sábado, mayo 19, 2007

.....Intenso debate en el CED: ...........

Tranversalidad de economistas para revisar regla de superavit estructural

Si algo quedó claro en el profundo debate que se desarrolló en el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) fue la necesidad de generar una discusión a fondo sobre una nueva estrategia de desarrollo para el país, basada en los excedentes que para el país ha significado el alto precio del cobre. ''No repetir la experiencia del salitre'' fue la máxima. Economistas de pensamientos tan disímiles como el académico de la Universidad Católica Patricio Rojas; el ex presidente de BancoEstado Andrés Sanfuentes; el anterior presidente de Codelco Juan Villarzú, y el hoy investigador de Cieplan Marcio Marcel coincidieron en la necesidad de revisar una estrategia-país, basada en la oportunidad que representan los altos excedentes fiscales generados por el alza del cobre. Para ellos, el tema principal no es qué hacer con esos recursos, que ya llegan a cerca de US$ 20.000 millones "y podrian seguir subiendo", sino más bien hacer un diagnostico profundo respecto de "dónde queremos llegar", para después pasar a las politicas, los instrumentos y los recursos. "¿Podemos seguir aumentando la riqueza del país, sin aumentar el bienestar de la población?", fue alguna de ls preguntas que se hicieron en el debate. Uno de los que intervinieron con una mirada más global y menos coyuntural fue Villarzú, quien sostuvo que el problema central no está dado por una esquema de discusión enfocado en los elementos técnicos o los recursos disponibles, sino por la debilidad de las discusiones políticas sobre el particular. La mesa de discusión tuvo la particularidad de agrupar a dos ex directores de Presupuestos, como lo eran Villarzú y Marcel, y un ex presidente de BancoEstado. El primero dio a entender que el país se ha ido impregnando de una discusión limitada sobre instrumentos y recursos en los ultimos años y que hoy se requiere "voluntad política", esencialmente, para discutir sobre "un gran salto" en materia de desarrollo productivo y protección social, entre otros. Cautela de Marcel Llamó la atención de algunos asistentes la cautela con que se expresó en la oportunidad Marcel, considerado el ideólogo de la famosa regla de superávit estructural. Si bien en oportunidades anteriores se habia mostrado partidario de modificar la citada norma, indicando que no estaba escrita " en la Biblia ni en la Constitución", esta vez fue bastante cauteloso, aunque apoyó el hecho de que la alternativa no era "nada dramática". Han tomado fuerza las versiones de que Marcel sería el primer candidato a suceder a Andrés Velasco si es que se produjese algún cambio en el Ministerio de Hacienda. De hecho, el prestigiado economista Sebastián Edwards, considerado casi un gurú en la derecha y la Concertación dada su mirada desde Estados Unidos, dijo precisamente ayer que "el país no colapsaría si sale Velasco" y agregó, incluso, que un buen candidato sería justamente Marcel. El aludido enfatizó que lo relevante en el tema de la regla de superávit estructural era mirar los objetivos para lo cual fue creada la norma, es decir, para enfrentar el déficit del Banco Central y constituir "un seguro" por la garantía que hace el Estado a las pensiones, entre otros. Acotó que ello era lo primero en la materia, antes de comenzar siquiera a pensar en qué se podían gastar esos recursos. Enfatizó también -lo que no pasó inadvertido para los asistentes- que este tema no necesariamente implicaba un flujo de recursos relevantes a la economía, por lo que los debates sobre impactos en el dólar, la inflación y las tasas de interés le parecían algo sobredimensionados. En otros aspectos técnicos, Marcel enfatizó también que los ingresos fiscales producto del alza del cobre habían crecido mucho, pero que la recaudación tributaria por otras vias tributarias se había alzado muy poco en los últimos años, marcando otra línea de cautela al respecto. De paso, el profesional matizó de algún modo el diagnóstico del Banco Central en el sentido de que no hay presiones inflacionarias por el lado de la demanda, lo que se demuestra con los niveles que ésta tiene en la actualidad, aunque sí por el lado de la oferta como, por ejemplo, con el tema de la crisis energética. Marcel dijo que se ha tendido a subestimar, en ese orden, "el efecto combinado de altos precios de los combustibles con la escasez de otros, como el gas", a lo cual se suma una hidrología impredecible. Refiriendose al discurso del 21 de mayo, indicó que seguramente los actores esperarán una mayor precisión de los compromisos incluidos en el programa de gobierno, así como algunos alcances respecto de eventuales cambios en políticas sectoriales, como por ejemplo, en materia laboral. Sobre el tema del superávit, no quizo especular directamente sobre eventuales anuncios en la materia, indicando que "no es buena política estar intentando pautear" a la Presidenta al respecto. Estrategia de desarrollo Pero si en algo enfatizaron los demás participantes, partiendo por Villarzú, fue en la carencia de una estrategia de desarrollo para sentarse a pensar cómo ocupar los nuevos recursos del país, con una perspectiva de fortalecimiento de su base productiva y, por ende de su crecimiento potencial, y su desarrollo social. El destacado economista Osvaldo Sunkel se dio tiempo para comparar lo que fue el impacto del auge del salitre con lo que implica actualmente el fortalecimiento del cobre. Sostuvo que es efectivo que los recursos del salitre salieron en una proporción fuera del país, pero también se ocuparon en importantes programas sociales, como educación y vivienda. "El real problema fue -enfatizó- que el país no supo cómo ocupar esos dineros para diversificar su base exportadora". Crítico, dijo que la Concertación lleva "como 20 años" discutiendo este tema, pero he hecho muy poco al respecto, en circunstancias de que es un tema absolutamente clave para su desarrollo futuro. Por su parte, Andrés Sanfuentes, conocido en la DC por sus posiciones más bien conservadoras en lo económico, dijo que es muy difícil que el país no tenga un debate sobre esta materia, al existir una gran cantidad de recursos y tantas necesidades sociales y económicas. Indicó que el sistema político no sería inmune a lo que representaba esta riqueza ante los ojos de una población con sectores tan carenciados en su interior. Pero el que sacó comentarios finales fue el actual vicepresidente de la DC, Sergio Micco, quien se preguntó "hasta cuándo" podrían aguantar los presidentes de las colectividades politicas de la Concertación las presiones internas por un mayor gasto social y “cuánto” lo haría el sistema político, en general, el debate sobre los altos recursos con que cuenta el país. Advirtió que ya hay precedentes en América Latina en que mandatarios y administraciones son prácticamente expulsados del Ejecutivo por pueblos que no los consideran adecuados representantes de sus intereses. Micco formuló duras críticas al papel del Banco Central en la discusión de un mayor gasto fiscal que, de nuevo, fueron refutadas con cautela por Marcel. Otro capitulo polémico fue cuando casi todos los asistentes se manifestaron dispuestos a cambiar sistemas de indemnizaciones por años de servicio, por fortalecidos sistema de seguro de desempleo y también a realizar profundas modernizaciones en el aparato del Estado. En síntesis, la conclusión general fue que el país debía sentarse a pensar la enorme oportunidad que representaba la actual coyuntura económica, para enfrentar en forma importante temas como el desarrollo de los recursos humanos, la tecnología, la innovación y en definitiva, la productividad de la economía.