión digital). La búsqueda debe estar dirigida no sólo a lograr una mejor calidad en la imagen y el sonido, sino también a obtener contenidos atractivos que permitan al público mayor conocimiento; opción de elegir en un contexto de pluralidad; argumentos interesantes que enriquezcan la opinión; mejores propuestas creativas; un mayor acercamiento a la innovación y a patrones de consumo de Internet.En este contexto la norma europea puede ser una opción razonable para la realidad chilena por lo siguiente: • Proporcionalmente sale más barato a los compradores de receptores ya que la mayor inversión deben hacerla los canales en equipos de transmisión. • Permite mayor diversidad y pluralidad de contenidos.• Se desconcentraría la torta publicitaria que hoy se reparten unos pocos canales.• Probablemente se minimizarían los costos de avisar masivamente (existiría mayor oferta de espacios publicitarios).• Podría existir televisión regional y/o local.• Técnicamente, permite la transmisión a equipos portátiles.• Permite la especialización de los canales de acuerdo a temas de interés.• Otorga mayor posibilidad de ofertar programas culturales que reafirmen la identidad nacional. Considerando que existen diferentes intereses económicos en este tema, sólo me resta decir que desde el punto de vista del consumidor, lo más adecuado sería contar con multiplicidad de canales y como ciudadana chilena esperar que, en esta oportunidad, las concesiones sean otorgadas por periodos de tiempo definidos y no “a perpetuidad” como en el caso de los actuales canales de televisión abierta.