miércoles, mayo 16, 2007

...LA ULTIMA GENERACIÓN DE LA BATEA.- ..A LEER ESTA GENIALIDAD...DANIEL VARELA M....

Sergio, sostienes que mas que perder el rumbo, la verdad, es que nunca ha habido rumbo …. , no hay camino; razón por la cual no podemos dirigirnos a parte alguna, sólo nos queda avanzar, caminar, y este es un camino, una suerte de caminata peripatética virtual…. Sin pretender dar una receta, sólo una pequeña reflexión … A propósito, M. Román, que escribe en esta pagina, al parecer si es el que conocimos hace algunos años por esta región… Saludos.
¿ Cuantos de nosotros aún mantenemos como recuerdo, una madre o nana que se inclinaba en una batea, mangas arremangadas, escobilla en mano, un jabón gringo, ambos usados con fuerza y fricción sobre una tabla o la batea misma? Para los que no recuerdan, o no vivieron dicha escena, el objetivo no era sino lavar la ropa, manteles y otros ... lo mismo que hoy hacemos apretando un botón en la máquina lavadora.
¿ Con que objeto traer a colación el añejo uso de la batea? Simplemente por ser descriptivo de un mundo que nos ha abandonado, el mismo mundo que obligó a nuestros padres, generación tras generación, y, en algunos casos, a nosotros mismos, como último eslabón, a ir a buscar agua al pilón de la cuadra o de la población; el mismo mundo en el cual se obligaba a los inquilinos a trabajar de sol a sol en las haciendas del sur, y a los mineros en el norte.
Así, nuestros padres fueron, la última generación que vivió con lentitud el cambio de mundo, nosotros, pasamos con una rapidez espeluznante, de la batea a la lavadora digital, del cine a la televisión, luego al video, el cable, el dvd, del cuento a los comics, del teléfono con operadoras, al celular e internet; de las cartas escritas a mano, al chat, messenger y la web cam, de las revistas picarescas al dvd pornográfico, ciber sexo, swingers y otros.
Ese mundo, el mundo en el cual nos criamos, necesariamente, moldeó nuestro carácter y personalidad; así, siendo la última generación que fue criado “escuchando o leyendo” cuentos, leyendas y otros, somos la última generación que trajo incorporado en su alma, antiguos conceptos o forma de ver el mundo, una generación libertaria y con sentido de justicia. Fuimos, así, la última generación que traía consigo la capacidad y la voluntad espiritual de enfrentar una dictadura.
Como contrapartida, fuimos y somos, una generación atrapada en dogmas añejos, los correspondientes a una sociedad propia de la física mecánica ( escobillando, escobillando) y de la revolución industrial, con agrupaciones políticas, organizaciones comunitarias, sindicales y sociales generadas en un mundo industrial para dar soluciones a problemas de ese mundo y que cada día se nos presentan como más ajenas a nuevos problemas y más ineficientes para dar solución a los mismos.
El mundo cambio, y, al parecer, uno de nuestros píes ha quedado pegado a esa vieja batea, la que arrastramos permanentemente, haciendo pesado nuestro caminar y torpe nuestro entendimiento.Daniel Varela M.