jueves, junio 14, 2007

Adolfo Zaldívar:Bancos en los Fondos de Pensiones

Las administradoras de fondos de pensiones han desarrollado sus funciones bajo el concepto de giro único, lo que ha evitado la contaminación de los ahorros que los chilenos tienen para financiar su vejez. Esto significa que ninguna otra actividad puede ser desarrollada por las AFP, ni directamente, ni indirectamente a través de filiales de ninguna naturaleza
De aprobarse la norma del proyecto de Reforma Provisional que permite a los bancos incursionar en el negocio de las AFP por medio de filiales, resultará que las instituciones bancarias cuyas colocaciones suman US $ 100 mil millones –o sea algo así como el 68% del PIB- entrarán en el mercado de las AFP las que comparativamente, por su parte, equivaldrían al 63% del PIB. Más sensible es el tema si se considera que sólo tres bancos controlan más de la mitad de estas colocaciones y que obtienen rentabilidades que superan holgadamente el promedio del sistema.
De aprobarse esta iniciativa, los bancos además de entregar préstamos a empresas y personas, podrán recolectar las cotizaciones de los trabajadores y la administración de los enormes fondos que estas generan. Es de prever que apenas se apruebe esta moción, las AFP actuales tratarán de ser adquiridas por los bancos más grandes. Estos al controlar la mitad del crédito del país podrán usar esos instrumentos como herramientas de marketing para atraer a los trabajadores y seguir concentrando el mercado a niveles superlativos.
Las tenues cortapisas que el proyecto de ley dispone para evitar el evidente conflicto de intereses serán imposibles de controlar y menos de comprobar, pretendiendo presentar como una muralla china lo que es solamente una delgada línea que será traspasada cuantas veces quieran. En consecuencia estamos ante el grave peligro de llegar a una concentración financiera que resulta sencillamente intolerable, ya que en un futuro no muy lejano serían dos o tres bancos los que controlen todo tipo de recursos financieros y que serán determinantes para condicionar qué actividades podrán existir mañana.
Aprobar esta medida y sufrir sus consecuencias sería un claro ejemplo de lo que hay detrás de la profundización del modelo que propugnan algunos. En cambio yo he sostenido que lo que hay que hacer es corregir la forma como se aplica el modelo. La necesaria competencia que requiere el también concentrado mercado de AFP- se ha reducido a sólo seis instituciones - puede y debe ser atacado por el incentivo al ingreso de nuevos participantes privados y públicos.
Soy un fuerte partidario de una AFP estatal que con claros parámetros de eficiencia introduzca una mayor competencia en el mercado de AFP. Desde el punto de vista privado, deben buscarse más actores y si se trata de ampliar el giro de actuales empresas, las compañías de seguro son actores idóneos por la similitud de funciones que cumplen, sin el peligro de la competencia desleal.
Si se quiere introducir economías de escala, argumento que se esgrime como una barrera a la entrada de nuevos participantes, debe incentivarse la formación de una empresa de procesamientos administrativos comunes. De esta manera cada AFP podría abocarse al elemento esencial, la mejor rentabilidad para los fondos, beneficiándose al mismo tiempo con el más bajo costo de procesamiento posible.
Y asimismo estarían presentes todas las ventajas para que la AFP estatal se construya sobre el nuevo Instituto de Previsión Social-ex INP- en lugar de hacerlo en el BancoEstado. Abstenerse de reformar la ley de bancos no significará cerrar el paso a la AFP estatal ya que el BancoEstado no será la única vía posible.
Por todos estos argumentos, me parece que permitir la entrada de los bancos para imprimir una mayor competencia producirá el resultado contrario y sería equivalente a salir del fuego para caer en las brasas